Dos nuevos géneros de dinosaurios y una relevancia cada vez más internacional, balance de actividad de la Fundación Dinópolis en 2017
Dos nuevos géneros de dinosaurios descritos, uno en Estados Unidos y otro en España, y una presencia cada vez más relevante en la comunidad científica internacional, son algunos de los aspectos más destacados del balance de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis correspondiente al año 2017. La memoria de esta institución científica muestra tanto la relevancia de su actividad investigadora, con 41 artículos publicados en revistas científicas el año pasado, como divulgativa, entre la que destacan 24 actividades desarrolladas en diferentes foros que han contribuido a difundir la paleontología en general y Dinópolis en particular.
El año 2017 se cerró con una intensa actividad de la Fundación Dinópolis en un ejercicio en el que se fortaleció más si cabe su proyección, tanto por su participación en proyectos internacionales, como por la relevancia mundial que están adquiriendo los hallazgos realizados en la provincia de Teruel. Unos descubrimientos que están contribuyendo a reescribir la historia evolutiva de los dinosaurios.
Esa presencia internacional del conjunto paleontológico turolense se hizo visible durante el año pasado en cuatro continentes: Europa, Estados Unidos, Asia y África, en donde Dinópolis llevó el nombre de Teruel y de su parque paleontológico, además de mostrar cómo los hallazgos que se están haciendo en esta provincia son clave para conocer la historia evolutiva de los dinosaurios.
Así sucedió el año pasado con la descripción de un nuevo dinosaurio saurópodo en Utah (EEUU), cuya investigación lideró un paleontólogo de la Fundación Dinópolis, y que llevó a la definición del género Mierasaurus bobyoungi, publicado en la revista científica Scientific Report, perteneciente al prestigioso grupo Nature.
El hallazgo tuvo un gran impacto internacional porque refuerza más todavía la importancia que están adquiriendo los saurópodos turiasáuridos, definidos por primera vez en la provincia de Teruel a mediados de la década pasada a raíz del hallazgo en Riodeva del Gigante Europeo, Turiasaurus riodevensis.
Este saurópodo gigante ha resultado ser fundamental para comprender la evolución de este tipo de dinosaurios de gran tamaño, cuadrúpedos y de cuello y cola largos. Su linaje no solo se extiende por la Península Ibérica y Europa, sino que ahora se corroborado su presencia en América, hasta donde habría emigrado a través de un puente intercontinental antes de que los continentes se separaran por completo.
Eso es Mierasaurus, un descendiente del Turiasaurus turolense, y la definición de ese nuevo dinosaurio con la confirmación de la presencia del clado turiasauria en América fue uno de los descubrimientos de mayor relevancia el año pasado sobre los grandes vertebrados del Mesozoico.
El clado de los turiasaurios, es decir, la familia de estos grandes saurópodos surgidos en el Jurásico, cobra cada vez más fuerza en la historia evolutiva de estos animales, y en el yacimiento francés de Angeac, donde también han encontrado fósiles de dinosaurios de gran tamaño, miran igualmente hacia el dinosaurio turolense para comprender las faunas que están encontrando.
El turiasaurio Mierasaurus, publicado por la Fundación Dinópolis junto con paleontólogos de Estados Unidos y el Reino Unido, fue hallado en Utah, la tierra mítica de los dinosaurios.
El hallazgo de los fósiles fue realizado hace unos años por paleontólogos de Utah, pero en su estudio y la descripción del nuevo género ha sido fundamental la visita que los expertos de la Fundación Dinópolis realizaron a este Estado americano dentro de un proyecto científico de colaboración internacional, fundamentales para el avance de la ciencia en el mundo actual.
Es así como se consiguió identificar a descendientes de los turiasaurios turolenses en Estados Unidos. La importancia del trabajo, según recalca la Fundación Dinópolis en su memoria, está en varios hitos, por un lado definir un nuevo género y especie, además de identificar a los descendientes de los turiasaurios europeos por primera vez en Norteamérica.
Además, en el trabajo se identificó como descendiente de los turiasaurios no solo a Mierasaurus, sino también a otro saurópodo descrito por otro equipo científico norteamericano, llamado Moabosaurus. Su presencia allí explica la existencia de una conexión terrestre entre América y Europa antes de la separación de los continentes que permitió el paso de este linaje que después en Norteamérica evolucionó de forma independiente a como lo hicieron los turiasaurios en Europa.
Turiasaurus se coloca de esta manera en una posición fundamental dentro de la línea evolutiva de los saurópodos, porque además del otro género descrito en España, Losillasaurus, está el taxón descrito en Portugal con el nombre Zby.
