El vicepresidente de Aragón, Arturo Aliaga, interviniendo en el Congreso este martes
El Congreso, a favor de dar vía libre a la reforma del Estatuto de Aragón que asegura los 14 diputados autonómicos por Teruel
Una vez aprobada formalmente la toma en consideración en el Congreso, comenzarán los trámites previstos para una norma que tiene la consideración de Ley Orgánica
Todos los grupos parlamentarios han mostrado hoy en el pleno del Congreso su voluntad de dar vía libre a la reforma del Estatuto de Aragón, que prevé suprimir los aforamientos y garantizar 14 escaños a Teruel a pesar de la despoblación.
Aunque el pleno no había votado a primera hora de la tarde de hoy, lo cierto es que todos los portavoces han mostrado su aprobación en el debate sobre la reforma del estatuto, que a su vez recibió el impulso unánime de las Cortes de Aragón el pasado mes de junio.
El nuevo texto prevé la supresión de los aforamientos de los miembros del ejecutivo autonómico y de sus Cortes y la garantía de un mínimo de 14 escaños a cada circunscripción autonómica, al margen de su población.
Una vez aprobada formalmente la toma en consideración en el Congreso, comenzarán los trámites previstos para una norma que tiene la consideración de Ley Orgánica.
Tres diputados aragoneses han comparecido en el Congreso para defender la propuesta de Ley. El presidente del Partido Aragonés y vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, ha sido el primero en intervenir, y lo ha hecho orgulloso de seguir “comprometido en desarrollo del estatuto” después de cuarenta años de vida de la norma, que ahora debe actualizarse.
La segunda integrante de la delegación aragonesa, la popular María del Mar Vaquero, ha defendido “que los representantes de los aragoneses no somos más que ellos”, por lo que la eliminación del aforamiento debe ser vista como un avance hacia la normalidad.
Y por su lado, la diputada de Ciudadanos Beatriz García, ha insistido en que la reforma garantiza la igualdad de los ciudadanos al margen del territorio en el que vivan.
El diputado Tomas Guitarte, de Teruel Existe, ha mostrado su aprobación de la reforma, tanto porque suprime “el anacronismo de los aforamientos” como porque garantiza una mínima representación a territorios como Teruel, que ha perdido escaños al tiempo que perdía población.
“Esa medida, de todos modos, es una venda en una vena que sigue abierta”, ha señalado en alusión al problema de la despoblación y el desequilibrio territorial.
Diputados como Pablo Echenique (UP), Pedro Fernández (VOX) o Sara Giménez (Cs), han aprovechado el debate sobre la supresión de los aforamientos en Aragón para defender la extensión de la medida al ámbito nacional.
El popular Eloy Suárez Lamala ha recordado que existe una importante jurisprudencia que no considera los aforamientos un privilegio anacrónico, pero ha asumido que “se trata de una cuestión que demanda la ciudadanía y estamos dispuestos a debatirla”.
"No puede ser que, según de dónde provenga un diputado, se le aplique una jurisdicción u otra", ha concluido, para reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez que tome la iniciativa.
El socialista Rufino Sancho ha alabado el consenso en Aragón, impuesto por la pluralidad de su sociedad.
Y ha añadido que “los aforamientos son una figura jurídica que la sociedad percibe como anacrónica, algo que otras autonomías han entendido también. Si deseamos contrarrestar la desafección de los ciudadanos hacia la política, debemos equipararnos jurídicamente con los ciudadanos”.
El Estatuto de Autonomía de Aragón entró en vigor el 10 de agosto de 1982 y tras cuarenta años afronta su cuarta reforma tras las aprobadas en 1994, 1996 y 2007.
Aunque el pleno no había votado a primera hora de la tarde de hoy, lo cierto es que todos los portavoces han mostrado su aprobación en el debate sobre la reforma del estatuto, que a su vez recibió el impulso unánime de las Cortes de Aragón el pasado mes de junio.
El nuevo texto prevé la supresión de los aforamientos de los miembros del ejecutivo autonómico y de sus Cortes y la garantía de un mínimo de 14 escaños a cada circunscripción autonómica, al margen de su población.
Una vez aprobada formalmente la toma en consideración en el Congreso, comenzarán los trámites previstos para una norma que tiene la consideración de Ley Orgánica.
Tres diputados aragoneses han comparecido en el Congreso para defender la propuesta de Ley. El presidente del Partido Aragonés y vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, ha sido el primero en intervenir, y lo ha hecho orgulloso de seguir “comprometido en desarrollo del estatuto” después de cuarenta años de vida de la norma, que ahora debe actualizarse.
La segunda integrante de la delegación aragonesa, la popular María del Mar Vaquero, ha defendido “que los representantes de los aragoneses no somos más que ellos”, por lo que la eliminación del aforamiento debe ser vista como un avance hacia la normalidad.
Y por su lado, la diputada de Ciudadanos Beatriz García, ha insistido en que la reforma garantiza la igualdad de los ciudadanos al margen del territorio en el que vivan.
El diputado Tomas Guitarte, de Teruel Existe, ha mostrado su aprobación de la reforma, tanto porque suprime “el anacronismo de los aforamientos” como porque garantiza una mínima representación a territorios como Teruel, que ha perdido escaños al tiempo que perdía población.
“Esa medida, de todos modos, es una venda en una vena que sigue abierta”, ha señalado en alusión al problema de la despoblación y el desequilibrio territorial.
Diputados como Pablo Echenique (UP), Pedro Fernández (VOX) o Sara Giménez (Cs), han aprovechado el debate sobre la supresión de los aforamientos en Aragón para defender la extensión de la medida al ámbito nacional.
El popular Eloy Suárez Lamala ha recordado que existe una importante jurisprudencia que no considera los aforamientos un privilegio anacrónico, pero ha asumido que “se trata de una cuestión que demanda la ciudadanía y estamos dispuestos a debatirla”.
"No puede ser que, según de dónde provenga un diputado, se le aplique una jurisdicción u otra", ha concluido, para reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez que tome la iniciativa.
El socialista Rufino Sancho ha alabado el consenso en Aragón, impuesto por la pluralidad de su sociedad.
Y ha añadido que “los aforamientos son una figura jurídica que la sociedad percibe como anacrónica, algo que otras autonomías han entendido también. Si deseamos contrarrestar la desafección de los ciudadanos hacia la política, debemos equipararnos jurídicamente con los ciudadanos”.
El Estatuto de Autonomía de Aragón entró en vigor el 10 de agosto de 1982 y tras cuarenta años afronta su cuarta reforma tras las aprobadas en 1994, 1996 y 2007.