Cáritas Teruel y el Inaem mejorarán la empleabilidad de 18 jóvenes turolenses

Facilitar la búsqueda de un empleo de calidad a través de la formación es el principal objetivo de la escuela taller Reconstruir con corazón Teruel que está organizada y promovida por Cáritas en colaboración con el Instituto Aragonés de Empleo (Inaem) en a que participan 18 jóvenes menores de 25 años en las especialidades de albañilería y carpintería. El proyecto cuenta con una inversión cercana a los 280.000 euros. El Inaem aporta 260.000  euros y Cáritas Teruel, 19.000 euros. Las prácticas permitirán la rehabilitación de la tercera planta del Centro de Inserción Sociolaboral San Nicolás de Bari.

El director de Cáritas Teruel, Juan Marco, destacó, durante la presentación oficial de la actividad, que la escuela taller pretende ayudar a gente que por diferentes motivos ha quedado excluida para que vuelvan al mercado de trabajo. 

Junto al año de formación teórica y práctica de la escuela taller, Marco recordó que estos chicos recibirán también el apoyo y el seguimiento posterior de sus técnicos de empleo.

La directora del Inaem en Teruel, Patricia Utrillas, destacó que esta formación mejora la empleabilidad puesto que al finalizar recibirán certificados de profesionalidad de nivel 1. 

En concreto, para la especialidad de carpintería serán los certificados de trabajos de carpintería y mueble, acabados de carpintería y mueble y montaje de muebles y elementos de carpintería. Para albañilería, se certificarán en Operaciones auxiliares de acabados rígidos y urbanización y Operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción.

Asimismo, Utrillas destacó en la selección del alumnado que son jóvenes “con muchas ganas de aprender y trabajar”.

Los alumnos proceden tanto de la capital turolense y algunos de sus barrios como Caudé o San Blas como de municipios como Cella o Riodeva.

Inserción laboral

El delegado territorial del Gobierno de Aragón en Teruel, Antonio Arrufat, destacó la importancia de apostar por proyectos para las escuelas talleres que tengan muy en cuenta la inserción laboral posterior de los participantes, con ejemplos como este o los relacionados con la asistencia a domicilio que hay en Andorra-Sierra de Arcos o Albarracín porque el mercado está demandando a personas formadas en estos ámbitos. 

Arrufat recordó que este año son 174 personas las que participan en las escuelas talleres y que se busca que logren un empleo digno.

La directora de la escuela taller, Alba Bermejo explicó que en la primer parte la actividad se centra en una parte más formativa con contenidos sobre riesgos laborales, igualdad de género, competencia digital, emprendimiento y orientación laboral entre otros contenidos. 

En los últimos seis meses la formación será específica sobre carpintería y albañilería con prácticas en el propio edificio del colegio San Nicolás de Bari, dando continuidad a la anterior escuela taller. 

Se va a actuar en 684 metros cuadrados que podrán destinarse a usos sociales. Se harán labores de mejora de la carpintería interior, colocación de pavimentos interiores y exteriores, construcción y chapado de tabiquerías e intervención en el exterior de las instalaciones.

Bermejo recordó que uno de los objetivos es que estos jóvenes se vuelvan a incorporar al ámbito educativo que puedan seguir ampliando después su formación con el acceso a ciclos formativos de grado medio o superior.

Los alumnos se mostraban muy contentos con esta oportunidad. Brian señaló que la escuela taller “abre oportunidades de empleo y es una buena preparación para el futuro”. 

Para este joven, recibir la formación práctica y recibir los certificados de profesionalidad puede abrir puertas para encontrar trabajo.

Otra de sus compañeras aseguraba ayer tener “mucha ilusión” porque la carpintería es algo que le gusta mucho y aseguró que para ella era fundamental poder demostrar que puede hacer cosas y cada día ir mejorando y confió en un futuro poder encontrar un empleo vinculado con esta formación que está recibiendo ahora.