Candidato en Francia
A estos cuatro familiares directos de Turiasaurus podría sumársele próximamente un francés, ya que el equipo de Angeac con el que colabora también la Fundación ha puesto igualmente la mirada en el saurópodo turolense, como se puso de manifiesto en la exposición Dinosaures, les géants du Vignoble, que desde el 20 de mayo al 31 de diciembre se mostró en el Musée d’Angoulême en Francia.
En esta exposición la Fundación colaboró mediante el asesoramiento de dinosaurios como Turiasaurus y Dacentrurus, cuyos huellas (icnitas) en este último caso también han sido encontradas en la región francesa. Además se exhibió la réplica del cráneo de Turiasaurus riodevensis, y las reconstrucciones hechas por el equipo galo recuerda muy mucho al Gigante Europeo de Riodeva.
Eso pone de manifiesto que la Fundación Dinópolis está donde tiene que estar, en aquellos puntos calientes del planeta donde los nuevos hallazgos de dinosaurios están contribuyendo a conocer cómo evolucionaron estos gigantes, situando así los ejemplares encontrados en Teruel en su contexto internacional.
Eso es lo que ha hecho también la Fundación Dinópolis a través de una estancia de uno de sus investigadores en Japón durante dos meses, país asiático que un año más mostró fósiles originales de Turiasaurus junto con una réplica de la parte delantera del Gigante de Riodeva. Los fósiles se exhibieron en la exposición Mega-Dinosaur Exhibition 2017, organizada por el grupo mediático nipón Yomiuri Shimbun entre el 25 de julio y el 3 septiembre pasados en Osaka (Japón).
Dentro de esa relación con paleontólogos asiáticos, la Fundación Dinópolis realizó una estancia en el Dinosaur Research Institute de la Fukui Prefectural University (Fukui, Japón), con una ayuda de movilidad predoctoral del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. El paleontólogo que se desplazó estuvo dos meses para estudiar las faunas de dinosaurios ornitópodos y compararlas con otras turolenses como Proa valdearinnoensis.
Además, colaboró en el estudio de nuevos hallazgos en Japón y desarrolló otras actividades divulgativas y formativas, como la clase de paleontología española que impartió a los alumnos de la Fukui Prefectural University.
‘Soriatitan’
La labor investigadora de la Fundación Dinópolis se ha visto plasmada también durante el año pasado en la descripción de un nuevo dinosaurio en España, uno de los dos que se publicaron el año pasado en el país: Europatitan eastwoodi y Soriatitan golmayensis.
En el que participaron los paleontólogos de Dinópolis, liderando además la publicación, fue Soriatitan, cuyos fósiles fueron hallados en Soria, de ahí su nombre. El ejemplar es otro saurópodo que estaría relacionado con el dinosaurio turolense Tastavinsaurus sanzi de Peñarroya de Tastavins.
Dentro de esa colaboración con equipos nacionales e internacionales, la memoria de la Fundación recoge también las visitas de científicos de diferentes países, como paleontólogos del yacimiento francés de Angeac, la delegación del Museo de los Dinosaurios de Zigong en Sichuán (China), o la participación de los científicos turolenses en eventos internacionales en sitios tan distantes como Gwangju (Corea del Sur), Viena (Austria), o la presentación que se hizo del conjunto paleontológico Dinópolis como un proyecto de desarrollo en la Universidad de la Sorbona en París.
La memoria de la Fundación Dinópolis reúne en más de doscientas páginas la intensa actividad desarrollada durante el pasado ejercicio, imposible de resumir por su amplitud, y que abarca la difusión de la paleontología hecha en Dinópolis, así como la realizada en general, la línea editorial con las publicaciones aparecidas, y su trabajo de investigación para el desarrollo de la paleontología turolense y su participación en el Parque Cultural del Maestrazgo, así como su trabajo de conservación.
En la difusión de la paleontología detalla su trabajo en los talleres realizados en Dinópolis, así como los cursos y conferencias impartidas, las novedades incorporadas al parque paleontológico como la renovación de paneles informativos en el museo, su participación en campañas promocionales de Dinópolis, colaboraciones en exposiciones como la del yacimiento de Angeac en Francia u Osaka en Japón, y la construcción de los dos nuevos corpóreos que se instalaron en la zona de Tierra Magna de Dinópolis Teruel, un Aragosaurus y un Torvosaurus realizado por el propio personal de la Fundación. El año pasado, además, se empezó a trabajar en nuevas novedades para el museo de cara a esta campaña.
La memoria recoge igualmente las actividades divulgativas con motivo de Geolodía 17, el Día Internacional de los Museos o el Curso de Paleontología de la Universidad de Verano de Teruel, además de la labor de investigación con los numerosos trabajos de excavación realizados en la provincia.