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Dinópolis arranca temporada con fósiles inéditos y mayor oferta de diversión Dinópolis arranca temporada con fósiles inéditos y mayor oferta de diversión
La consejera, en el centro, con responsables de Dinópolis y de la Fundación Dinópolis, personal del centro y otros invitados al lado de los nuevos dinosaurios de Tierra Magna

Dinópolis arranca temporada con fósiles inéditos y mayor oferta de diversión

El Museo y Terra Magna amplían contenidos y el simulador virtual 4D estrena película
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Nuevos y espectaculares fósiles inéditos hallados en la provincia de Teruel, una mayor interactividad en el Museo de Paleontología, cinco nuevos dinosaurios en la zona de Tierra Magna, y el estreno de una película en el simulador virtual 4D son las novedades con las que  Dinópolis ha abierto sus puertas al público este fin de semana en el inicio de la decimoctava temporada del parque paleontológico. La consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, visitó el viernes las instalaciones para conocer las novedades y aseguró que las mismas hacen “más atractivo” un complejo sobre el que aseguró que figura entre las “prioridades turísticas” del Ejecutivo aragonés.
Las novedades de este año incorporan casi 300 nuevos fósiles originales, todos ellos procedentes de la provincia y excavados por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, entre los que podrán verse varios géneros nuevos nunca hallados  anteriormente en otra parte del mundo.
Con estas incorporaciones, el Museo Aragonés de Paleontología que alberga Dinópolis exhibirá la mayor cantidad de fósiles originales de dinosaurios gigantes de Europa, ya que se han añadido varias vitrinas con las vértebras caudales de las colas de dos saurópodos, un diplodócido hallado en El Castellar y un turiasauria indeterminado pendiente de estudio encontrado en Riodeva.
Todos los fósiles son aragoneses, en su gran mayoría de la provincia de Teruel aunque también los hay de Zaragoza, igualmente excavados por la Fundación. Además, se han incorporado a las vitrinas ejemplares de nuevos géneros hallados en municipios turolenses, entre ellos un gigantesco pie de Turiasaurus que se exhibió por primera vez hace dos años en Japón.
Las vitrinas del museo albergan además los géneros de tortugas del Jurásico y del Albiense Riodevemys inumbragigas y Toremys cassiopeia, halladas en Riodeva y Ariño respectivamente, y del cocodrilo Hulkepholis plotos. También se muestran nuevos fósiles originales de los dinosaurios Proa valdearinnoensis y Europelta carbonensis, entre otros.
Además de haberse incorporado estos nuevos fósiles junto a otros, como materiales procedentes del Triásico, entre ellos el espectacular fósil del ala de una libélula, el museo ha adquirido un nuevo aspecto con la forma como se han dispuesto las vitrinas que albergan las nuevas piezas, así como los recursos interactivos que se han colocado.
En total se han instalado cinco elementos interactivos y dos audiovisuales. Estas novedades arrancan al final de la Sala del Mundo Acuático, en la zona de la vitrina que alberga los fósiles de las ranas de Libros y otros vertebrados. Una pantalla interactiva permite al visitante conocer los pormenores tanto de las ranas como de una serpiente de la que se sabe su color gracias al estudio de sus melanosomas, algo que ha sido posible al tratarse de un fósil de excepcional conservación. En el caso de las ranas, este recurso interactivo se adentra en las entrañas del animal para descubrir cuál fue su última comida.
Frente a esta vitrina y junto al mural de una concentración de bivalvos fosilizados, se ha instalado un interactivo estético que consiste en una proyección que enseña cómo fosilizaron en el fondo del mar, a la vez que muestra la sombra de un gigantesco tiburón nadando, ya que a su lado se exhibe la mandíbula de un Carcharodon.

Sala de los Dinosaurios
En la Sala de los Dinosaurios, el visitante se encuentra nada más acceder a la misma con un interactivo lúdico que mediante tecnología de realidad aumentada, permite a la gente interactuar con dinosaurios turolenses del Jurásico. Sobre una gran pantalla se ven proyectados los visitantes que en ese momento se encuentran en la sala, a la vez que interactúan con ellos dos dinosaurios, una cría de Turiasaurus y un ejemplar adulto del carnívoro Allosaurus.
En esta sala también se ha incorporado, en una nueva vitrina que alberga los fósiles del género Iguanodon galvensis hallados en Galve, un recurso museográfico novedoso que consiste en una pantalla táctil, colocada en el mismo cristal, que ofrece información multimedia de esas y otras piezas paleontológicas. Otro recurso interactivo consiste en un puzle para montar los esqueletos de dos dinosaurios.
Por último, al final de esta sala, donde se han colocado los nuevos fósiles de turiasaurios, así como de otros vertebrados hallados en Ariño, una pantalla de 5 metros exhibe la reconstrucción corpórea de los dinosaurios Europelta y Proa hallados en la mina Santa María.
Antes de abandonar el museo, el visitante podrá conocer además la réplica del cráneo de Mierasaurus bobyoungi, el saurópodo descrito por paleontólogos de la Fundación y de Utah en Estados Unidos y que es el pariente americano de Turiasaurus. Se exhibe en la vitrina de novedades ya que su publicación científica fue el año pasado.
Otro de los espacios que alberga importantes novedades este año es Tierra Magna, donde se exhiben reconstrucciones corpóreas a tamaño natural de dinosaurios que vivieron en la provincia de Teruel durante el Mesozoico, algunos de ellos nuevos géneros y especies hallados por primera vez aquí.
Esta temporada se han incorporado cinco nuevos dinosaurios, tres de ellos crías de Torvosaurus, Turiasaurus e Iguanodon galvensis en un espacio donde los niños podrán jugar con ellos e incluso montarse encima. A su lado, se han instalado otros dos dinosaurios adultos interactuando entre sí en una escena de depredación.
Se trata de un herbívoro, un Tastavinsaurus sanzi originario de Peñarroya de Tastavins, y un carnívoro del género Baryonyx, del que se han hallado restos en yacimientos de la provincia, ambos del Cretácico. El carnívoro, cuyo cráneo recuerda a los cocodrilos por ser un espinosáurido, aparece atacando al saurópodo en una escena muy dinámica que el público puede contemplarla moviéndose alrededor de los corpóreos.