Palacio de Justicia de Teruel
El magistrado del juzgado de violencia sobre la Mujer de Teruel ha condenado a un hombre a 60 jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad por acosar y perseguir a su expareja constantemente por las calles de la ciudad y acudir a los lugares que ella frecuentaba.
Asimismo, le ha impuesto una prohibición de aproximación a la mujer en una distancia inferior a los 200 metros de cualquier lugar en que se encuentre, así como la imposibilidad de comunicarse con ella por cualquier medio durante 16 meses. Además, el condenado deberá pagar las costas del juicio, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.
Los hechos venían ocurriendo desde el pasado mes de abril, cuando la mujer decidió poner fin a la relación de pareja y, desde entonces, el hombre se dedicó a perseguirla constantemente por las calles de Teruel, "acudiendo de forma compulsiva", tanto a su lugar de trabajo, como a su domicilio, según se indica en la sentencia como hechos probados.
Esta actitud ha ocasionado en la víctima "gran nerviosismo y ansiedad, menoscabando su calidad de vida", quien tenía miedo de salir de casa y llegó a modificar sus rutinas diarias. Además, la mujer tuvo que abandonar su vivienda para irse a vivir con sus padres.
El titular de este juzgado también le ha impuesto la prohibición de toda comunicación y aproximación a su expareja a menos de cien metros durante un año. Además, el condenado deberá abonar las costas del juicio.
Asimismo, le ha impuesto una prohibición de aproximación a la mujer en una distancia inferior a los 200 metros de cualquier lugar en que se encuentre, así como la imposibilidad de comunicarse con ella por cualquier medio durante 16 meses. Además, el condenado deberá pagar las costas del juicio, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.
Los hechos venían ocurriendo desde el pasado mes de abril, cuando la mujer decidió poner fin a la relación de pareja y, desde entonces, el hombre se dedicó a perseguirla constantemente por las calles de Teruel, "acudiendo de forma compulsiva", tanto a su lugar de trabajo, como a su domicilio, según se indica en la sentencia como hechos probados.
Esta actitud ha ocasionado en la víctima "gran nerviosismo y ansiedad, menoscabando su calidad de vida", quien tenía miedo de salir de casa y llegó a modificar sus rutinas diarias. Además, la mujer tuvo que abandonar su vivienda para irse a vivir con sus padres.
Otra condena
Por otra parte, el magistrado del juzgado de violencia sobre la Mujer de Teruel ha condenado a otro hombre a 36 jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad por los mensajes de WhatsApp que le envió, el pasado 17 de mayo, a su expareja, profirieron amenazas.El titular de este juzgado también le ha impuesto la prohibición de toda comunicación y aproximación a su expareja a menos de cien metros durante un año. Además, el condenado deberá abonar las costas del juicio.
