Monumento natural del nacimiento del río Pitarque
Aragón propone diez espacios naturales protegidos para visitar este verano, tres de ellos en Teruel
En la provincia turolense se recomiendan los Pinares de Rodeno, las Grutas de Cristal de Molinos y el Nacimiento del Pitarque
La Red Natural de Aragón agrupa los espacios naturales protegidos más bellos y valiosos de la comunidad, y desde la Dirección General de Cambio Climático y Educación Ambiental se ha hecho una selección de diez espacios para visitar en los meses de verano, sin necesidad de salir de la región.
Asimismo, están los Centros de Interpretación, que son equipamientos ambientales que cumplen la función de informar y orientar a los ciudadanos en sus visitas a los espacios naturales protegidos de Aragón, para ofrecer un mejor conocimiento y disfrute de los valores naturales y culturales que albergan.
El recorrido se inicia en la provincia altoaragonesa y el primero de los espacios escogidos es el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Es el único de este tipo en Aragón y tiene más de 150 kilómetros. Cuenta con una amplia red de oficinas de información y centros de interpretación desde los que programan visitas guiadas gratuitas.
Para recorrerlo existen tantas opciones como gustos y preferencias, pero no puedes dejar de visitar valles tan conocidos como el de Ordesa, transitar por el impresionante cañón de Añisclo, atravesar el valle de Escuaín o deleitarte con las maravillosas vistas que regala el valle de Pineta.
En el extremo más noroccidental del Pirineo se halla el Parque Natural de los Valles Occidentales, un espacio natural en el que cultura y paisaje caminan de la mano. En la parte baja, los valles de Hecho, Ansó o Aísa conservan la arquitectura pirenaica tradicional. Mientras, al norte, la alta montaña se abre paso con grandes macizos como el del Bisaurín, extensos valles como el de Aguas Tuertas, conocidos ibones como el Acherito y bosques de ensueño como el de Gamueta.
En Ansó se encuentra el centro de interpretación del parque con información sobre los senderos y desde el que se programan actividades gratuitas para conocer los valores naturales del entorno.
El Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara también ofrece un sinfín de posibilidades. Conocido por sus muchas alternativas deportivas, aguarda un patrimonio natural de incalculable valor. Sus ríos han ido originando estrechos y profundos barrancos con pozas de un llamativo azul turquesa.
Sobre ellos, se alzan escarpadas paredes rocosas donde habita un buen número de aves rapaces. Existen más de 15 senderos habilitados desde la Red Natural de Aragón para descubrir todos sus rincones. No obstante, no te puedes perder alguno de los paseos guiados que organizan desde cualquiera de los centros de interpretación del espacio ubicados en las localidades de Bierge, Santa Cilia de Panzano, Lecina y Arguis.
Para quienes busquen actividades de alta montaña, se sugiere el Parque Natural Posets-Maladeta, ya que más del 70 por ciento de la superficie de este parque natural se encuentra por encima de los 1.800 metros de altitud. Vertebrado por los valles de Benasque, Chistau y Barrabés, es una alternativa segura para disfrutar de la montaña este verano.
Inmensas masas boscosas, grandes valles modelados por la actividad ganadera y algunas de las mayores cimas del Pirineo se unen en una armonía paisajística de primer orden. Unas 14 rutas recorren el Parque Natural. En las localidades de Benasque, San Juan de Plan y Aneto se encuentran los centros de interpretación; puntos de referencia si se quiere visitar de forma completa el espacio o realizar alguna actividad.
El Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel es uno de los lugares más emblemáticos de la provincia oscense y de Aragón, en general. Allí está albergado el monasterio románico de San Juan de la Peña, que también guarda un entorno de gran valor natural.
En este Paisaje Protegido naturaleza e historia se funden creando una conjunción inolvidable para el visitante. Una de las rutas más conocidas dentro del espacio es la que discurre por sus tres miradores y a la que se accede desde la pradera de San Indalecio. Justo ahí se ubica el centro de interpretación desde el que se ofrecen actividades de educación ambiental para todos los públicos como, por ejemplo, un paseo por el bosque a través de los sentidos.
Para cerrar el viaje por Huesca, el Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos. Al norte de la comarca de la Ribagorza, dentro del Parque Natural Posets Maladeta, se puede encontrar la mayoría de los macizos montañosos que albergan, a día de hoy, los glaciares más meridionales del continente europeo.
Estos son los últimos testigos de la era glaciar y representan un frágil reducto de gran valor científico, cultural y paisajístico. Existen senderos desde los que se puede contemplar la magnitud de estos elementos naturales. En Eriste se ubica el centro de interpretación. A lo largo de todo el verano parte desde allí una ruta interpretativa sobre los glaciares. Es de carácter gratuito y apta para todos los públicos.
