

Conclusiones de las jornadas de la Uned: los educadores sociales apuestan por la mediación para resolver conflictos
Se han celebrado en TeruelEl valor democrático de la mediación para resolver conflictos y el papel del educador social en diferentes ámbitos para la prevención de problemáticas sociales son algunos de los aspectos que más se destacaron en las conclusiones de las quintas Jornadas de Educación Social que celebró la pasada semana el Centro Asociado de la Uned de Teruel. Las reflexiones finales del encuentro profesionales se centraron en cinco ejes: la educación intercultural desde la familia; la educación social en los procesos educativos y las relaciones sociales; la mediación intercultural, la necesidad de formación especializada y la defensa de los servicios públicos.
Durante las jornadas se abordó el papel educativo tan importante que tiene la familia en la transmisión de una cultura de paz, de valores prosociales, partiendo del conocimiento de la propia cultura para empatizar con los otros. En las conclusiones se insistió en que es importantísimo mostrar, conocer y comprender cuáles son las claves culturales de todos los grupos con los que convivimos, su historia, sus costumbres. “España es un país de recepción, hay que trabajar la acogida”, señalaron.
La reunión también subrayó que la Educación Social en su dimensión mediadora puede facilitar los procesos educativos en las escuelas y articular las relaciones en la sociedad.
Estos especialistas insistieron en que su trabajo dentro del ámbito de la educación formal, en los centros educativos y planes de Convivencia, debería consolidarse, estar contemplado y dotado económicamente en todos los equipos de orientación de los distintos centros, ya que es una figura profesional con carácter preventivo, entre sus funciones: interviene con su trabajo en red en el control del abandono escolar temprano y el absentismo escolar y fomenta la participación de la toda la comunidad educativa en la vida del centro con actividades inclusivas.
También se destacó el trabajo que los educadores sociales ejercen en el ámbito de la educación no formal, en la educación de calle, como recurso, como metodología de intervención socioeducativa que media y favorece la inclusión, utiliza la calle como escenario, aprovechando los recursos que ofrece la calle, la comunidad, para realizar un amplio abanico de actividades en la zona donde trabajan. “Convertimos el recurso en mediación, el trabajo está centrado en las fortalezas de las personas, sus capacidades, para crear oportunidades de cambio”, indicaron. La calle supone un espacio de socialización muy importante para los menores, adolescentes y jóvenes, ya que es ahí donde se produce el contacto con su grupo de iguales y la intervención socioeducativa.
Por otro lado, los educadores sociales destacaron el valor democrático que tiene la mediación, como conjunto de herramientas que contribuyen y facilitan el dialogo y la pacificación. Una herramienta muy valiosa para resolver conflictos sociales, indicada para fomentar la cohesión social.
También se reivindicó la labor de la educación social como herramienta contra el odio y se explicó que ños delitos de odio, xenofobia e intolerancia son manifestaciones violentas, vejatorias o intimidatorias de intolerancia y tienen un profundo impacto, no solo sobre la víctima directa, sino también sobre el grupo con el que se identifica la víctima, afectando a la cohesión de las comunidades y a la estabilidad social.
La mediación es una estrategia de gestión positiva del conflicto que se basa en la comunicación y el diálogo, mediante la intervención y participación de una tercera parte, el mediador para llegar a alcanzar acuerdo. Otra de las conclusiones fue que “aunque el proceso de mediación acabe sin acuerdo, los efectos transformativos que produce, al crear un espacio de dialogo, de cooperación, pueden redundar en una mejora de las relaciones y una posible solución a posterior”.
Los educadores sociales insistieron en la necesidad de una formación especializada. “Ante el aumento de las personas que buscan refugio y los niños menores no acompañados hay una demanda importante de trabajo, que se queda sin cubrir por falta de profesionales que no tienen este perfil, recurriendo a otras figuras profesionales menos cualificadas”, indicaron. En Aragón esta formación se imparte en la Uned.
Estos profesionales también defendieron los servicios públicos. “La Administración Pública debe tomar conciencia de la figura profesional e incorporar al equipo de trabajo educadores sociales, por el carácter preventivo, educativo que supone sus intervenciones en las distintas áreas, y ámbitos en los que realiza su trabajo: servicios sociales, educación, justicia, sanidad, medio ambiente, mujer, menores, familia, etc”, recogen las conclusiones de la jornada que añaden que si la Administración tiene que recurrir a estos profesionales a través del sistema de contratación pública debe respetar el Convenio de Intervención social: igual trabajo, igual salario.
“Es necesario convencer a los poderes públicos de la necesidad de aplicar una Educación Social a todos los sectores necesarios de nuestra sociedad. Solo la Educación Social conducirá a una sociedad más justa que haga posible la convivencia, la paz social y el enriquecimiento moral y cultural que llevará a un desarrollo integral de la persona”, subrayó el documento de resumen de la reunión celebrada en la Uned de Teruel.