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CCOO denuncia la precariedad del empleo en el sector turístico turolense CCOO denuncia la precariedad del empleo en el sector turístico turolense
Pilar Buj, Marta Laiglesia y Gerardo Montori, en la presentación del Informe sobre el empleo hostelero en Teruel elaborado por CCOO

CCOO denuncia la precariedad del empleo en el sector turístico turolense

El sindicato solicita un incremento salarial del 3% en el convenio colectivo de Hostelería
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El crecimiento sostenido de la actividad económica en el sector turístico de la provincia de Teruel no ha tenido reflejo en la mejora de las condiciones laborales de las personas ocupadas en el mismo y se mantienen los altos índices de temporalidad y de estacionalidad. Además, no se ha firmado el convenio provincial de Hostelería, que afecta a 3.000 trabajadores, porque las organizaciones empresariales sentadas en las mesas de negociación no acceden a aplicar el incremento del 3% que solicitan los sindicatos.

Así lo indicaron la secretaria general y el secretario de organización de CCOO Servicios en Aragón, Marta Laiglesia y Gerardo Montori, en la presentación del Informe sobre la evolución del sector turístico y el empleo hostelero de Teruel, en la que también participó la secretaria general del sindicato en Teruel, Pilar Buj.

Laiglesia recordó que el turismo en Aragón representa el 8% del PIB anual y supone el 10% del empleo, dado que ocupa a más de 61.000 personas de los que la gran mayoría son trabajadores por cuenta ajena.

El tejido empresarial esté conformado por pequeñas empresas y actividades económicas muy heterogéneas, como alojamiento, restauración, agencias de viaje o transporte, y sometido además a una demanda estacional, lo que condiciona la gestión del empleo.

Laiglesia apuntó que, según la Encuesta de Población Activa (EPA), en la hostelería turolense se realizan anualmente 38.000 horas extraordinarias no remuneradas y, por tanto, no cotizadas a la Seguridad Social. Aunque los salarios en la hostelería turolense se han incrementado un 8,1% en los últimos 7 años, siguen siendo “significativamente más bajos que en Zaragoza y Huesca”, señaló.

Estos condicionantes, añadió, hacen que el sector se perciba como un mercado de trabajo con un elevado índice de rotación de personal, que genera un empleo precario y al que acuden mayoritariamente trabajadores de forma transitoria y a veces escasa formación, que conciben el empleo en el turismo como un puente hacia otros sectores productivos con mejores condiciones de trabajo.

En paralelo, la transformación del sector turístico, con la profesionalización y digitalización del negocio, provoca que crezca la demanda por parte de empresas de mayor tamaño o más internacionalizadas de nuevos perfiles profesionales cualificados.

Los indicadores de la actividad económica del turismo en Teruel reflejan que desde 2013 el número de pernoctaciones en los establecimientos hoteleros de la provincia se ha incrementado un 37,24%, mientras que los salarios han crecido un 7,4% y el número de trabajadores ocupados en los mismos ha descendido un 9,77%. 

“Esto se traduce en una mayor carga de trabajo y, por lo tanto, en un mayor riesgo de accidentes laborales y enfermedades profesionales”, comentó Laiglesia.

En su opinión, el objetivo debe ser consolidar los resultados de actividad y, de forma paralela, mejorar las condiciones de trabajo, reduciendo los índices de parcialidad y de temporalidad.

Sobre las dificultades para encontrar trabajadores cualificados manifestada por los empresarios del sector de la hostelería y la restauración en Teruel, Gerardo Montori argumentó que es necesario que ofrezcan mejores condiciones laborales y formación continua. 

“La escuelas de hostelería forman personal muy cualificado, pero un gran porcentaje  de esas personas acaban marchándose a otros sectores en los que las condiciones de trabajo son mejores”, dijo.

Por su parte, la secretaria general de CCOO Teruel, Pilar Buj, destacó las dificultades para conciliar la vida personal y laboral de los trabajadores del sector “dadas las jornadas interminables que deben afrontar”.

“Los propios hosteleros deben ser exigentes entre ellos mismos para erradicar las malas prácticas”, sostuvo.

En este sentido, Laiglesia explicó que debería articularse a través de las organizaciones empresariales sistemas que obliguen al cumplimiento de los convenios, “lo que beneficiaría a los trabajadores y evitaría la competencia desleal”. 

Convenio colectivo

El pasado 31 de diciembre finalizó la vigencia del convenio provincial de Hostelería de Teruel y las negociaciones para la firma del nuevo se iniciaron en el segundo trimestre del año.

Las propuestas de CCOO recogen incrementos salariales y mejora sociales acordes a la evolución positiva del sector en la provincia para los 3.000 trabajadores cuyas condiciones laborales regula este convenio.

Según Gerardo Montori, las organizaciones empresariales sentadas en la mesas han puesto impedimentos para aplicar los incrementos salarias del 3% solicitados. “La patronal no está en la misma línea que nosotros”, indicó Montori. No obstante, desde CCOO confían en alcanzar acuerdos que incluyan medidas sociales e incrementos salariales razonables “que hagan que el próximo convenio colectivo de Hostelería mejore sensiblemente las condiciones de los trabajadores y trabajadoras del sector”.

Campañas para controlar las horas extraordinarias no remuneradas

El secretario de organización de CCOO Servicios en Aragón, Gerardo Montori, explicó en Teruel que están realizando varias campañas para mejorar las condiciones laborales en el sector de la hostelería, entre ellas el control de las horas extraordinarias no remuneradas.

El sindicato ha lanzado en el conjunto del Estado una campaña de vigilancia y control, inicialmente en empresas donde existe representación sindical, para evitar el uso abusivo de las horas extraordinarias no remuneradas dado que este es uno de los sectores más afectados por este tipo de fraude.

En paralelo, han iniciado una campaña contra las condiciones laborales precarias en el subsector de la comida rápida, que ocupa a 50.000 personas en todo el país, sobre todo jóvenes.

“En este ámbito existe de forma generalizada una alta temporalidad, rotación y siniestralidad, especialmente en el colectivo de reparto a domicilio”, argumentó el secretario de organización.

CCOO exige a los empresarios que se alcance un salario mínimo de 14.000 euros anuales y para que se regule de forma eficaz el horario de los trabajadores.

Por otro lado, CCOO y UGT en colaboración con la Universidad de Málaga han puesto en marcha el proyecto Hoteles Justos con el objetivo de diseñar un conjunto de indicadores para la puesta en funcionamiento de un sistema de certificación de hoteles laboralmente responsables con los trabajadores en España.