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El Centro de Día Santa Emerenciana rinde homenaje a María Socorro Nieto por sus diez años en el Aula de Demencias El Centro de Día Santa Emerenciana rinde homenaje a María Socorro Nieto por sus diez años en el Aula de Demencias
Homenaje a María Socorro Nieto

El Centro de Día Santa Emerenciana rinde homenaje a María Socorro Nieto por sus diez años en el Aula de Demencias

Este servicio municipal ofrece tratamiento y cuidado a las personas afectadas por esa enfermedad
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El Centro de Día Santa Emerenciana de Teruel rindió homenaje a María Socorro Nieto por sus diez años en el Aula de Demencias. Acompañada de otros usuarios y trabajadores del centro, así como familiares, María Socorro recibió un ramo de flores y pudo disfrutar con una actuación de la rondalla dedicada especialmente para ella. Al acto asistió la concejal de Servicios Sociales, Nuria Tregón.

En años anteriores fueron Leonor Bañón y Rosario Montón quienes recibían ese homenaje como usuarias durante diez años del aula, y en esta ocasión le corresponde a María Socorro Nieto, por sus diez años de tratamiento como enferma de Alzheimer ya que ingresó en el aula el 15 de febrero de 2010.

Desde el Centro de Día Santa Emerenciana se da mucha importancia a estos hechos, ya que consideran que “sin duda alguna, el trabajo que se viene desarrollando en el aula de demencias es el adecuado, y prueba de ello son los resultados obtenidos: personas diagnosticadas con la enfermedad de Alzheimer u otras demencias que llevan en el centro diez años y con vistas a seguir en él, ya que sus capacidades físicas y cognitivas siguen permitiéndoselo”.

Por el Aula de Demencias han pasado 272 usuarios desde que abrió sus puertas en el año 2000, una cifra no muy elevada que prueba los buenos resultados de las terapias y tratamientos que se dan, ralentizando el tiempo de deterioro que inevitablemente cursará en una dependencia total.

El Aula de Demencias desarrolla una importantísima labor de tratamiento y cuidado de personas diagnosticadas con enfermedades que se caracterizan por mostrar una serie de síntomas relacionados con el deterioro de ciertas capacidades cognitivas y la pérdida de memoria. Para poder tratar estos síntomas y mejorar la vida tanto del que sufre de demencia como de su familia nacen los Centros de Día, entendidos como el equipamiento sociosanitario y de apoyo familiar que ofrece, durante el día, atención a las necesidades personales básicas, terapéuticas y socioculturales de personas mayores afectadas por diferentes grados de dependencia, promoviendo su autonomía y la permanencia en su entorno habitual.

Atención a los enfermos y a sus familias

En el centro trabaja personal cualificado y específico para el tratamiento y cuidado de estas personas y de sus familias. Se desarrolla un  trabajo psicosocial con las familias para que puedan entender, comprender  y aceptar la enfermedad de su ser querido y adquirir habilidades que le ayuden a sobrellevar adecuadamente su enfermedad; y un trabajo fisioterapéutico y de terapia ocupacional con todos los usuarios del aula que permitan mantener el mayor tiempo posible las capacidades físicas y cognitivas que la enfermedad va robándoles poco a poco.

Para los profesionales del aula, es de vital importancia que el usuario acuda al Centro de Día en cuanto sea diagnosticado de demencia, ya que cuanto antes inicie el proceso de tratamiento a nivel físico y cognitivo mayor será el tiempo que logre mantener su autonomía para las actividades de la vida diaria, de relación con el entorno y familia y de permanencia en el Centro de Día, y por lo tanto mayor también la tranquilidad y descanso de la familia.

De la misma opinión es Alicia Martín, la directora de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Teruel, quien recomienda a las personas que tengan algún familiar afectado por esta enfermedad que se acerquen al Centro donde recibirán información y podrán conocer el recurso, tanto para el futuro del usuario como de apoyo a ellos que son los cuidadores principales. Martín hace referencia a algunos síntomas que pueden hacer pensar que se padece alguna demencia: confusión, desorientación en lugares conocidos, dificultad en la realización de tareas cotidianas como las finanzas, las labores del hogar o el aseo personal así como depresión, cambios en la personalidad, pérdida apreciable de memoria o repetición de los mensajes, entre otros.