Diego de Marcilla cae fulminado en una de las escenas más esperadas de Las Bodas de Isabel

Diego de Marcilla cayó este sábado con una mano en el pecho ante la atenta mirada de cientos de personas que se han concentrado en la plaza del Torico para ver una de las principales escenas teatrales de Las Bodas de Isabel de Segura, la recreación histórica que desde hace 27 años cuenta la leyenda de los Amantes de Teruel.

Tras dos días de celebraciones por el enlace de la joven turolense con don Pedro de Azagra, la villa de frontera está de luto por la muerte del guerrero. Había entrado por la Andaquilla y por debajo de la torre de San Marín precedido por las tropas de Aragón. Los más adelantados pararon en la primera taberna que hallaron para saciar su sed y allí se dieron de bruces con la realidad: la joven que pretendía su señor se había casado con otro.

Esta escena ganó el concurso de guiones que la Fundación Bodas de Isabel organizó en 2019 para la edición del siguiente año. Su autor, Francisco Oliver, es también actor y representó a uno de los almogávares que entra con las tropas. Le llama la atención que según qué director teatral la conduce el resultado es totalmente distinto a pesar de que sean los mismos personajes. “No deja de  ser la magia que hay en Las Bodas de Isabel, que contamos siempre la misma historia pero de forma distinta”, subrayó.

En su propuesta tenía que introducir a Alonso de Fuenmayor, que es un amigo de Diego. Oliver quiso que este personaje fuera la antitesis de Diego. Si el pequeño de los Marcilla llegó a Teruel con forturna Alonso adelanta su regreso porque está arruinado y difunde la mentira de que Diego ha muerto en Muret. Pero no es el único personaje mezquino en esta historia. Ara de Azagra es lo contrario de Isabel y defiende las triquiñuelas que su familia ha hecho para conseguir que la joven se case con su pariente.

Personajes

Estos personajes no le hicieron precisamente fácil la entrada a Diego a Teruel que llegó después de cinco años con dinero y con ganas de cumplir con la palabra dada a Isabel. La noticia de que se ha casado con otro un día antes de que cumpliera el plazo concedido al segundón de los Marcilla le cayó como un jarro de agua fría y se enfrentó a su ex amigo por haber dicho que había muerto en batalla. Terminó herido por la espada de Ara, esposado y conducido a casa de sus padres por los guardias.

Esta segunda escena se representó en el escenario de la plaza de la Catedral. Allí Diego se encontró con sus padres, su hermano mayor Sancho y sus hermanos pequeños. Un momento breve pero muy emotivo, como calificó el director teatral Alfonso Pablo. 

Los Marcilla no consiguieron hacer cambiar de parecer y con la fuerza que da la rabia salió en busca de Isabel a la casa de los Azagra cuando a Guillermo, su hermano pequeño, se le escapó donde estaba la casa.

El desenlace de esta representación, que se pudo seguir en directo por diferentes pantallas, se trasladó a la plaza Carlos Castel. El balcón del edificio modernista de la Casa del Torico, sede de la Caja Rural de Teruel, que lucía restaurado para esta edición de Las Bodas, fue el escenario para el esperado encuentro entre Diego de Marcilla, interpretado este año por Pedro Endolz, e Isabel de Segura, a la que da vida Belén Izquierdo.

Cada vez que esta joven actriz de 27 años salía al balcón se podía escuchar el clamor entre el público, expectante ante lo que iba a pasar. Isabel salió al balcón confusa y así se lo dijo a su aya Elvira que le cubrió con un mantón de color ámbar y le pidió que entrara a casa donde le esperaba su marido en el lecho.

Así lo hizo y hasta la puerta de su casa llegó Diego, con su hermano Sancho y su escudero Esteban, pero también con Simonica, la curandera, que durante todo el camino le va advirtiendo de lo que va a pasar. “ Que le ame para siempre no quiere decir que estén juntos para siempre” advirtió a su escudero.

Con la algarabía Isabel volvió a salir al balcón. Diego había conseguido entrar en la casa, porque Esteban conocía a Mariana, la sirvienta. Cuando salió al balcón donde está Isabel de nuevo se escuchó un clamor entre el público y un fuerte aplauso cuando se fundieron en un fuerte abrazo.

El de Marcilla le pidió a su amada que le dijera que su boda no había sido más que una pesadilla y le preguntó si todavía le amaba. Pero Isabel que esas palabras que deseaba decir “están prohibidas para una mujer honrada”.

Cinco años

“Durante cinco años he contado los meses, las días  con sus horas sin imaginar que este sería el momento más desgraciado de mi vida”, le dijo Diego antes de escuchar las explicaciones que Isabel trataba de darle con las escusas que le había ido dando a su padre y que ya no pudo prolongar más al creer que había muerto: “También las mujeres tenemos honor, terminé con vuestro juramento y cumplí con el que le había dado a mi padre”. Y ese era casarse con Azagra.

Ante lo que ya no podía remediar, Diego solo le pidió un beso. “Un beso que recuerde durante toda mi existencia”, le suplicó, pero ella le dijo que no podía dárselo “no podía cuando era doncella y menos ahora”.

Él le prometió que si se lo daba se marcharía, pero ella le recordó que si se lo daba sería “la centella que nos quemaría en esta vida y en la eterna”. Casi sus labios se llegaron a rozar, pero no se prendió porque ella se zafó de sus brazos y él cayó sobre la reja del balcón. Parecía que desfallecía, pero Elvira interrumpió el momento porque ya no sabía que decirle al esposo. Pedro de Azagra salió al balcón y consoló a su amada cuando esta le cuenta un mal sueño que ha tenido y mientras tanto Diego se reunió con su hermano y su querido escudero que nada pudieron hacer por su alma herida de muerte.

Estas escenas, escritas por Santiago Gascón, se repiten año tras año pero no dejan de emocionar al público congregado en la plaza del Torico. Mientras se escuchaba el Lamento de Isabel, interpretado en directo por Mari Carmen Torres, salió la comitiva fúnebre que llevaba el cuerpo inerte de Diego hasta el Hospital de la Merced abriéndose paso entre el numeroso público que llenaba toda la calle San Juan.

Será otra comitiva, formada por decenas de grupos, actores y figurantes de Las Bodas las que recorran las calles del Centro Histórico en la mañana de hoy para acompañar a Diego a su funeral.