El equipo de gobierno de la DPT propone a Santiago Lanzuela y Joaquín Carbonell para recibir la Cruz de San Jorge a título póstumo
La institución apuesta por celebrar el acto de entrega, adaptado a las condiciones epidemiológicas del momentoEl equipo de gobierno de la Diputación de Teruel ha propuesto en la Comisión de Cultura al expresidente de Aragón Santiago Lanzuela y al cantautor Joaquín Carbonell para recibir la Cruz de San Jorge, el máximo reconocimiento de la institución provincial, a título póstumo. Ambos murieron el año pasado por la covid. El presidente Manuel Rando ha comunicado a los familiares de ambos esta decisión, que debe ser ratificada en el Pleno ordinario de la próxima semana. Los reconocimientos se entregarán en el acto de celebración de la festividad de San Jorge, que se va a llevar a cabo adaptándose a las condiciones epidemiológicas del momento.
Manuel Rando ha explicado que tanto Joaquín Carbonell como Santiago Lanzuela “son medallas que pensábamos dar, eran personas que estaban en nuestra mente. Desgraciadamente hemos de dárselas a título póstumo y además ambos han sido víctimas de la pandemia, de la covid-19”. Y es que, ha añadido el presidente, la festividad de San Jorge estará este año muy marcada en todos los sentidos por la pandemia y sus consecuencias.
“Hay motivos de sobra para ser merecedores de esta distinción”, ha dicho Manuel Rando, que ha recordado a ambas figuras como grandes “trabajadores por la provincia, dos turolenses con nombres en mayúsculas”. “Joaquín Carbonell mediante la canción, la palabra, como escritor, defendiendo cada rincón de la provincia durante muchísimos años. Y Santiago Lanzuela, el presidente de Aragón turolense, que también defendió a su provincia con una gran labor”, ha dicho antes de señalar su seguridad en que el Pleno ratificará la propuesta.
Según el protocolo de la institución provincial, la Cruz de San Jorge premia “méritos de carácter extraordinario que se reúnen en personas físicas o jurídicas, destacando en los campos de las Artes, Ciencias, Letras o cualquier otra actividad humana, dispensando honor y buen nombre a la provincia de Teruel”. Su entrega suele realizarse en acto solemne con motivo de la festividad de San Jorge. El año pasado no se realizó acto de entrega ni se propusieron candidatos debido al comienzo de la pandemia y el confinamiento domiciliario.
Biografía de Santiago Lanzuela
Nacido en Cella en 1948, Santiago Lanzuela fue el sexto presidente aragonés de la democracia, el único turolense y el primero del Partido Popular, entre los años 1995 y 1999, tras ganar las elecciones de la primavera de 1995 y gracias a un acuerdo con el Partido Aragonés. También fue máximo dirigente del Partido Popular en la Comunidad entre 1993 y 2001.
Licenciado en Ciencias Económicas y Comerciales en Valencia, se convirtió en funcionario de la Administración General del Estado, adscrito al Consejo de Administración del Patrimonio Nacional. Su carrera profesional se inició y se desarrolló al margen de la política. Encabezó la misión española de cooperación técnica en Nicaragua. Entre 1976 y 1981 estuvo destinado en la Subsecretaría del Ministerio de Trabajo como Asesor de Cooperación Internacional y, posteriormente, fue designado director de Programas de Cooperación Técnica Internacional.
Llevó a cabo misiones de cooperación para el desarrollo en más de 20 países de América y África. En 1982 fue nombrado jefe del Gabinete de la Vicepresidencia del Instituto de Cooperación Iberoamericana y, posteriormente, asesor del presidente de dicho instituto. En 1987 fue nombrado jefe del Servicio de Inspección del Patrimonio Nacional.
Su entrada en la política se produjo a finales de los ochenta y antes de convertirse en presidente de Aragón ocupó la consejería de Economía y Hacienda, hasta 1993 en gobiernos de coalición presididos por los aragonesistas, Hipólito Gómez de las Roces primero y después con Emilio Eiroa.
