Cuenta atrás para la marcha de la España Vaciada de Madrid: manifestarse ha sido fundamental para mantener vivas las demandas
Los portavoces de Teruel Existe creen que la presión ha conseguido logros y evitado que la provincia esté peor“¿Servirá para algo manifestarse, nos harán caso de una vez?”. Esta es la pregunta que muchos turolenses se hacen estos días y que surge en las conversaciones ante la movilización de La Revuelta de la España Vaciada que tendrá lugar el próximo domingo, 31 de marzo, en Madrid y entre cuyas convocantes está Teruel Existe. Para los portavoces de la coordinadora ciudadana turolense está claro que de no haber salido la población en multitud de ocasiones a la calle, la situación de la provincia sería peor e infraestructuras como el ferrocarril, por ejemplo, habrían desaparecido ya, además de no haber calado mensajes como el de la despoblación tanto a nivel de Estado como en la Unión Europea.
Manifestarse sí ha servido para seguir existiendo, afirma uno de los portavoces históricos de la plataforma Teruel Existe, Manuel Gimeno, quien recuerda que cuando hace veinte años surgió este movimiento ciudadano, la línea ferroviaria estaba en las últimas, a punto de cerrarse por los continuos descarrilamientos, y la situación del transporte de emergencias sanitarias o la atención en salud mental era crítica.
Hoy la línea de tren sigue abierta, aunque se continúa peleando por un ferrocarril moderno, el Cantábrico-Mediterráneo de doble vía y electrificado que por fin ha entendido todo el mundo, mientras que en materia sanitaria están más cerca los nuevos hospitales de Teruel y Alcañiz. A pesar de todo el retraso que puedan arrastrar estas infraestructuras sanitarias, hace veinte años ni se hablaba de ellas y hoy, a duras penas, están orientadas desde la Administración para que puedan ser una realidad dentro de unos años.
A eso se han añadido otros problemas que han ido en alza, como la falta de profesionales de la medicina, que se hayan quedado por el camino durante la crisis algunas infraestructuras comprometidas como la A-40 y las variantes de población, además del arreglo de la N-330, mientras la A-68 no termina de arrancar aunque haya superado ya la declaración de impacto ambiental.
Si la crisis sirvió para desmovilizar a la sociedad por la precaria situación económica, durante los dos últimos años la presión de los turolenses ha vuelto a la calle, sobre todo a partir de mayo del año pasado con la manifestación histórica de “¡Salvemos Teruel!” en Zaragoza, que aglutinó las reivindicaciones de todos los rincones de la provincia en un grito común por la supervivencia. A la protesta del 6M, con una participación de 40.000 personas, le siguió otra multitudinaria con decenas de miles de manifestantes en Valencia el 7O, en esa ocasión para reclamar el Cantábrico-Mediterráneo.
En lo que va de año los turolenses han salido en otras dos ocasiones más a la calle, a mediados de enero en Andorra con más de 6.000 personas para pedir un futuro que permita a los jóvenes quedarse a vivir en su provincia tras el anuncio del cierre de la térmica, y otra el 11 de febrero en la capital turolense para pedir una sanidad en igualdad de condiciones. A esta última acudieron 10.000 personas, a pesar de que se convocó con solo cuatro días de antelación.
Ahora Teruel Existe pide un esfuerzo más a los turolenses para que se desplacen a Madrid el próximo domingo para participar en La Revuelta de la España Vaciada, que convocan cerca de 80 plataformas ciudadanas, asociaciones y colectivos de todo tipo de esa España interior afectada por la despoblación.
Manuel Gimeno asegura que estas manifestaciones no caen en saco roto, puesto que permiten avanzar en las reivindicaciones y sobre todo no retroceder, algo que otro de los históricos del movimiento ciudadano, Paco Juárez, reconoce que sí paso en cambio durante la crisis, cuando bajó la presión ciudadana y apenas se salió a la calle. Fue en esos años cuando el estudio informativo del Cantábrico-Mediterráneo caducó por la inacción de la Administración, mientras la tramitación de la A-68 dejó de avanzar y el nuevo estudio de la A-40 cayó en un cajón del que sigue sin salir.