En la provincia de Teruel está el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno; concretamente, se localiza en la Sierra de Albarracín. Su visita lleva a adentrarse en un paisaje de tonos rojizos, verdes praderas, e interminables bosques de pino resinero. Un paraíso también para los amantes de la geología que pueden caminar entre formaciones rocosas originadas hace millones de años conocidas como rodenos. Una experiencia del todo única si la complementas con la visita al centro de interpretación del espacio ubicado en Dornaque y desde el que se ofrecen diversas alternativas al visitante.
En el Maestrazgo se cuenta con nada menos que cuatro monumentos naturales. Perderse durante unos días por esta comarca para visitarlos todos puede ser un plan perfecto para este verano. El Nacimiento del Río Pitarque constituye un bello entorno fluvial salpicado de saltos y pozas de aguas cristalinas. Los Órganos de Montoro brindan la posibilidad de recorrer unas impresionantes formaciones rocosas de alto valor geológico.
En las Grutas de Cristal de Molinos el visitante se adentra en varias cuevas donde predomina un paisaje de estalactitas y estalagmitas. Y en el Puente de Fonseca, en Castellote, la fuerza del río Guadalope ha excavado un túnel natural por el que discurren sus aguas. En Villarluengo se localiza el centro de interpretación desde donde organizan paseos interpretativos.
También se propone el Parque Natural del Moncayo, la montaña mágica que ofrece una experiencia diferente en cada época del año. En verano, constituye un lugar idóneo para escapar del calor y conectar con la naturaleza. Sus fuentes, arroyos y manantiales conviven con extensos hayedos y bosques atlánticos creando un espacio único sin salir de la provincia de Zaragoza.
Este entorno cuenta con senderos para todos los niveles pero es recomendable pasar por alguno de sus centros de interpretación, localizados en Agramonte, Añón del Moncayo y Calcena, para conocer en profundidad las posibilidades del entorno. También se organizan paseos interpretativos, talleres y actividades de educación ambiental de forma gratuita.
En las Cinco Villas, entre la depresión del Ebro y el Pirineo se extiende esta sierra protegida por su alto valor ecológico y geológico. Recorrerla es posible a través de diversos senderos, algunos de los cuales atraviesan un paisaje de bosque mediterráneo con influencias atlánticas. Un entorno de singular belleza cuya altitud no supera los 1.200 metros de altitud. Un entorno vertebrado ríos como el Arba que ha ido erosionando la roca dejando a su paso todo tipo de estrechos y pozas de gran belleza.
Asimismo, están los Centros de Interpretación, que son equipamientos ambientales que cumplen la función de informar y orientar a los ciudadanos en sus visitas a los espacios naturales protegidos de Aragón, para ofrecer un mejor conocimiento y disfrute de los valores naturales y culturales que albergan.
El recorrido se inicia en la provincia altoaragonesa y el primero de los espacios escogidos es el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Es el único de este tipo en Aragón y tiene más de 150 kilómetros. Cuenta con una amplia red de oficinas de información y centros de interpretación desde los que programan visitas guiadas gratuitas.
Para recorrerlo existen tantas opciones como gustos y preferencias, pero no puedes dejar de visitar valles tan conocidos como el de Ordesa, transitar por el impresionante cañón de Añisclo, atravesar el valle de Escuaín o deleitarte con las maravillosas vistas que regala el valle de Pineta.
En el extremo más noroccidental del Pirineo se halla el Parque Natural de los Valles Occidentales, un espacio natural en el que cultura y paisaje caminan de la mano. En la parte baja, los valles de Hecho, Ansó o Aísa conservan la arquitectura pirenaica tradicional. Mientras, al norte, la alta montaña se abre paso con grandes macizos como el del Bisaurín, extensos valles como el de Aguas Tuertas, conocidos ibones como el Acherito y bosques de ensueño como el de Gamueta.
En Ansó se encuentra el centro de interpretación del parque con información sobre los senderos y desde el que se programan actividades gratuitas para conocer los valores naturales del entorno.
El Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara también ofrece un sinfín de posibilidades. Conocido por sus muchas alternativas deportivas, aguarda un patrimonio natural de incalculable valor. Sus ríos han ido originando estrechos y profundos barrancos con pozas de un llamativo azul turquesa.
Sobre ellos, se alzan escarpadas paredes rocosas donde habita un buen número de aves rapaces. Existen más de 15 senderos habilitados desde la Red Natural de Aragón para descubrir todos sus rincones. No obstante, no te puedes perder alguno de los paseos guiados que organizan desde cualquiera de los centros de interpretación del espacio ubicados en las localidades de Bierge, Santa Cilia de Panzano, Lecina y Arguis.
