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Bueña mejora su accesibilidad gracias a la ayuda de los alumnos del Francés de Aranda Bueña mejora su accesibilidad gracias a la ayuda de los alumnos del Francés de Aranda
Los participantes en el proyecto, con los QR y miembros de AbueñízaTe. G.C.

Bueña mejora su accesibilidad gracias a la ayuda de los alumnos del Francés de Aranda

La localidad coloca vídeos con lengua de signos en sus principales elementos patrimoniales
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Cruz Aguilar

Los alumnos de 2º curso del Ciclo Formativo de Grado Superior de Mediación Comunicativa del Instituto Francés de Aranda de Teruel han realizado un proyecto, en la asignatura de Ámbitos de Aplicación de la Lengua de Signos, para traducir a esta lengua un total de 15 placas informativas sobre elementos patrimoniales de la localidad.

La profesora que está al frente de la asignatura, Guada Caulín, explicó que cada uno de los ocho alumnos que han participado eligió una o varias placas de las que hay en el recorrido para conocer  todo el patrimonio pueblo y pasó la información que había en ella a la lengua de signos. El pasado lunes los alumnos, acompañados por la docente, se trasladaron hasta la localidad del Jiloca para pegar en cada una de las placas un código QR que redirecciona a una página donde aparecen los vídeos en la lengua de signos.

Cada uno de estos vídeos se grabó al lado de la placa a la que hacen referencia. Caulín especificó que los alumnos han viajado hasta en cuatro ocasiones a Bueña para poder desarrollar el proyecto.

Conociendo el territorio

En la primera jornada en , los chavales tuvieron oportunidad de conocer todos los detalles del trabajo patrimonial que se está desarrollando en Bueña, donde el espacio central del recorrido es la Era del Tío Cesáreo, un lugar dedicado al reciclaje en el que es posible ver las creaciones que Cesáreo Gimeno, vecino de Bueña ya fallecido, realizó con objetos de chatarra.
 

Los QR llevan a un vídeo donde un intérprete muestra el contenido de la placa


Guada Caulín destacó la importancia que tiene que el alumnado se implique con proyectos reales para que constaten la utilidad que tiene su labor. “Es una forma de llevar todo al terreno real para que vean que este tipo de actividades son las que pueden realizar”, indicó.

Además, la realización de esta traducción a la lengua de signos incluye la creación de unos nexos con diferentes entidades así como la visita a lugares, en este caso Bueña, que no conocían. La profesora matizó que la mayor parte de los jóvenes proceden de zonas rurales y eso les motiva puesto que ven “que tienen posibilidades de trabajar en sus pueblos y comarcas”, aseguró.

Detalló que el contacto con la Asociación Cultural AbueñízaTe les sirvió para conocer la realizada de la localidad y, a raíz de ello, se esforzaron aún más con su trabajo porque “saben que ese QR se queda ahí y que la gente lo va a ver y las personas sordas que vayan allí se pueden enterar del contenido que tiene la placa”. Conocer el lugar y saber que su trabajo va a tener utilizar “les motiva mucho más”, aseguró Caulín.

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