El colectivo Acacia de Teruel presenta propuestas al borrador del PGOU por una ciudad más amable

Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente la asociación de Amigos de los Árboles Acacia presentó las aportaciones que ya han hecho llegar al Ayuntamiento para el borrador del avance de revisión del PGOU, con el objetivo de conseguir una ciudad más amable con el ciudadano, donde se incrementen los metros cuadrados de zonas verdes por habitantes y donde se establezcan ejes verdes de conexión. 

La presentación de las aportaciones se hizo junto a la antigua acacia situada frente a la iglesia de la Merced. Aunque se trata de una especie invasora, este ejemplar lleva años en la ciudad, como muestran antiguas fotos en blanco y negro de antes de la Guerra Civil y por ese es el símbolo de esta organización que, aunque de reciente creación está muy activa durante todo el año.

 La presidenta de la asociación, Carmen Sanz, explicó que el trabajo de la asociación se enmarca dentro del medio ambiente y en concreto en la ciudad de Teruel y en su arbolado. “Desde el principio tenemos un gran interés por aportar nuestro punto de vista y nuestras reivindicaciones y también nuestras acciones como actividades de limpieza y reforestación”, indicó.

Esto es lo que también les llevó a aportar su granito de arena en el borrador del PGOU y explicar qué es lo que ven mejorable en todo los referente a la vegetación y al arbolado de la ciudad. 

Alejandra Julián es otra integrante  de la asociación y ha sido la responsable de elaborar estas aportaciones y preparar  el documento que entregaron  al Ayuntamiento en este proceso participativo.

El informe tiene en cuenta dos ejes fundamentales: el patrimonio natural y paisaje formaría un o de esos ejes y el otro la importancia de definir instrumentos de ordenación y protección para el arbolado y por extensión de la infraestructura verde.

Aumentar la ratio

La asociación apuesta por aumentar la ratio de árboles y zonas verdes por habitante y en este sentido recuerdan que la Organización Mundial de la Salud  (OMS) recomienda disponer de al menos entre 10 y 15 m2 de zonas verdes por habitante, distribuidos equitativamente, con un árbol por cada tres habitantes. Según los datos de esta asociación, Huesca y Zaragoza estarían bien posicionados pero en el caso de Teruel, no está claro cuál es este ratio y no debería contar con el arbolado del parque de las Arcillas porque es periurbano.

Acacia pide en este sentido un estudio sobre el arbolado urbano. La asociación recuerda que en mayo de 2018 se aprobó una propuesta en pleno un Plan de Arbolado del que no se sabe nada, cuando este tipo de documentos se debería incluir en el Plan General.

Para hacer sus aportaciones, este colectivo ha centrado su mirada en dos zonas verdes del entorno de la ciudad como son el parque de Las Arcillas y la ribera del río Turia, “dos enclaves de los que habla el documento del Plan General”, como recuerda Julián.

En las dos zonas ha habido propuestas de intervención como la que se englobó en el concurso Europark para la vega hace diez años o el que desarrolló la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Zaragoza con propuestas de intervención en arcillas, dentro del programa europeo Life+, en los años 2012-2013, pero no se han llevado a cabo o han pasado desapercibidas.

“Ahora el Plan General quiere retomar estos trabajos”,apuntó Julián y plantearlos como base. “En la asociación conocemos estas propuestas que aportan ideas interesantes que deberían tenerse en cuenta para regenerar estas zonas”, consideró Julián que defendió que se haga siempre “con una visión de conjunto integradora con la ciudad”.

 En el caso de la ribera del río Turia, donde actualmente existe un proyecto para llevar a cabo su adecuación medioambiental dentro de la estrategia Edusi que se financia con fondos europeos Feder, desde la asociación han planteado varias medidas como la eliminación de una especie invasora como es el alianto o potenciar  la corta y destoconado (si es posible) de los ejemplares de chopo canadiense existentes en las orillas del río, que también es una especie exótica que puede ocasionar problemas. También consideran interesante recomponer la ribera con taludes. y realizar plantaciones de especies autóctonas. Tanto este enclave como el entorno de las Arcillas  son para la asociación “dos unidades paisajísticas de gran valor que necesitas una conexión clara con la ciudad a la que envuelven y un interconexión con el resto de espacios verdes”. Se conseguiría así crear “una infraestructura verde de la ciudad” que se encargaría de ordenarla.

Entre las medidas que plantean para estas conexiones está romper “las barreras” que originan las infraestructuras viarias y ferroviarias y para ello son partidarios de crear puentes y pasarelas que el PGOU ha de incluir. 

La asociación defiende además una ciudad sostenible dondes se trabaje por frenar el cambio climático, por mejorar la calidad del aire, frenar la contaminación acústica o fomentar el ahorro energético “siempre buscando un equilibrio entre el bienestar de las personas y el respeto al medioambiente”.