Para quienes busquen actividades de alta montaña, se sugiere el Parque Natural Posets-Maladeta, ya que más del 70 por ciento de la superficie de este parque natural se encuentra por encima de los 1.800 metros de altitud. Vertebrado por los valles de Benasque, Chistau y Barrabés, es una alternativa segura para disfrutar de la montaña este verano.
Inmensas masas boscosas, grandes valles modelados por la actividad ganadera y algunas de las mayores cimas del Pirineo se unen en una armonía paisajística de primer orden. Unas 14 rutas recorren el Parque Natural. En las localidades de Benasque, San Juan de Plan y Aneto se encuentran los centros de interpretación; puntos de referencia si se quiere visitar de forma completa el espacio o realizar alguna actividad.
El Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel es uno de los lugares más emblemáticos de la provincia oscense y de Aragón, en general. Allí está albergado el monasterio románico de San Juan de la Peña, que también guarda un entorno de gran valor natural.
En este Paisaje Protegido naturaleza e historia se funden creando una conjunción inolvidable para el visitante. Una de las rutas más conocidas dentro del espacio es la que discurre por sus tres miradores y a la que se accede desde la pradera de San Indalecio. Justo ahí se ubica el centro de interpretación desde el que se ofrecen actividades de educación ambiental para todos los públicos como, por ejemplo, un paseo por el bosque a través de los sentidos.
Para cerrar el viaje por Huesca, el Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos. Al norte de la comarca de la Ribagorza, dentro del Parque Natural Posets Maladeta, se puede encontrar la mayoría de los macizos montañosos que albergan, a día de hoy, los glaciares más meridionales del continente europeo.
Estos son los últimos testigos de la era glaciar y representan un frágil reducto de gran valor científico, cultural y paisajístico. Existen senderos desde los que se puede contemplar la magnitud de estos elementos naturales. En Eriste se ubica el centro de interpretación. A lo largo de todo el verano parte desde allí una ruta interpretativa sobre los glaciares. Es de carácter gratuito y apta para todos los públicos.
Teruel y Zaragoza
En la provincia de Teruel está el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno; concretamente, se localiza en la Sierra de Albarracín. Su visita lleva a adentrarse en un paisaje de tonos rojizos, verdes praderas, e interminables bosques de pino resinero. Un paraíso también para los amantes de la geología que pueden caminar entre formaciones rocosas originadas hace millones de años conocidas como rodenos. Una experiencia del todo única si la complementas con la visita al centro de interpretación del espacio ubicado en Dornaque y desde el que se ofrecen diversas alternativas al visitante.
En el Maestrazgo se cuenta con nada menos que cuatro monumentos naturales. Perderse durante unos días por esta comarca para visitarlos todos puede ser un plan perfecto para este verano. El Nacimiento del Río Pitarque constituye un bello entorno fluvial salpicado de saltos y pozas de aguas cristalinas. Los Órganos de Montoro brindan la posibilidad de recorrer unas impresionantes formaciones rocosas de alto valor geológico.
En las Grutas de Cristal de Molinos el visitante se adentra en varias cuevas donde predomina un paisaje de estalactitas y estalagmitas. Y en el Puente de Fonseca, en Castellote, la fuerza del río Guadalope ha excavado un túnel natural por el que discurren sus aguas. En Villarluengo se localiza el centro de interpretación desde donde organizan paseos interpretativos.
También se propone el Parque Natural del Moncayo, la montaña mágica que ofrece una experiencia diferente en cada época del año. En verano, constituye un lugar idóneo para escapar del calor y conectar con la naturaleza. Sus fuentes, arroyos y manantiales conviven con extensos hayedos y bosques atlánticos creando un espacio único sin salir de la provincia de Zaragoza.
Este entorno cuenta con senderos para todos los niveles pero es recomendable pasar por alguno de sus centros de interpretación, localizados en Agramonte, Añón del Moncayo y Calcena, para conocer en profundidad las posibilidades del entorno. También se organizan paseos interpretativos, talleres y actividades de educación ambiental de forma gratuita.
En las Cinco Villas, entre la depresión del Ebro y el Pirineo se extiende esta sierra protegida por su alto valor ecológico y geológico. Recorrerla es posible a través de diversos senderos, algunos de los cuales atraviesan un paisaje de bosque mediterráneo con influencias atlánticas. Un entorno de singular belleza cuya altitud no supera los 1.200 metros de altitud. Un entorno vertebrado ríos como el Arba que ha ido erosionando la roca dejando a su paso todo tipo de estrechos y pozas de gran belleza.
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