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El ámbar de Ariño será estudiado el próximo año en búsqueda de insectos El ámbar de Ariño será estudiado el próximo año en búsqueda de insectos
Los paleontólogos expertos en ámbar Xavier Delclòs, izquierda, y Enrique Peñalver. FCPTD

El ámbar de Ariño será estudiado el próximo año en búsqueda de insectos

Los expertos que investigan la resina fosilizada de San Just han visitado la mina Santa María
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El ámbar del yacimiento de la mina Santa María de Ariño será objeto el próximo año de una excavación sistemática para determinar si tiene incrustaciones de insectos con el fin de poder estudiarlos. Quienes quieren llevar a cabo esta investigación serán los mismos paleontólogos expertos en este tipo de resina fósil que ya han estudiado con éxito el ámbar del yacimiento de San Just. A finales de julio visitaron el afloramiento de Ariño, para ver las posibilidades que tiene, con la Fundación Dinópolis, responsable de las excavaciones paleontológicas que se llevan a cabo en este yacimiento excepcional del Albiense muy rico en fósiles de vertebrados.
La mina Santa María de Ariño ha arrojado importantes hallazgos desde que comenzaron las excavaciones paleontológicas en ella hace ocho años. De allí proceden nuevos dinosaurios del registro mundial como Proa valdearinnoensis y Europelta carbonensis, además de otros vertebrados que también han sido descritos por primera vez internacionalmente en este lugar.
El yacimiento se halla justo debajo de la capa de carbón que extrae la empresa minera Samca, que es a la que acceden los paleontólogos antes de ser restaurada. El afloramiento es del Albiense, hace unos 111 millones de años, un nivel fosilífero del que apenas existen otros registros de estas dimensiones en Europa, por lo que es muy importante para conocer cómo eran las faunas europeas en esa época del Cretácico.
Además de los fósiles de huesos, está apareciendo ámbar, en algunos casos en forma de masas muy grandes, en las que es difícil que pueda haber insectos en su interior. No obstante, también están encontrándose piezas pequeñas en forma estalactítica, procedente de las chorreaduras de resina que desprendieron los árboles, que son las que suelen contener insectos.
La posibilidad de que estén atrapados en el interior de estas chorreaduras, como llaman los paleontólogos a estos fragmentos de ámbar, está por determinar después de que los científicos Xavier Delclòs y Enrique Peñalver , de la Universidad de Barcelona y del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) respectivamente, hayan hecho un muestreo y visitado a finales del mes pasado la mina de Ariño.
La Fundación Dinópolis ha extraído ya piezas de ámbar en este yacimiento durante sus excavaciones, y los expertos de San Just quieren hacer ahora una excavación sistemática el próximo año, según avanzó uno de ellos, Enrique Peñalver.
El periodo geológico al que corresponde el yacimiento es el Albiense, el mismo al que pertenece San Just, por lo que podrían albergar también insectos, aunque eso está por determinar todavía, precisa Peñalver, quien junto con Delclòs visitó el afloramiento el pasado 25 de julio.
Peñalver destacó que vieron ámbar en dos capas, aparte del material que ha extraído ya la Fundación al excavar los dinosaurios y otros vertebrados, y apuntó que “sería muy interesante” estudiarlo porque está asociado a vertebrados que han sido encontrados en el mismo lugar.
El científico explicó que van a buscar financiación para poder acudir el próximo verano a hacer una excavación a la búsqueda de insectos en el ámbar que extraigan. Comentó que “hay posibilidades” de encontrarlos, aunque no en las masas grandes que están apareciendo y que no serían el objeto de la investigación.
“Hasta que no se laven los sedimentos no podremos saber si tienen insectos”, precisó Peñalver, quien recordó que a veces los científicos pueden llevarse sorpresas como les pasó a ellos mismos en Asturias, cuando en un afloramiento con mucho ámbar solo encontraron un ácaro.
A pesar de tratarse de una auténtica lotería hasta que se pongan en ello, el científico afirma que lo que han visto es “esperanzador, pero no tenemos seguridad ya que en estos casos ir a seguro es difícil”.
Peñalver añadió que es muy interesante porque supondría completar los estudios que han hecho en San Just, del mismo periodo, aunque lo que han visto en Ariño parece distinto, por lo que podría ser completamente distinto lo que aparezca.
Aunque les gustaría volver a excavar en San Just por la gran riqueza de ámbar que hay allí, Peñalver comentó que en principio solo excavarían en Ariño por las dificultades que tiene encontrar financiación.