El Curso de Truficultura de la UVT pasa de cuatro a cinco días y aún tiene plazas libres
Una de las conferencias se centrará en la realización de un estudio de viabilidad económicaEl Curso de Truficultura Práctica de la Universidad de Verano de Teruel-Fundación Antonio Gargallo se realizará entre los días 12 al 16 de febrero y, aunque las inscripciones ya están abiertas, todavía quedan plazas libres. Las principales novedades de este año, en el que la actividad alcanza su novena edición, es que habrá un día más de curso, puesto que se prolongará hasta el viernes debido a que había mucha materia condensada en cuatro días.
Además, este año habrá una ponencia centrada en la realización de un estudio de viabilidad del cultivo puesto que se ha detectado entre los participantes que muchos afrontan la plantación con una gran ilusión, pero sin tener en cuenta todos los gastos que deberán afrontar para que sea productiva. En este sentido, la directora del curso, María Martín, indicó que algunos de los asistentes no contaban con determinados imprevistos y destacó la importancia de contar con un estudio previo en este sentido. “Cada vez buscamos una mayor profesionalización del sector, que los truficultores sepan a lo que se van a enfrentar”, dijo.
En el curso, que se impartirá en Mora de Rubielos e incorporará salidas de campo a poblaciones cercanas, no se darán “recetas mágicas” para cultivar la trufa, sino que se pretende que los participantes cuenten con herramientas para luego poder aplicarlas y ajustarlas a las condiciones particulares de sus propias parcelas: “Buscamos que sean capaces de comprender el porqué para usar esos conocimientos adquiridos en sus fincas particulares”, especificó la directora. Por otro lado, la procedencia de los asistentes es siempre muy variada ya que hay de todos los puntos de España donde se cultiva trufa y también hay alumnos que proceden del extranjero.
Punto de encuentro
Otros años se cubrían las plazas en muy pocas horas después de abrir el periodo de inscripción, pero este año no se ha publicitado el curso y María Martín confía en que se ocupen todas porque se trata de un curso muy esperado y que se ha convertido, a lo largo de las ocho ediciones ya celebradas, “en un punto de encuentro y de compartir conocimiento” tanto para interesados en el sector como para los investigadores.
La directora indicó que se trata de un curso muy cercano a las necesidades del sector, en función de cuya demanda ha ido adaptando las charlas y talleres. Además, indicó que hay una gran conexión entre el sector trufero y los avances en la investigación y “conforme avanzan los proyectos se dan a conocer”, aseguró, para añadir que incluso durante las sesiones del curso se avanzan proyectos cuyos resultados aún no se han publicado o que no están concluidos, lo que supone, concretó Martín, “una diferencia abismal con respecto a lo que ocurre en otros campos”.
El número de plazas ofertadas es de 50, un número que cada año deja a muchos interesados en lista de espera. La organización no quiere ampliar el alumnado para poder facilitar así la participación e intercambio de inquietudes y, sobre todo, para realizar las salidas de campo de forma más operativa.
Entre los participantes hay personas con diferentes conocimientos sobre truficultura, algunas están comenzando ahora con sus plantaciones y otras que ya tienen una dilatada experiencia pero que quieren continuar formándose.