El confinamiento incrementa las ventas online de los secaderos de la provincia

El confinamiento ha estimulado las ventas online de artículos de primera necesidad y de ello se ha beneficiado el sector de la agroindustria turolense, especialmente el Jamón de Teruel, cuyas empresas más avezadas están aumentando sus ventas a particulares, compensando así la caída en picado de los ingresos procedentes del sector de la hostelería. 

La venta online de productos se ha incrementado un 55% desde el comienzo del estado de alarma, el pasado 14 de marzo, según datos del comercio online Bebitus recogidos por la plataforma de venta a través de Internet Back Market. 

Según explica Back Market en un comunicado, las transacciones de productos de electrónica han experimentado un crecimiento de un 138,5% durante la crisis debido al aumento del teletrabajo. Además, los productos de alimentación, farmacia, mobiliario o deporte continúan siendo los más demandados por los españoles.

Por contra, sectores como el de la moda “están parados”, explica uno de los pioneros de comercio electrónico en todo el mundo, el oscense Carlos Barrabés, quien subraya que el momento actual pone de manifiesto que el comercio digital “es la manera de hacer y se está consolidando rápidamente”, pues “los que no sabían están aprendiendo a utilizarlo” por necesidad y “los que ya sabían están funcionando” en plena crisis económica derivada del Covid-19.

Ubicado en La Puebla de Valverde, el secadero de jamones Aire Sano, del Grupo Tervalis, en las últimas tres semanas ha multiplicado por tres sus ventas de jamones tanto en España –su mercado principal– como en Italia y Francia. La crisis sanitaria ha coincidido con su campaña Todoesverdad.com, en la que hace gala de los valores de desarrollo sostenible, denominación de origen, producción libre de antibióticos y bienestar animal que se traducen en la calidad de sus productos, demandados mayoritariamente por un consumidor de entre 35 y 50 años.

Sin campaña de promoción previa, Jamones Peñarroya ha mejorado sus ventas por Internet a toda España “casi un 70% en este último mes” con respecto a lo facturado en 2019, explica su gerente, José Miguel Antolí. En su caso, vendía “muy poco a bares y restauración” y su principal mercado, tiendas y carnicerías, sigue abierto. En cuando a los particulares, “cada vez tenemos más clientes porque los que compran, repiten”, y el posicionamiento de la web “es bueno”. 

Tampoco le va mal a Elaborados las Torres, que desde Teruel vende un 15% más que el año pasado, aunque su gerente, Daniel Sánchez, no lo asocia directamente al coronavirus, sino que “todos los años incrementamos al cambiar los hábitos de compra del consumidor”. Tienen más carnes en su catálogo, pero lo que más venden online son los jamones enteros. 

El vino no repunta

El sector del vino no ha repuntado especialmente sus ventas online. La bodega de Tervalis, Amprius Lagar, está “igual” que antes de la crisis sanitaria, igual que la Cooperativa de Cretas. Sí ha incrementado ligeramente el negocio de aceites y vinos Alcober, en Valdeltormo. No tienen tienda virtual propiamente dicha aunque sí están aprovechando para remodelar la web y el catálogo, explicó Gabriel Alcober, quien apuntó a un “cambio de estrategia” en lo sucesivo, si bien sus ventas ya estaban muy diversificadas y “solo nos caerá alguna bofetada, no todas”.

Venta d’Aubert, también en Cretas, no tiene tienda online propia pero en pocos días entrará a formar parte de Bodegas Bio, un nuevo mercado online de vinos ecológicos, biodinámicos y naturales elaborados por pequeños productores. “Hemos entendido que Internet es una forma importante de vender el vino”, dijo Philippe Crélot, responsable de visitas y ventas de la bodega. 

Tampoco está vendiendo demasiado desde Foz Calanda Manuela Lisbona, de Mermeladas El Ababol, aunque ella misma desaconseja comprar online productos gourmet durante el confinamiento. “No es momento para comprar mi producto”, reconoce, pues no es de primera necesidad. A quien le gusten sus elaboraciones, recomienda que no exponga a los repartidores y las compre en la tiendas que las tengan, que no son muchas porque muchos comercios gourmet de alimentación están cerrados.