En su etapa como consejero de Economía impulsó el sector del turismo de esquí con la estación de Valdelinares, y trabajó con los agentes sociales turolenses en la reindustrialización de la cuenca minera central.
Durante esos años en la política aragonesa impulsó además importantes iniciativas que muestran su sensibilidad con su provincia natal, como el Fondo Especial de Teruel junto al Estado, a raíz de la exclusión de la misma del Fondo de Compensación Interterritorial al no estar incluida en el Objetivo 1 de los Fondos Estructurales de la Unión Europea.
Siendo ya presidente creó la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel en el año 1998, que dio paso a la construcción de Dinópolis, siendo ya presidente el socialista Marcelino Iglesias. Lanzuela fue también el impulsor a finales del siglo pasado de la Fundación Santa María de Albarracín, institución convertida hoy día en una referencia por la labor que desarrolla por el territorio. Fue su primer presidente y quien la impulsó de forma definitiva con su constitución en septiembre de 1996. Con anterioridad había impulsado ya el segundo programa de la Escuela Taller desarrollado en este municipio, promovido por el IAF y que fue uno de los primeros proyectos de la Comunidad Autónoma impulsados por este instituto. Además, facilitó en el municipio la creación de las primeras naves del polígono industrial y de numerosas iniciativas empresariales surgidas la primera escuela taller.
Lanzuela tomó la decisión de sustituir la política autonómica por la nacional y el 18 de enero de 2001 presentó su dimisión como presidente del partido en Aragón, pero el salto a la política nacional comenzó a partir de 1999, primero como senador autonómico designado por las Cortes de Aragón entre septiembre de ese año y abril de 2000.
Ese mismo año salió elegido diputado por Teruel en el Congreso en la VII legislatura, cargo que revalidó en las tres siguientes hasta que causó baja en julio de 2014 para pasar a ser miembro del Consejo de Administración de Red Eléctrica de España (REE), hasta septiembre de 2018 que es cuando se jubiló.
Falleció en Madrid por coronavirus a los 71 años de edad tras llevar ingresado 19 días en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. En agosto del 2019 sufrió un grave ictus en Madrid, donde residía, pero del que logró recuperarse aunque le quedaron secuelas.
Entre otros reconocimientos por sus diversas actividades, fue nombrado Hijo adoptivo de Albarracín, recibió la Orden del Mérito Civil (Encomienda de número) y la Orden de Rubén Darío de Nicaragua.
Biografía de Joaquín Carbonell
Joaquín Carbonell nació en Alloza (Teruel) en 1947. Con 15 años abandonó los estudios para dedicarse a la hostelería, y los retomó años más tarde, en el Instituto Nacional de Bachillerato Ibáñez Martín de Teruel (1967-1969), donde fueron profesores suyos José Antonio Labordeta, Eloy Fernández y el valenciano José Sanchis Sinisterra, luego consagrado como un gran dramaturgo. Carbonell siempre dijo que su llegada a la capital turolense fue su segundo nacimiento, en lo musical y en lo cultural.
Durante ese periodo, al igual que otros chicos de la provincia que estudiaban en la capital, residió en el Colegio Menor San Pablo de Teruel. De ahí que Joaquín Carbonell, junto con el pintor Gonzalo Tena, Federico Jiménez Losantos, Pedro Luengo, Carmen Magallón, Pilar Navarrete, Rafael Navarro e incluso el ex-gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, o el que fuera presidente de Endesa, Manuel Pizarro, formen parte de lo que se conoce como la Generación Paulina. En ese mismo entorno nacieron el movimiento de la Nueva Canción Aragonesa y la revista Andalán.
