El entretenimiento de Dinópolis con los dinosaurios sigue vivo en las redes sociales

Los dinosaurios de Dinópolis podrán estar en cuarenta durante estas semanas por la pandemia del Covid-19, pero lo que no cesa es el entretenimiento y el aprendizaje, no presencial, a través de las redes sociales y de internet gracias a los recursos que está ofreciendo al público la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel. Pasatiempos, con la colaboración también de otros paleontólogos externos a esta institución científica, vídeos, y libros divulgativos que se pueden descargar, es parte de la oferta que todos aquellos que consulten la web de la Fundación Dinópolis pueden disfrutar durante estos días.

Las propuestas que se hacen desde la Fundación Dinópolis son amplias y abarcan un abanico de edades igual de variado, puesto que se están ofreciendo recursos como libros divulgativos, pensados para la gente con más edad, a la vez que cuadernos de dibujos para pintar y de pasatiempos para los más pequeños.

Esta última oferta se ha incorporado recientemente y en ella colabora el paleontólogo mexicano René Hernández. Y además se han difundido ya varios compridinos, unas píldoras audiovisuales  realizadas por la Fundación Dinópolis, que se están difundiendo por las redes sociales, además de su web, y que retan a la gente a descubrir cuestiones y nociones científicas sobre la paleontología en general y los fósiles turolenses en particular.

Todos estos recursos se están ofreciendo a raíz de la declaración del estado de alarma y las medidas de distanciamiento social establecidas por el Gobierno central para combatir la pandemia del Covid-19, animando de esta manera a que la población se quede en casa como recomienda la autoridad sanitaria y puedan disfrutar así de una oferta de ocio complementaria ya que Dinópolis no ha podido iniciar todavía la temporada de este año por este motivo.

La oferta se inició pocos días después de que comenzara el confinamiento ofreciendo en su web cinco publicaciones de la serie ¡Fundamental! que edita la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis. Los cinco libros son los últimos que ha publicado y cada uno de ellos se centra en los trabajos de investigación científica ganadores de las últimas ediciones del premio Paleonturología. Son publicaciones divulgativas, en las que los ganadores de este premio explican de forma amena sus investigaciones y los hallazgos que han realizado, empleando un lenguaje accesible para ayudar así a hacer más cercana la ciencia.

Libros divulgativos

Entre estos libros está el último que publicó la Fundación Dinópolis hace pocos meses, Megalodón, un tiburón extinto de sangre caliente, que vio la luz a finales del año pasado, y que trata sobre uno de los peces de mayor tamaño que han poblado los océanos de nuestro planeta a lo largo de la historia de la vida. Estos escualos llegaron a alcanzar los 16 metros de largo y dominaron los mares durante unos 60 millones de años hasta su extinción.

Otro de los libros trata sobre un fósil enigmático de hace muchos más millones de años, de ahí el título de la publicación: El enigmático lobopodio Hallucigenia y el origen de los gusanos aterciopelados. Trata sobre unos fósiles de unos seres que vivieron hace unos 500 millones de años, y que los más observadores habrán podido ver representados en los murales del amplio hall de Dinópolis. Si no lo han hecho, una vez que hayan leído este libro ya saben en dónde tienen que buscar la próxima vez que visiten Dinópolis tan pronto como abra sus puertas. Están emparentados con los artrópodos actuales.

También hay lugar dentro de esta colección, disponible ahora en la web de la institución científica y que permite descargar el ejemplar en pdf, para fósiles turolenses mundialmente conocidos, las famosas ranas de Libros. Una historia de muerte, melanina y azufre, es el título del libro, que trata sobre lo excepcional de estos fósiles que encontraban los trabajadores en las minas de azufre de Libros entre finales del siglo XIX y principios del XX. Eso facilitó que muchos se salvaran y que acabaran repartidos por museos de historia natural de medio mundo. En este libro se explica cómo estos animales consiguieron conservar las partes blandas durante el proceso de fosilización.  

