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Aragón concede 7 millones en ayudas directas a las explotaciones por la sequía Aragón concede 7 millones en ayudas directas a las explotaciones por la sequía
Mapa de Aragón con la afección de la sequía. DGA

Aragón concede 7 millones en ayudas directas a las explotaciones por la sequía

Afección máxima en cuatro comarcas turolenses
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El Gobierno de Aragón aprobó ayer la concesión de siete millones de euros en ayudas directas a explotaciones agronaderas afectadas por la sequía, que llegarán a agricultores y ganaderos de 304 municipios ubicados en 19 comarcas aragonesas. Las zonas más afectadas son de la provincia de Teruel.

El consejero de Agricultura, Javier Rincón, detalló los trámites y el alcance de estas ayudas, contenidas en un decreto ley que se publicará hoy jueves en el Boletín Oficial de Aragón (BOA), en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno en el que fueron aprobadas.

El decreto establece dos zonas de reparto de las ayudas, una primera considerada de “afección máxima” y otra de “afección grave”.

Afección máxima

En el primer caso están incluidas íntegramente las comarcas turolenses del Bajo Martín, Andorra-Sierra de Arcos, Bajo Aragón y Maestrazgo y en el segundo la turolense de Jiloca y las zaragonzanas Ribera Baja del Ebro y Campo de Cariñena.

Las comarcas Comunidad de Teruel, Gúdar-Javalambre, Cuencas Mineras y Matarraña -en la provincia de Teruel-, y Campo de Belchite -en Zaragoza- están incluidas en su totalidad en una u otra zona, y hay otras siete (Monegros, Central de Zaragoza, Valdejalón, Calatayud, Bajo Aragón-Caspe, Daroca y Albarracín) incluidas parcialmente en la zona afección grave.

Las ayudas para el caso de afección máxima serán de 40 euros por hectárea o de 50 si el beneficiario en un agricultor joven (menor de 41 años), y de 20 y 30 euros, respectivamente, en el caso la zona de afección grave, con un máximo de cien hectáreas.

Ganadería

En el caso de la ganadería, se percibirán en cualquier caso 25 euros por unidad de ganado mayor (incluidas sus equivalencias de ovino, caprino o apícola), con un máximo de 2.500 euros. El cobro de ambas ayudas no es incompatible, por lo que una misma explotación podrá recibir ayudas por cultivos y por ganado. Se prevé que de los 7 millones de euros previstos, 5,8 estén destinos a la agricultura y 1,2 a la ganadería.

No será necesario solicitar las ayudas, puesto que el propio Departamento de Agricultura determinará los beneficiarios basándose en los datos de perceptores de la PAC que haya en cada una de las zonas afectadas y la subvención se calculará automáticamente según los datos declarados.

Los pagos se recibirán previsiblemente en noviembre y en cualquier caso antes de que acabe el año, en tanto en cuanto las ayudas están amparadas por el marco nacional temporal establecido por la Comisión Europea con motivo de la guerra de Ucrania y cuya vigencia expira el 31 de diciembre de este año.

Javier Rincón explicó que se ha intentado delimitar las zonas de afección por la sequía “con la máxima precisión posible”, con datos tomados del índice de precipitación estandarizada sobre las medias históricas y del índice de precipitación y evotranspiración.

También con los de Agroseguro disponibles una vez finalizada la campaña este septiembre. En este sentido, el consejero de Agricultura avanzó que este año se ha incrementado la cantidad destinada a la formalización de seguros un 33 % para hacerlos más atractivos en la línea de intentar fomentar su contratación por parte de los agricultores y ganaderos de la Comunidad Autónoma.

El proceso

Para realizar el reparto las ayudas directas, desde el Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, se han tenido en cuenta diversos factores y se ha establecido como beneficiarios a explotaciones y no a territorios.

A los datos facilitados por Agroseguro, se han añadido los obtenidos a través del Índice de Precipitación Estandarizado (SPI, por sus siglas en inglés), y del Índice de Precipitación Evapotranspiración Estandarizada (SPEI) con los que se ha determinado el grado de afección en cada zona. El SPI es una herramienta utilizada para medir y monitorear la sequía, cuantifica el déficit o exceso de precipitación en un período específico en comparación con la media histórica, ajustando los datos a una distribución normal. Permite comparar las condiciones de sequía entre diferentes regiones y escalas temporales. Se contrastó con otro índice. el SPEI, que combina datos de precipitación y evapotranspiración para evaluar la disponibilidad de agua en una región específica. Es un índice multiescalar, lo que significa que puede aplicarse a múltiples escalas temporales, desde meses hasta años, permitiendo así un análisis detallado de la sequía a corto y largo plazo.