Desde su creación hace veinte años, Teruel Existe ha salido a la calle en una treintena de ocasiones, bien por iniciativa propia o para participar en convocatorias de otros colectivos. Las últimas han supuesto dar un paso más al salir de Teruel capital para llevar las movilizaciones a Zaragoza, Valencia o Andorra, y ahora vuelve a Madrid después de haberse manifestado ya en la capital de España el 27 de septiembre de 2003 junto a Soria ¡Ya!
Madrid, una plaza fuerte
Cuando se anunció esta movilización ya se avisó de que Madrid era una plaza fuerte, pero la protesta es fundamental en estos momentos, sostienen desde Teruel Existe, a las puertas de unas elecciones generales, europeas, autonómicas y locales. Los turolenses se la juegan, argumentan desde la plataforma reivindicativa, que esta vez no van ir solos a Madrid sino acompañados por cerca de 80 colectivos de 22 provincias de la España Vaciada con problemas similares por el olvido institucional sufrido durante décadas y que ha abocado a la despoblación. Por eso se va a Madrid para pedir igualdad al Estado y para que Europa vea también que sus fondos no han ayudado a que haya cohesión social sino todo lo contrario, han servido para incrementar las diferencias.
Por ese motivo, en la recta final de la manifestación del 31M, Teruel Existe y las plataformas de toda esa España Vaciada que se resiste a desaparecer quiere hacer llegar a la ciudadanía un mensaje claro de que hay que salir a la calle por el futuro de un territorio al que se le ha negado en las últimas décadas la posibilidad de desarrollarse.
“Al político le cuesta que la respuesta a esa reivindicación sea muy inmediata para que la gente no crea que ha dado esa concesión en base a la movilización”, argumenta Gimeno, quien considera que el resultado de estas protestas “siempre hay que verlas a medio y largo plazo, nunca a corto plazo”.
El portavoz de Teruel Existe recuerda que la manifestación de mayo del año pasado ya se planteó pensando en el día después. “Lo que pasa es que estamos en una sociedad en la que tenemos que ver lo inmediato”, asegura Gimeno, quien cree que “no hay que abusar” de las movilizaciones sino que hay que hacerlas “en momentos muy puntuales”.
Como datos objetivos de lo conseguido, Gimeno destaca el transporte sanitario de urgencias a finales de los años 90, que se consiguió para Teruel con UVIS móviles y un helicóptero de emergencias específico para la provincia. “Ese fue un logro importantísimo”, comenta, mientras que en otras cuestiones como el ferrocarril, recuerda que “se iba a cerrar en el año 2000, es decir, que la vía de Teruel habría desaparecido si no es por la movilización ciudadana en su momento”.
“El movimiento ciudadano ha servido para que de una manera muy potente se haya podido retomar el tema del Cantábrico-Mediterráneo y estar en la situación que estamos ahora, es decir, que se ha conseguido poco pero se ha conseguido mucho”, argumenta Gimeno, puesto que después de estar fuera, Europa vuelve a considerar la posibilidad de financiación, que en todo caso dependerá del Estado español, que ahora podrá recibir hasta un 50% de los fondos comunitarios para construirlo. “Eso sí que podemos decir que el movimiento ciudadano ha sido muy importante para conseguirlo, y lo que no tenemos que hacer es desmoralizarnos porque una petición esperemos el resultado al día siguiente, sino que hay que verlo siempre a medio y largo plazo”, precisa.
Logros cuantificables
Otro de los portavoces de Teruel Existe, Pepe Polo, afirma que manifestarse “sí sirve para mucho, para conseguir cosas que se pueden cuantificar”, como es el caso del ferrocarril Cantábrico-Mediterráneo al lograr “reactivarlo, ponerlo en el mapa y que esté en los presupuestos europeos, ahora hay que seguir manifestándose para conseguir que el Estado ponga el otro 50%”.
