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Bares y gimnasios de Teruel reabren el interior con el anhelo de no volver a cerrar Bares y gimnasios de Teruel reabren el interior con el anhelo de no volver a cerrar
El copropietario del Gran Café de Teruel, Agustín Cebollada, conversa con unos clientes

Bares y gimnasios de Teruel reabren el interior con el anhelo de no volver a cerrar

Los propietarios de los establecimientos turolenses piden confianza a los usuarios
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Los establecimientos de hostelería, los gimnasios y centros deportivos retomaron este viernes, un mes después de su prohibición, la actividad en el interior con un aforo del 30% y con el anhelo de no tener que volver a cerrar. Los propietarios coincidieron en señalar que, después de tres cierres, cuesta recuperar a la clientela, a la que recordaron que son espacios seguros.

El encargado del Restaurante Café 1900, Fernando Mateo, consideró que la apertura del interior de los establecimientos al 30% y la ampliación del horario de lunes a jueves de 18:00 a 20:00 horas son medidas “claramente insuficientes”, pero admitió que “hay que preservar la salud de la gente”. 

Desde su experiencia en un establecimiento con terraza en la plaza del Torico, indicó que los clientes prefieren la terraza y que, después de tres cierres del interior en el último año, “se muestran reticentes” a hacer uso del interior del local. Mateo da por perdida la Semana Santa, pero se mostró convencido de que, si el tiempo acompaña, “los turolenses saldrán a disfrutar de su ciudad”.

Respecto a las ayudas al sector, señaló que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) “ayudan mucho” porque pueden disponer de los trabajadores las horas necesarias. Sin embargo, consideró que las ayudas directas son insuficientes. En su caso, con una plantilla de 16 trabajadores, tan solo ha recibido 1.000 euros del Gobierno de Aragón. Y puso como ejemplo a la Comunidad Valenciana, donde los establecimientos hosteleros han recibido 2.000 euros y un plus de 300 por cada trabajador.

El copropietario del Gran Café de Teruel, Agustín Cebollada, aseguró que vuelven al trabajo “con la esperanza de que las cifras de contagios vayan mejor”. Admitió que, después de tres cierres, a la gente le cuesta volver a entrar, pero recordó que los bares y restaurantes “no son un foco de contagio”.

Cebollada indicó que las ayudas a la hostelería “llegan tarde” pero que, al menos, pueden disponer de los ERTE para adecuar la plantilla a la actividad del establecimiento.

Los clientes que el viernes se sentaban en el interior del café ubicado en el Tozal comentaban: “A ver si tenemos un poco de conocimiento todos y esto dura”

El portavoz de los gimnasios y centros deportivos de Teruel, José Catalán, señaló la “incoherencia” que para ellos suponía permanecer cerrados mientras se permitía la presencia en las aulas o en las gradas. 

En defensa de su actividad ante el departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, plantearon que “el deporte es medicina preventiva, dado que refuerza el sistema inmunitario”. “Está demostrado que las personas activas tienen menos probabilidad de enfermar”, indicó.

Catalán también espera que esta sea la tercera y última vez que tengan que cerrar porque a la clientela le surge “un miedo infundado”. “Los datos nos avalan y se produce un contagio por cada 100.000 visitas”, dijo. Añadió que los centros cumplen con las normativas sanitarias y que en todos está garantizada la recirculación del aire.

La mayoría de los gimnasios turolenses han aplazado hasta el lunes su apertura, coincidiendo con el inicio del mes, y están aprovechando los días previos para limpiar y reorganizar los espacios y las actividades, que en el caso de las dirigidas, se realizarán en grupos de hasta seis personas.