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El embalse del Arquillo afronta el mes de septiembre a casi un 86% de su capacidad El embalse del Arquillo afronta el mes de septiembre a casi un 86% de su capacidad
El embalse del Arquillo de San Blas en Teruel en la mañana del martes, con el embarcadero en primer plano, que seguirá funcionando hasta el 12 de septiembre

El embalse del Arquillo afronta el mes de septiembre a casi un 86% de su capacidad

Es un nivel altísimo frente al 51,9% en el que está el resto de la cuenca y el 42,6% de España
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El embalse del Arquillo afronta septiembre a casi un 86% de su capacidad tras un verano con máximos históricos, sobre todo en julio cuando el pantano de San Blas estuvo prácticamente por encima del 90% durante todo el mes. El nivel actual es altísimo, en la línea de los últimos cuatro años, y se encuentra muy por encima de la media de la cuenca del Júcar, cuyos embalses están al 51,9%, y de la reserva hídrica del conjunto del país, que estaba el martes al 42,6%.

La presa del Arquillo tenía almacenados el martes 18,03 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa un 85,8% de su capacidad, según el sistema de información automático de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

Ese volumen de agua embalsada se sitúa en la línea de lo que han sido los últimos cuatro años para esta época del ejercicio, tras la gran sequía que se produjo en 2017, cuando en el mes de septiembre de ese año la presa estaba ya por debajo de una cuarta parte de su capacidad y siguió descendiendo en los meses sucesivos hasta que empezó a recuperarse con la llegada de la primavera en 2018.

Aquel año de la recuperación el Arquillo inició el mes de septiembre con su tercer nivel más alto del siglo al situarse al 87,86% de su capacidad, mientras que al año siguiente bajó al 82,90% en estas fechas, y en 2020 se situó al 87,6%, ligeramente superior al 85,8% en que se encuentra ahora.

Durante todo el mes de agosto se ha mantenido  en torno a los 18 hectómetros cúbicos pensando también en la reserva estacional para evitar grandes avenidas por las tormentas de estas fechas. De hecho, en julio llegó a tener más agua puesto que comenzó el mes al 92,08%, para ir descendiendo paulatinamente en las semanas siguientes hasta finalizar en el 89,02%.

Los datos del embalse de San Blas son muy buenos y más si se comparan con los de la cuenca del Júcar, donde la media es del 51,9%. La reserva hídrica en el conjunto del país se reduce al 42,6% de su capacidad, según los últimos datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Ese 85,8% de reserva que tiene el Arquillo es muy superior porcentualmente a las medias de todas las cuencas hidrográficas, cuya mayor capacidad se encuentra en las cuencas internas de Cataluña, que están al 73,7% y las del País VAsco, que se sitúan en el 76,2%.

El buen comportamiento hídrico del pantano de San Blas, además de garantizar el abastecimiento de agua y su uso agrícola, se ha convertido en un excelente reclamo turístico también para la ciudad de Teruel, aparte de ser una zona de recreo de referencia durante los meses de verano, sobre todo los fines de semana pero con una afluencia constante también el resto de los días.

La zona de merendero y bar, junto con el alquiler de barcas, ha tenido este verano una demanda similar a la del pasado, con muchas personas que se han acercado durante julio y agosto para disfrutar del paisaje, la posibilidad de darse un chapuzón y navegar por un embalse cuya capacidad estaba en máximos históricos.

En la mañana del martes había poca gente, pero el flujo de visitantes era constante para darse una vuelta o un chapuzón. La finalización de las vacaciones de agosto también fue algo determinante en un mes en el que los visitantes son más de fuera que turolenses.

Jesús García, encargado del bar del Arquillo, comentó que el verano había sido igual que el año anterior en cuanto a afluencia de gente, aunque cambiante en función de la variabilidad del tiempo por las tormentas.

El bar con el alquiler de barcas seguirá hasta el próximo 12 de septiembre, en un mes en el que de nuevo son los turolenses los que más frecuentan el pantano. García comentó que en julio el 80% suelen ser turolenses y el 20% visitantes de fuera, mientras que en agosto la gente de fuera que acude sube al 70%, muchos de ellos valencianos, madrileños y vascos, mientras que los turolenses son solo un 30%.

Olas de calor

La afluencia este verano ha estado acompañada también por las olas de calor, al aumentar las visitas durante esos días para refrescarse. García destacó que las personas que acuden al pantano valoran la belleza del paisaje natural y su limpieza, además de la posibilidad de poder utilizar las embarcaciones que se alquilan, que aseguró que habían estado “a tope”.

García apuntó que de cara al próximo año sí incidirán en que se señalice mejor el otro aparcamiento que hay en el pantano, el denominado para cazadores en la parte superior donde están los edificios de la CHJ, porque uno de los problemas que existen es la limitación de espacio para estacionar en el área que hay junto a la presa. 

 

 

 

 

 

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