Anudi y Neuroteruel abogan por que la sociedad rompa barreras por el autismo
Instalan una mesa informativa en el Torico por el Día MundialAnudi y Neuroteruel abogaron ayer por que la sociedad rompa barreras por el autismo. Así lo pidieron en una mesa informativa instalada en la plaza del Torico con motivo de la celebración del Día Mundial del Autismo, después de que el día anterior, junto con el Ayuntamiento de Teruel, iluminaran de azul la torre de San Martín para visibilizar este trastorno como se hizo en monumentos de todo el mundo.
No hay datos sobre los niños y niñas que pueden padecer esta condición o trastorno, ya que no se trata de una enfermedad. Las cifras que se barajan, al menos en Estados Unidos, es que los Trastornos del Espectro Autista (TEA) tienen una prevalencia de 1 de cada 80-100 niños.
El objetivo de la celebración del Día Mundial del Autismo y de los actos programados, tanto la iluminación en azul de la torre de San Martín como la mesa instalada ayer en el Torico, era visibilizar esta realidad y cumplir con el lema de la jornada, “rompamos juntos barreras por el autismo” trabajando por una sociedad accesible, según indicó María Úbeda, de Anudi.
Úbeda incidió en la importancia de que haya una atención temprana, ya que el diagnóstico prematuro es vital para mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta condición. Además, destacó la necesidad de que haya profesionales formados para poder intervenir lo antes posible. Precisamente, una de las quejas de las familias es que en el sistema de salud no les orientan.
María Benavent y Sonia Soriano, de Neuroteruel, explicaron que los niños con esta condición necesitan atenciones de todas las disciplinas y que algunas de las características observables en ellos son hipesensibilidad a los sonidos, movimientos estereotipados, retraso en el desarrollo del lenguaje, falta de contacto ocultar, o dificultad para la comprensión de normas sociales.
Benavent y Soriano apuntaron que hay que dar tiempo para responder a estos niños, tratar de calmarles, facilitar que se relajen, seguir una rutina para que tengan seguridad, evitar sonidos fuertes o lugares con mucho ruido, hablarles con dulzura y no obligarles a tener contacto físico.