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El Crystal Palace de Londres, el parque de  los dinosaurios que rememora Tierra Magna El Crystal Palace de Londres, el parque de  los dinosaurios que rememora Tierra Magna
Vista panorámica del Crystal Palace Dinosaurs de Londres, inaugurado en 1854, en la zona donde están reconstruidos los dinosaurios

El Crystal Palace de Londres, el parque de los dinosaurios que rememora Tierra Magna

Hace 170 años se inauguró la primera exposición al aire libre sobre estos animales que todavía perdura
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La dinomanía nació a mediados del siglo XIX en la Inglaterra victoriana. En junio se cumplirá el 170 aniversario de la inauguración del primer parque paleontológico del mundo, construido en Londres, que mostró cómo eran los animales extintos del pasado geológico y no solo los dinosaurios. Fue en Sydenham Hill, al sur de Londres, donde se instaló, y allí siguen en pie casi dos siglos después las que fueron las primeras reconstrucciones de cómo era el aspecto real de los dinosaurios en vida más allá de sus huesos fosilizados. El lugar se llama Crystal Palace Dinosaurs, al que rememora Terra Magna de Dinópolis, el espacio del parque paleontológico turolense dedicado al mismo fin y que permite ver cómo ha evolucionado la representación de estos animales desde la época victoriana.

Terra Magna es uno de los espacios más concurridos por los visitantes de Dinópolis. Las redes sociales están llenas de imágenes tomadas por los turistas en este lugar junto a las reconstrucciones a tamaño natural y de gran realismo que muestran cómo eran los dinosaurios antes de su extinción hace 66 millones de años.

El sitio recuerda al que fue el primer parque paleontológico del mundo en el que por primera vez se mostró el aspecto que tenían los dinosaurios, el Crystal Palace Dinosaurs de Londres. Reúne algunas de las especies que como Iguanodon, los anquilosaurios o  los megalosaurios, se reconstruyeron por primera vez en aquel enclave londinense, en el que al igual que hoy hacen los paleontólogos y restauradores de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, se les dio el aspecto que debieron tener en vida de acuerdo con los conocimientos científicos de la época.

En Tierra Magna de Dinópolis es posible ver cómo ha evolucionado esa representación en dos siglos, desde que hace 200 años William Buckland describiera el primer dinosaurio, Megalosaurus, en febrero de 1824; y que Gideon Mantell sentara también ese año las bases que permitieron describir el segundo, Iguanodon, que se hizo oficial a principios de 1825.
 
En Tierra Magna, de Dinópolis, se representan los dinosaurios según los cánones científicos actuales, como ‘Iguanodon’, además de anquilosaurios y megalosaurios


Este año se cumple también el 170 aniversario de las primeras representaciones corpóreas que se hicieron de estos animales con la inauguración el 10 de junio de 1854 del parque de los dinosaurios del Crystal Palace, que estuvo a cargo de la propia reina Victoria y el príncipe Alberto y que reunió ese día a más de 40.000 personas atraídas por estos descomunales animales extinguidos hace millones de años.

El parque quería mostrar a los ciudadanos cómo eran los animales extintos del pasado no solo del Mesozoico sino también del resto de las eras geológicas. Lo que ocurrió es que los cuatro dinosaurios que hay representados,   de tres géneros distintos, así como los reptiles marinos del mismo periodo, cautivaron la atención del público por su descomunal tamaño y se convirtieron a lo largo de estos dos siglos en iconos de la dinomanía, la pasión que despiertan estos animales.

El paleontólogo José Luis Sanz, que fue quien describió el primer género de dinosaurio de España, Aragosaurus ischiaticus de Galve, y autor de libros de divulgación de referencia en la materia como Cazadores de dragones o Dinosaurios y otros animales, asegura que aquel parque londinense cautivó de tal manera al público que tuvo una gran repercusión social.

Cuenta que se vendieron láminas con las reconstrucciones, así como “pequeñas copias en escayola o bronce”, mientras que los periódicos se llenaron de noticias sobre el asunto. “Había nacido la dinomanía”, sostiene el científico.

De la misma opinión es la historiadora de la ciencia Deborah Cadbury, que en el ensayo Los cazadores de dinosaurios. El descubrimiento del mundo enterrado antes del Diluvio Universal, afirma que “así despegó la primera ola de dinomanía” de la mano de Richard Owen y de Waterhouse Hawkins. El primero fue el naturalista que asesoró científicamente la construcción de estas esculturas, y que en 1842 acuñó el término Dinosauria (lagartos terribles) para englobar lo que se conoce como dinosaurios; y el segundo el artista que se encargó de hacerlas.

Quienes visitan Londres y se suben al London Eye, la gigantesca noria situada junto al Támesis que ofrece unas vistas panorámicas espectaculares, cuentan que desde lo alto se ve la Torre Eiffel. Exageran un poco porque lo que de verdad se ve hacia el sur es la torre de radiodifusión y telecomunicaciones de Sydenham Hill, cuya apariencia recuerda algo a la famosa torre parisina.

En aquel lugar se creó en 1854 el parque del Crystal Palace. Esta nave de cristal había albergado en 1851 la Exposición Universal de Londres en Hyde Park, en el centro de la ciudad. Se trasladó a las afueras  para crear una zona de esparcimiento que, ante el éxito que había tenido la muestra de fósiles exhibida en la Exposición Universal, se completó con la reconstrucción a tamaño natural de cuatro dinosaurios, así como otros animales extintos en una muestra al aire libre que ofrece un recorrido por el pasado de las distintas eras geológicas.

Pioneros


Los trabajos previos de William Buckland y Gideon Mantell, unido al empeño de Richard Owen y Waterhouse Hawkins, y los hallazgos de Mary Anning, convirtieron este lugar en un emblema de la divulgación científica de la historia de la vida en la Tierra. José Luis Sanz sostiene que “sentaron las bases de nuestro conocimiento de los dinosaurios”, momento a partir del cual “la paleontología no volvería a ser la misma”, puesto que “incrementaron notablemente el interés social hacia la ciencia de los fósiles y su implantación cultural”.

Al igual que en Dinópolis, representan animales extintos hallados en la zona, que es lo que diferencia el parque paleontológico turolense de otros sitios que se han sumado al tirón de estos gigantes sin contar con este patrimonio fósil. Se construyeron con estructuras internas de hierro, ladrillo y cemento, y desde 2013 la asociación Friends of Crystal Palace Dinosaurs (FCPD) se encarga de su preservación y restauración para que este patrimonio cultural de referencia mundial pueda ser legado a futuras generaciones, además de promover la divulgación científica que comenzó hace dos siglos y de la que Dinópolis es digno heredero.

‘Bosque Pétreo’ homenajea en Castellote las reconstrucciones londinenses


La réplica de una de las reconstrucciones de dinosaurios que Richard Owen y Waterhouse Hawkins hicieron para el Crystal Palace Dinosaurs de Londres puede verse en la sede de Dinópolis en Castellote, llamada Bosque Pétreo. Se trata de la reconstrucción de Iguanodon, que el naturalista y el artista británico hicieron mostrándolo con un aspecto mamiferoide y con un cuerno en el hocico. La recreación sirve en esta sede para enseñar a los visitantes cómo ha evolucionado la representación de los dinosaurios a lo largo del tiempo en función del conocimiento científico. El cuerno en realidad es el espolón que tenían en las manos de las patas delanteras.