El Ayuntamiento de Teruel ordena el derribo de dos plantas de San Francisco 19 tras ser declaradas en ruina
Los vecinos reclaman el decreto dictado por el consistorio de la capitalEl Ayuntamiento de Teruel ha ordenado la demolición inmediata de tres de las nueve viviendas del edificio del número 19 la calle San Francisco de Teruel, contiguo a la finca que se derrumbó el pasado 13 de junio, tras haberlas declarado en estado de ruina inminente debido a los daños que sufrieron a raíz del siniestro.
La orden de derribo se ha dictado por motivos de seguridad debido a los daños que sufrieron estas viviendas a raíz del derrumbamiento, según adelantó Heraldo de Aragón.
El consistorio considera necesario demoler la segunda planta y el ático del edificio anterior al que se hundió el pasado 13 de junio, sin causar daños personales pero dejando a 21 familias sin casa.
La declaración de ruina inminente y la orden de demolición figuran en un decreto de alcaldía el pasado 18 de julio que ha sido notificado a los propietarios de los nueve pisos del inmueble del número 19, que se encuentra desalojado por motivos de seguridad desde el derrumbe.
Plazo de 20 días
El decreto les da un plazo de 20 días para presentar el proyecto de derribo y además les ordena apuntalar el edificio para garantizar su seguridad.
También les insta a instalar una cubierta provisional para evitar que, tras la demolición de las plantas superiores, el agua de lluvia penetre en las inferiores.
La comunidad de propietarios ha recurrido ante el Ayuntamiento la declaración de ruina y la consiguiente orden de demolición parcial.
El decreto de alcaldía que ordena la demolición parcial de la finca podría ser recurrido también ante los tribunales por la vía de lo Contencioso-Administrativo.
En caso de que los propietarios no acometan la demolición, el Ayuntamiento la podría ejecutar de forma subsidiaria y reclamar posteriormente el coste a los propietarios.
Los daños en las últimas plantas del edificio de San Francisco 19 son visibles desde el derrumbe del inmueble contiguo. En el ático llegó a desprenderse la pared y puede verse el interior de un despacho ubicado en una habitación abuhardillada, mientras que la segunda planta tuvo que ser apuntalada en los días posteriores al suceso por el riesgo que presentaba.
Lo que no se conoce por el momento son los daños que haya podido sufrir el resto de la edificación, algo que no será posible evaluar hasta que se complete el desescombro del número 21, que está previsto iniciar a partir del próximo mes de septiembre.
Esta es una de las razones que han llevado a los vecinos a recurrir el decreto de declaración de ruina y orden de demolición, ya que consideran que no tendría sentido asumir el elevado gasto que conllevaría el derribo de las dos últimas plantas si después se comprueba que hay que tirar el edificio entero.