El Asilo San José de Teruel seguirá intervenido hasta 28 días después del último caso de Covid detectado
Es uno de los 5 centros de Aragón cuya gestión ha asumido la DGACinco residencias de personas mayores siguen intervenidas por el Gobierno de Aragón para ayudarles en la gestión de los casos detectados de la COVID-19 entre sus residentes o trabajadores. Se trata de las residencias de Mallén, Illueca y el Portillo, en la provincia de Zaragoza, La Merced-Casa Amparo de Huesca y el Asilo de San José de Teruel.
El director gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Joaquín Santos, ha explicado, en declaraciones a Europa Press que tanto el Asilo de San José, como la residencia de Illueca estaba previsto que dejaran de estar intervenidas, pero han aparecido nuevos casos y ahora habrá de esperar 28 días desde el último detectado para que dejen de estarlo.
No obstante, otras que habían sido intervenidas ya no lo están, con la de Vera del Moncayo y Épila, en la provincia de Zaragoza, y la de Los Olivos de Huesca, en consonancia con el avance en el control de la pandemia del coronavirus que obligó al Gobierno de España a decretar el estado de alarma el pasado 13 de marzo, situación que todavía se mantiene, aunque ya se ha iniciado la desescalada del confinamiento.
Ese es el plazo que utiliza el Gobierno autonómico para considerar que un centro está libre de la COVID-19 y que equivale a dos cuarentenas de 14 días, ha aclarado Santos.
Asimismo, ha subrayado que tras unas semanas "muy duras e intensas", la situación va mejorando poco a poco. En estos momentos, quedan 120 centros residenciales con casos de la COVID-19 o con sospecha, mientras que 84 centros está libres de la enfermedad tras pasar 28 días sin ningún nuevo contagio con síntomas y otros 36 están en ese periodo de espera de dos cuarentenas sin casos.
Por otra parte, 48 personas siguen ingresadas en los centros COVID, creados por el Gobierno de Aragón para atender a personas que viven en residencias de mayores y que no precisan de ingreso hospitalario o que ya han sido dados de alta hospitalaria.
Durante toda la pandemia, en ellos se ha atendido a 500 personas. En total, han sido cinco, aunque a partir de ahora se van a mantener abiertos o en disposición de ser utilizados ante un posible rebrote tres, uno en la provincia de Huesca, en Yéqueda --el primero que se abrió--, otro en la de Zaragoza, en Casetas, y el tercero en la localidad turolense de Gea de Albarracín.
El gerente del IASS ha reconocido que el número de fallecidos por la COVID-19 que vivían en residencias es "muy elevado y la sensación ha sido de mucho dolor por parte de todos los que hemos tenido relación" con ellas.
Según los últimos datos del Boletín Epidemiológico de Aragón, 2.815 personas residentes en estos centros han resultado infectadas por la COVID-19 con confirmación por prueba PCR, 729 han fallecido y 1.501 han superado la enfermedad.
Santos ha dicho que ha sido una situación "muy complicada de vivir", con "muchos centros a la vez" donde aparecía algún caso, donde había trabajadores que debían estar en cuarentena y no acudir a su puesto lo que provocaba dificultad para atender a los residentes.
Ante estos casos, en ocasiones, ha sido preciso "hacer una intervención", a pesar de que antes de la pandemia eran centros que "funcionaban bien", ha dicho el gerente del IASS, que ha recordado que en la legislatura pasada se realizó un programa específico de inspección de estos centros que llevó a cerrar 21.
Sin embargo, ahora, o bien el director no podía estar en el centro o había alguna otra circunstancia que ha obligado a sustituirlo, además de que ha habido que utilizar procedimientos específicos para separar a los residentes, cuando estos centros tiene como finalidad habitual facilitar la convivencia y la relación, ha apuntado.
Asimismo, la Dirección General de Salud Pública ha intervenido algunos centros y se ha hecho cargo de la dirección médica, ha apostillado Joaquín Santos.
El gerente del IASS ha mencionado que durante la pandemia han gestionado la necesidad de personal, para lo que al inicio de la msima se crearon dos bolsas de trabajo, de personas con titulación y sin ella. Ha matizado que se ha precisado también de la colaboración de comarcas y ayuntamientos "especialmente en algunas zonas donde ha habido más dificultad para encontrar a trabajadores".
Igualmente, ha añadido que los centros COVID "han venido muy bien" para dar a las residencias más espacio y permitir la sectorización y la organización del trabajo y en muchas ocasiones se ha evitado "que hubiera más contagios".
A su entender, la afección en los centros residenciales ha sido mayor porque "es la única comunidad humana que quedado funcionando durante el confinamiento", además de que quienes viven en ellas son "las personas más vulnerables a este virus tan dañino".
El gerente del IASS ha asegurado que han actuado "con todas las energías" que han tenido y se ha hecho "un esfuerzo muy grande" para conseguir equipos de protección.
Según ha comentado, en los primeros días tuvieron que utilizar material recibido de donaciones empresariales y del Departamento de Sanidad y se priorizaba a las residencias y al personal que trataba con personas contagiadas.
Ha reconocido que si bien las residencias fueron declaradas servicios esenciales "al principio había medios muy escasos", después se comenzó a hacer un envío semanal de unos kits básicos, en mayor proporción a donde había personas contagiadas.
Para la distribución, se contó con el apoyo de los Agentes de Protección de la Naturaleza. Además, gracias a la colaboración entre el Departamento de Presidencia y CEOE Aragón se consiguió material de China y poco a poco ha mejorado el suministro.
Santos ha dicho que el IASS también ha realizado compra de material, que "ya hemos utilizado", y tiene previsto hacerse con un "fondo estratégico", concretamente de mascarillas quirúrgicas y FPP2 y de guantes por si hay un rebrote, si bien ha aclarado que todo el material está a disposición del conjunto el Gobierno de Aragón.
Desescalada
El gerente del IASS ha remarcado que las residencias han comenzado a beneficiarse de algunas medidas con motivo del inicio de la desescalada, siempre en el caso de que estén libres de la COVID-19, como permitir a las familias irse a despedir de un ser querido en sus últimos momentos.
Igualmente, ya son posibles las visitas de familiares en general, aunque con una serie de limitaciones y los residentes pueden dar paseos fuera del centro en el horario fijado para las personas mayores.
También se han iniciado los nuevos ingresos, siempre con la prueba de PCR negativa y con los primeros 14 días en aislamiento, es posible celebrar algunas actividades en grupo, manteniendo el distanciamiento y con equipos de protección, y que los residentes puedan ir al comedor, con un máximo de 10 comensales.
Santos ha manifestado que en la fase 3 de desescalada no hay ninguna novedad prevista en el área de servicios sociales y ha apelado a la prudencia "porque es la población más sensible", hay que avanzar "muy despacio" y tomando decisiones según evolucione la pandemia en Aragón y España, siempre "consensuadas" con Salud Pública.
Balance inicial
El gerente del IASS ha considerado que todavía serán necesarios unos meses para poder hacer un balance de lo ocurrido y poder valorar los datos, tanto los de Aragón, como de España y los países de la Unión Europea y del ámbito occidental.
A su entender, desde la Comunidad autónoma "se ha dado una repuesta adecuada a una situación imprevista", aunque "estamos apenados por las personas que han fallecido en los centros residenciales".
Ha recordado que en el Departamento y el IASS hubo "desde el primer momento" una reorganización de todos los servicios "y luego nos hemos ido ajustando a las circunstancias", e incluso se dieron instrucciones a las residencias y se celebró una reunión con los director de estos centros antes de decretarse el estado de alarma.