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Chencho Muñoz, responsable de pastelería Muñoz de Teruel: “Hemos querido asociar el chocolate Karibú a distintos momentos y experiencias” Chencho Muñoz, responsable de pastelería Muñoz de Teruel: “Hemos querido asociar el chocolate Karibú a distintos momentos y experiencias”
Chencho Muñoz, en la cafetería y pastelería Muñoz, con el nuevo chocolate orgánico Karibú

Chencho Muñoz, responsable de pastelería Muñoz de Teruel: “Hemos querido asociar el chocolate Karibú a distintos momentos y experiencias”

La confitería Muñoz ha lanzado un nuevo producto al mercado certificado elaborado con ingredientes bío
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Chocolates Muñoz acaba de sacar a la calle un nuevo producto: Karibú, el chocolate orgánico, realizado a partir de ingredientes bío y certificado por el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica. Chencho Muñoz está al frente de Sucesores de Florencio Muñoz SL.

-¿Cuándo han puesto a la venta este nuevo chocolate bío?

-Hace unos veinte días, lo hemos sacado de prueba. Es un producto nuestro pero hemos tenido ayuda por el tipo de obrador que tenemos nosotros. Siempre habíamos querido hacer algo orgánico o ecológico. Lo que pasa es que para las certificaciones como las máquinas que utilizamos son las mismas que para hacer el chocolate normal, que no va certificado, teníamos ciertos problemas. Entonces, contactamos con uno de los mayores fabricantes que hay en Europa que es Barry Callehaut y llegamos a un acuerdo con ellos. Nos trasladamos a su fábrica de París donde estuvimos haciendo pruebas de cacaos orgánicos de diferentes partes del mundo. Las pruebas se hacen primero en cacao puro para ver los aromas que tienen y los sabores. Y una vez mezclados con azúcar probando diferentes porcentajes hasta que dimos con el sabor que nos gustaba. Ellos nos preparan la base del chocolate y luego aquí lo acabamos, lo fundimos, lo moldeamos y lo terminamos.

-Todos sus ingredientes son biológicos. ¿Es lo mismo que orgánico?

-Es lo mismo y es también ecológico, aunque yo no lo quiero llamar ecológico porque no ha venido de su país de origen en un transporte sostenible. 

-Una vez que llega el chocolate a su obrador ¿cómo hay que tratarlo?

-Aquí nuestras máquinas son sometidas a un procedimiento de limpieza para no contaminar los ingredientes y entonces lo hacemos.

-¿Cómo han querido llegar al cliente con este nuevo producto?

-Hemos querido asociarlo a momentos. Siempre, cuando comemos alguna cosa lo asociamos a algún recuerdo. Decimos por ejemplo, “estas magdalenas son como las de mi madre” o “las lentejas de la abuela”. Quisimos jugar con esto y asociar este chocolate a momentos y experiencias de cada uno.

-¿Y por eso tienen estos acabados los envoltorios elegidos para este chocolate bío?

-Aunque el chocolate es el mismo, son cuatro acabados que se pueden asociar a las cuatro estaciones del año: tenemos una para la primavera, otro para el verano, otro para el otoño y otro para el invierno. Cada uno transmite unas sensaciones solo con ver los dibujos. Los diseños han sido realizados en el estudio turolense Cool-te.

-¿De dónde procede el nombre elegido, Karibú?

-Los cacaos que al final elegimos proceden de Tanzania y Santo Domingo. En Tanzania Karibú significa hola o bienvenido. Nos pareció muy curioso y por eso elegimos ese nombre.

-En Muñoz, llevan más de un siglo haciendo chocolate.

-Primero, se hacía de manera manual y luego mecánica. Las máquinas que tenemos ahora son todavía las que adquirió mi abuelo a mediados del siglo XX. Siguen funcionando hoy en día.

-¿Ustedes hacen chocolate todos los días?

-Todos los días no. Lo hacemos a medida que vamos necesitando. Aprovechamos los meses que son más tranquilos, enero, febrero y marzo o en septiembre y octubre. Ahora ya no podemos porque son las máquinas que utilizamos para hacer turrones. Vamos haciendo en función de la demanda. 

-¿Cuántas variedades tienen de chocolate actualmente?

-Unas doce variedades diferentes, los de toda la vida y otros nuevos con caramelo, caramelos de violeta, de los Amantes, de 65 y 80% de cacao. Luego, hacemos también ediciones especiales, elaboramos uno con café, por ejemplo. Fabricamos también con azafrán y trufa de Teruel pero para otras marcas.

-Ustedes se implican con la sociedad turolense colaborando en diferentes actividades, por ejemplo, en el reparto de chocolate caliente en la tarde de Halloween junto a la Escuela de Hostelería. 

-Sí, porque es una actividad para niños, que son los que más disfrutan. Es una fiesta sobrevenida pero nos hemos adaptado a la demanda. También en Navidad repartimos chocolate el día del encendido de luces y el Día de los Inocentes

-¿Mantienen otros productos tradicionales para esta festividad de Todos los Santos?

-Huesos de santo, panecillos y buñuelos se mantienen. La tradición de consumir estos dulces sigue vigente y puede convivir con las nuevas. Al tiempo que se potencia unas fiestas habría que cuidar las antiguas.