El Cita analiza el ADN de las bacterias que viven en la trufa para aprovecharlas mejor
Un investigador turolense está ahora en Michigan (EEUU) desarrollando el trabajo de laboratorioEl Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (Cita) está analizando en la Universidad del Estado de Michigan diferentes muestras de trufa negra y de la tierra de alrededor para extraer el ADN de los microorganismos que hay en ellos con el fin de conocer un poco más cuáles hay en cada momento de la trufa. El encargado de desarrollar el análisis es Pedro Marco, experto en pos cosecha de trufa e investigador del Cita.
La actuación está financiada por el proyecto competitivo a nivel nacional del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (Inia) denominado Caracterización de la microbiota asociada al ciclo biológico de la trufa negra e influencia sobre el desarrollo vegetativo y la fructificación.
El proyecto, cuyo investigador principal Sergio Sánchez Durán, del Cita, incluye la estancia en la Universidad del Estado de Michigan de Pedro Marco, que está trabajando con dos expertos mundiales en biología y genética de trufas, los doctores Gregory Bonito, investigador principal del laboratorio, y el italiano Gian Maria Niccolò Benucci, con gran experiencia en truficultura.
El objetivo de la estancia es, mediante técnicas de secuenciación masiva de ADN, analizar in situ alrededor de 500 muestras de trufas y suelos truferos de Teruel.
Hasta ahora se han estudiado aquellos microorganismos que degradan las trufas para lograr conservar sus propiedades, pero esta investigación va más allá porque se secuencia el ADN de esos microorganismos, “obtienes toda la información genética de cada una de las especies que hay ahí”, según matiza Pedro Marco.
El objetivo de este trabajo es dar un paso más en el conocimiento de los bacterias que se desarrollan junto a la trufa.
Exhaustivo análisis
La secuenciación masiva de ADN aplicada a la identificación de microorganismos se conoce como metagenómica y es el análisis de ADN microbiano de todo lo que existe. Permite conocer el total de hongos y bacterias presentes en una muestra determinada.
No sólo los que pueden ser cultivados en laboratorio, sino los que por poseer un crecimiento demasiado lento o tener requerimientos nutricionales muy específicos no son detectados en los análisis convencionales in vitro.
La ingente información que se obtiene de cada muestra (millones de secuencias de ADN de bacterias y hongos en un gramo de suelo) debe se trata con herramientas estadísticas potentes, lo que se conoce como bioinformática.
El proceso es, como apunta el investigador del Cita, bastante largo por lo que el análisis se realizará una vez haya regresado ya a España.
La estancia en EEUU responde a que en Aragón solo hay dos empresas que cuentan con la maquinaria para hacer esta secuenciación, pero en ambos casos no es el propio investigador del Cita el que lo lleva a cabo. Además, el trabajo en Michigan va a servir para estrechar lazos de colaboración con esta universidad en materia de truficultura.
Marco comentó que aunque se conoce que bacterias trufa y árbol están en simbiosis, no se sabe qué bacterias lo propician y cuál es su función.
“Ahora queremos saber qué es lo que hay para, en el futuro, plantear otro proyecto con el que saber cómo actúan de cara a utilizar estas bacterias para lograr una mayor producción”, dice.
El experto ha centrado su labor hasta ahora en los microorganismos que degradan la trufa pero ahora quiere ir un poco más allá y saber si, además de destruirla, tienen algún beneficio