Los otros dos volúmenes que los lectores se pueden descargar tratan sobre corales que vivieron hace cientos de millones de años, y sobre un pequeño mamífero que convivió con los dinosaurios en la era de estos gigantes, cuando los reptiles dominaban la Tierra. El primero se titula Reconstruyendo el esqueleto de un coral tabulado del Carbonífero, y el segundo Spinolestes, un mamífero primitivo excepcional del yacimiento de Las Hoyas. Este afloramiento paleontológico, de hace 125 millones de años, está en Cuenca, así que sería de suponer que estos pequeños mamíferos se movieran también por la provincia de Teruel.

De forma sucesiva la Fundación ha ido incorporando otros recursos, y si los libros anteriores son para un público juvenil y adulto con ganas de aprender y dejar sorprenderse por la ciencia, los cuadernos en pdf que colgó la Fundación días después están diseñados para niños pequeños, aunque los mayores tampoco resistirán la tentación de ponerse a hacer los pasatiempos y sumergirse en las entretenidas lecturas que ofrecen.

La Fundación Dinópolis los ha llamado “Entretenimientos paleontológicos” compartidos por México, puesto que el autor de estos cuadernos es el paleontólogo René Hernández, quien en declaraciones a este periódico por vía telemática comentó que estaba encantado de poder compartir estos materiales.

Cuadernos con actividades

Son tres cuadernos con dino-actividades que permiten a los niños colorear dibujos de dinosaurios, resolver acertijos, hacer sopas de letras, jugar con laberintos, hacer crucigramas y, sobre todo, como indica su autor, que lean, investiguen y respondan a las preguntas que se hacen en sus diferentes secciones para convertirse en paleontólogos.

Además, la Fundación también va a difundir de este paleontólogo mexicano una serie de vídeos cortos sobre introducción a la paleontología que son muy divertidos para niños, además de instructivos.

René Hernández es todo un referente de la paleontología en México. Inició su experiencia hace 41 años como maestro de Paleontología y posteriormente de Paleobiología de Dinosaurios en la UNAM, la Universidad Nacional Autónoma de México. Además, lleva 35 años impartiendo charlas de divulgación en diferentes foros.

El científico mexicano cuenta que hace varios años escuchó de “los asombrosos descubrimientos de Teruel y después tuve la gran fortuna de conocer a Luis Alcalá en una reunión que hubo en Utah con un gran amigo en común, el doctor Jim Kirkland, con el que he trabajado desde 1985 en varias localidades y además hemos escrito artículos científicos juntos”. 

Kirkland es un paleontólogo norteamericano que ha colaborado en varias ocasiones con la Fundación Dinópolis en la descripción de varias especies nuevas de dinosaurios, entre ellas el pariente americano de Turiasaurus, bautizado con el nombre científico de Mierasaurus, además de Europelta carbonensis.

A este último dinosaurio le está dedicando precisamente la Fundación varios de sus compridinos, píldoras paleontológicas que se difunden por las redes para contar cosas sobre paleontología con un lenguaje también muy ameno y divulgativo.

Estas pastillas audiovisuales pretenden entretener y formar con recursos audiovisuales que ha ido grabando la Fundación Dinópolis en los últimos años. El último de esos compridinos está dedicado precisamente a Europelta, el dinosaurio acorazado del yacimiento Santa María de Ariño y fue colgado el pasado viernes. Anteriormente ya protagonizó otro en el que se explicaba cómo se ponía nombre a los dinosaurios.

Así se monta un dinosaurio

Dentro de esta colección también se ha difundido en la web de la Fundación un compridino espectacular sobre cómo se monta un dinosaurio, en este caso también de Ariño, Proa valdearinoensis, en el que los paleontólogos bromean con quienes pensaban que montar un mueble de Ikea era complicado. Desde luego para nada tan complicado como fue el montaje de Proa, que se puede ver en el Museo de Dinópolis.

A finales de la semana pasada también se publicaron en la web de la Fundación otras dos píldoras paleontológicas, una que responde a la pregunta de cuál fue el origen de la palabra dinosaurio, y otra sobre la fosilización de las hojas, que ayuda a los científicos a comprender cómo era el ambiente en el que existieron.