Polo añade que movilizarse sirve para visibilizar que “alguien nos ha estado fastidiando con la A-68 retrasándola hasta el máximo con todos los procesos, y eso sirve para que hoy todos se pongan las pilas y que esa autovía cumpla los plazos no máximos sino mínimos para hacerse”.
También sirve, afirma, para recordar que la declaración de impacto ambiental de la A-25, el desdoblamiento entre Alcolea y Monreal con continuidad hacia Montalbán “ha caducado y es una vergüenza, y sirve para que alguien se aplique y no se echen los gritos unos contra otros para que esa declaración la saquen adelante y poner en marcha las obras”.
Asegura también Polo que sirve para “denunciar lo que es la incongruencia de que la A-40, por 80 metros del río Cabriel se anule la declaración de impacto, y otras con 1.500 metros de afección se resuelven positivamente en el Consejo de Ministros cuando con esta también se podría haber resuelto así”.
“Esta es una lucha de largo recorrido”, recuerda el dirigente vecinal y portavoz de Teruel Existe, “lo que no podemos entender los turolenses es que con sesenta años que llevamos de vaciamiento de la provincia por las políticas que los tecnócratas pusieron en este país, revertirlos en un año o en dos”.
Polo añade que es importante transformar “ese nuevo relato que creo que debemos construir, tiene que centrarse en que es posible cambiar las cosas si nosotros empujamos; lo que hay que decir a los turolenses es que hoy con las movilizaciones tenemos una palanca y podemos mover el destino de su futuro”.
Otro de los históricos de Teruel Existe, Domingo Aula, sostiene que las movilizaciones “sirven para mucho, porque si no hubiera sido por las manifestaciones y actuaciones que se han llevado a cabo durante estos veinte años habría cosas que no estarían, como el ferrocarril, que estaría cerrada la vía, porque siempre se han puesto trabas para que desapareciera la línea y sobre todo el transporte de viajeros”.
Lucha de largo recorrido
En cuanto a la despoblación, Aula asegura que de “no haber insistido durante estos veinte años en la despoblación, ni nos conocerían en Europa, cuando ya se hizo una manifestación en Bruselas, y como eso muchas otras cosas”. Para este portavoz, un referente claro fue la manifestación de 6M en Zaragoza, que sirvió para que la gente tomara conciencia y “asumieran el reto que tenemos para mantener esta provincia, y aquello fue un revulsivo porque la gente se vio que estaba con ganas de luchar”.
Francisco Juárez comenta que de no haber habido la presión que se ha hecho, no estaría el ferrocarril ni se hubiese avanzado con los hospitales. Para este portavoz de la plataforma ciudadana, “las manifestaciones han servido muchísimo y la pena es que no hayan sido más gordas, porque de haberlo sido la solución se encuentra antes”. Añade que “la pena es que la presión que se está haciendo ahora no se ha tenido siempre, y eso también ha lastrado que se consiguieran logros”, y que si hoy día se habla de despoblación es “gracias a Teruel”.
Otro de los históricos de la plataforma, Tomás Guitarte, sostiene que estas manifestaciones deben servir para “poner en evidencia el problema de la provincia, el absoluto aislamiento que ha sufrido por la falta de infraestructuras y de planificación, ya que el Estado la ha olvidado y lo que hay nos parece insuficiente, pero de no haber salido a la calle ni siquiera tendríamos eso, ni la A-23 seguramente, ni tampoco el debate que existe sobre la despoblación”.
A este respecto, Guitarte argumenta que Teruel “ha encabezado” ese discurso y ha tenido “la capacidad de trasladarlo a toda Europa, ya que es realmente la provincia que empezó a mencionar el problema”. El portavoz incide en que el parámetro del PIB “ha camuflado el drama de la despoblación y ese es un dato estadístico que no es válido y hay que ponerlo en evidencia”.