Si hay algo que caracterizó a Joaquín Carbonell, además de su inquebrantable sentido del humor somarda y su vitalidad, fue la pasión por la provincia de Teruel. Pese a que la mayor parte de su vida artística transcurrió fuera de su patria chica, en Zaragoza o Cataluña fundamentalmente, siempre presumió de un vínculo vital que le traía de vuelta cada verano, recorriendo los pueblos de la provincia junto a su guitarra o con David Giménez y Roberto Artigas, músicos con quienes formaba el trío Los Tres Norteamericanos.
Medio siglo de actividad artística hacen difícil repasar toda toda su creación en el ámbito de la música, de la literatura y del documental, aunque sus trabajos editados superan la treintena entre 18 discos, 14 libros y dos documentales, sin contar la ingente cantidad de artículos de prensa, prólogos y colaboraciones que realizó.
De los dieciocho discos, dos de ellos fueron con Los Tres Norteamericanos (Roberto Artigas Gran Bob y David Giménez), y otros junto a Labordeta, Joaquín Sabina, La Bullonera, Quico Pi de la Sierra o Eduardo Paz. Desde el mítico disco debut “Con la ayuda de todos” (RCA, 1976), el favorito de Carbonell, hasta “El carbón y la rosa” (Voces del Mercado, 2017), último de estudio que publicó y que incluía el tema “De Teruel no es cualquiera”.
Además el de Alloza publicó catorce libros que van de la poesía hasta la novela histórica de corte autobiográfico, la biografía o el ensayo, fijándose en personajes tan queridos como el Pastor de Andorra o Labordeta, estos últimos con versión en documental televisivo junto a su amigo, el director turolense José Miguel Iranzo también fallecido.
Carbonell cantó por toda España, en Francia y en América Latina, en platós de televisión, en teatros, en capitales ante miles de espectadores y en pueblos frente a unas decenas. De su legado abruptamente interrumpido por la Covid-19, nos queda como último regalo “Carbonell 50 años”, un librodisco grabado de una actuación en el Teatro Principal de Zaragoza, acompañado por textos de Eloy Fernández Clemente, Matías Uribe, Alberto Sabio, Roberto Miranda y el propio Joaquín Carbonell son un excelente repaso histórico al Teruel de los años 70 y el nacimiento de la Nueva Canción Aragonesa.
El cantautor recibió el 23 de abril de 2019 la Medalla de Oro del Mérito Cultural del Gobierno de Aragón, un premio que le colmó de orgullo porque, como explicó el cantautor tras recogerlo, “no me representa a mí sino a toda la gente modesta, los chicos de pueblo, sin estudios universitarios, que un día se acercan a las mieles del triunfo”. Su amplio bagaje musical también fue reconocido con el Premio Especial a toda una trayectoria en los VI Premios de la Música Aragonesa.
El 15 de febrero de 2020 recogió también la Medalla de oro en reconocimiento a una trayectoria profesional, con la que celebraba sus 50 años sobre los escenarios, otorgada por el Centro de Iniciativas Turísticas de Teruel, y los reconocimientos también le llegaron desde su pueblo natal, Alloza, donde una plaza lleva su nombre desde 2012 y el Premio Sol Mayor por su aportación y dedicación a la divulgación de la música del Bajo Aragón, concedido por la Unión Musical de Nuestra Señora de los Pueyos de Alcañiz.
Tras pasar varias semanas hospitalizado, Carbonell falleció víctima del coronavirus el 12 de septiembre de 2020. Entre sus últimas colaboraciones artísticas está su participación en el Teruel Online Fest, que la Diputación de Teruel organizó durante los días 11 y 12 de abril del pasado año, para llevar la música a los hogares de todos los que vivían el confinamiento obligatorio por la pandemia. También la revista cultural Turia, editada por el Instituto de Estudios Turolenses de la institución provincial, publicó en su número de noviembre un emotivo artículo del cantautor sobre Labordeta que envió poco antes de ingresar en el hospital y se publicó a título póstumo.