“El que ya estaba digitalizado se está dando cuenta ahora del valor que tiene, sobre todo los que no pueden ir a los establecimientos a vender porque están cerrados”, dijo la técnico del área de Comercio Interior de Cámara de Comercio de Teruel, Nuria Ros, quien explicó que las plataformas de venta online que ya existían “están aprovechando para ponerse al día y refrescar fichas de producto”.

A esta labor se está dedicando Tomás Moya, de la agencia de diseño web y marketing online de Teruel y provincia Dato360. “Se está haciendo bastante trabajo de adaptaciones y puestas a punto, y nuestros clientes han notado bastante el aumento en volumen de pedidos” a través de un mejor posicionamiento y mejores descripciones de productos, señaló.

Ha irrumpido para quedarse

Uno de los clientes de Moya es José Domingo Villarroya, gerente de Servimotor, que ha notado más movimiento de pedidos en los últimos días aunque reconoce que la empresa ha llegado “un poco tarde” a la digitalización. Sin embargo, está convencido de que “va a funcionar” este mercado y “nos va a hacer trabajar de distinta manera”. Ya no hay que viajar a Teruel para comprar un garrafa de aceite para el tractor, sino que  la puedes pedir y que te la lleven a portes pagados. 

Tomás Cirugeda, de la Librería Escolar de Teruel, saca “un par de pedidos casi todos los días”, aunque como lleva poco más de un año con la tienda online no se atreve a atribuir sus ventas a la situación actual. No obstante, hasta ahora apenas le suponía un 1% del total del negocio. La novela histórica e infantil y el material escolar y para oficina le están salvando tímidamente su facturación habitual. 

El comercio online “es un paso de supervivencia a corto plazo pero de progreso para el futuro”, por lo que Barrabés, referente mundial del e-commerce, anima a quien no estaba adaptado a “repensar su empresa” y aprovechar este periodo de impás para “pensar y formarse”. En este sentido, ha abierto el canal de Youtube de la Barrabés Attitude Academy para dar cursos gratuitos de digitalización a pymes y autónomos.

“La sociedad española era escéptica en lo relacionado a cambiar sus hábitos de compra, pero, al no tener otra opción, está probando nuevas alternativas, lo que probablemente conlleve a un aumento del uso de estas plataformas de aquí en adelante”, explicó el consejero delegado de Back Market, Hug de Larauze.

Desde la plataforma apuntan que, aunque las ventas se hayan incrementado durante el confinamiento, “es necesario fidelizar al cliente para que cuando pase la crisis los consumidores españoles sigan comprando online”. Teruel no debería perder este tren. 

“No vale crear a la desesperada una tienda; milagros no se pueden hacer”

La empresa especializada en marketing online AraWeb ha recibido en las últimas semanas llamadas de muchas pymes y autónomos interesadas en el comercio online, pero “poca gente se lanza de momento” porque “para montar un e-commerce bien hecho hay que invertir” tiempo y dinero, dijo Raúl Ramón, que instó a rehuir parches de urgencia que pronto quedarán inservibles.

“El futuro es la combinación entre tecnología, sostenibilidad y diferenciación”, apuntó Barrabés, que aseguró que Teruel tiene producto de sobra para hacer las cosas bien. 

No obstante, no hay por qué fijar la meta a corto plazo en la venta online, sino que existen pasos intermedios. “No vale intentar a la desesperada crear una tienda online, porque milagros no se pueden hacer. Pero sí puedes crearte una cuenta en Instagram o en Facebook, que es más sencillo, o utilizar WhatsApp Business para recepcionar pedidos e interactuar con el cliente”, dijo Ros. 

Esta es la estrategia que ha elegido Vicente San Francisco, gerente de Quesos Hontanar, en Aguilar del Alfambra. “Hemos bajado del orden del 50% nuestros ingresos”, explicó, pues muchos de sus clientes eran “bares, restaurantes, tiendas de turismo y especializas”. 

Sin embargo, los oriundos de Aguilar que residen en Madrid, Zaragoza o Barcelona, y otros clientes particulares habituales mantienen las compras. Ahora las reciben por mensajería para que puedan seguir disfrutando de un producto que hubieran comprado en el pueblo en Semana Santa.