Alberto Izquierdo, vicepresidente de la DPT: “No tenemos suficientes quitanieves, pero sí un gran capital humano y mucha coordinación”
“Nuestro planteamiento es ubicar máquinas donde nieva porque así empiezan a limpiar desde el primer kilómetro”Alberto Izquierdo es vicepresidente de la Diputación de Teruel y diputado delegado del Servicio de Vías y Obras, que se ocupa de la limpieza de las carreteras. Ha supervisado todos los trabajos realizados estos días y ha atendido las demandas recibidas, pero señala que en esta borrasca Filomena han sido menos que en otras ocasiones porque se han solventado algunas de las carencias que tuvieron con Gloria en enero de 2020 y el operativo ha sido mucho más efectivo.
-Lleva dos años en la Vicepresidencia de la Diputación y ya ha vivido las dos grandes nevadas de los últimos años. ¿Cómo se prepara una institución para episodios así?
-La tormenta Gloria nos sirvió a todos para aprender, para darnos cuenta de las carencias materiales que tenemos, que compensamos con la buena voluntad, el trabajo y las ganas de las personas que trabajan en los operativos. Esta vez lo que hemos hecho es preparar las cosas con mucho tiempo al darnos cuenta de que las predicciones meteorológicas son absolutamente certeras. Diez días antes empezamos a reforzar los operativos, poniéndonos en contacto con empresas privadas, reforzando rutas donde el año pasado vimos que nos quedamos cojos o tuvimos dificultades y eso nos ha dado la posibilidad de llegar al minuto uno con un operativo absolutamente preparado y que barajaba tres escenarios posibles, uno inferior a la previsión, el de la previsión y uno superior, y hemos ido aplicando estos tres operativos en función de las necesidades.
-¿Manejan datos de la Aemet?
-El año pasado se creó antes de la tormenta Gloria un grupo de trabajo, que es muy operativo porque nos movemos mucho mediante el WhatsApp, de todas las instituciones provinciales, Gobierno de Aragón, Diputación, Ministerio de Fomento, Aemet y Protección Civil, que nos da una capacidad de resolver los problemas y sobre todo de tener la información muy rápido.
-¿Tenemos suficientes máquinas quitanieves en Teruel?
-No y lo digo con contundencia. Lo que tenemos es suficiente capital humano, que es más importante que tener máquinas, que siempre serán menos de las deseables porque la economía manda. Con muchos más medios que nosotros grandes ciudades se han colapsado. Este año hemos reforzado el operativo con la contratación de medios de empresas privadas que nos permiten tener más solvencia y este 2021 reforzaremos con la compra de un camión que se ubicará en Orihuela. Nuestra forma de entender la nieve es diferente a la de otras administraciones, que ubican el parque en un lugar y desde ahí se extienden al territorio. La mayor eficacia, sobre todo temporal, pasa por ubicar los medios donde nieva. Tenemos ahora 2 vehículos en el Maestrazgo, 3 en el Matarraña y uno en Guadalaviar, Camarena y Gúdar. Nuestra intención es tener para el próximo noviembre otro en Orihuela. Normalmente siempre empieza a nevar arriba, si salimos de esos lugares optimizamos mucho los tiempos, bajas ya limpiando la carretera, la habilitas para los que viven allí y evitas esos 40 o 50 kilómetros hasta el lugar donde hay nieve. Lo que vamos a hacer es ubicar en los territorios vehículos y reforzar la salida desde el parque para partir las rutas. Cuando viene un gran temporal, si una ruta tiene una distancia de 80 kilómetros, la partimos en 2 y la máquina en vez de hacer 80 kilómetros hace 40, eso nos da una mayor frecuencia de paso.
-¿Qué número de quitanieves tenemos y cuál sería el óptimo?
-Lo deseable para el operativo que tenemos en marcha sería en torno a 25 o 26 vehículos. Con este presupuesto de 2021 llegaremos a los 22 y trataremos de reforzar bien con contratos con empresas o con compras propias para llegar a esos 26, que son los que nos darían la tranquilidad, porque si tienes un accidente, que en los dos últimos años hemos tenido mucha suerte y no ha ocurrido ninguno, una ruta queda coja, no tenemos un camión para reponerlo. Estaríamos bien con esos 22-23 vehículos y otros 2 o 3 por si acaso hay un accidente, salir de urgencia o reforzar en un momento determinado. Aunque no son suficientes, los optimizamos muy bien, el personal da el 200%, las comarcas han puesto también mucho de su parte, sobre todo las de montaña. Hemos utilizado por primera vez un camión de los bomberos en Montalbán con cuchillas, también los vehículos auxiliares de los bomberos voluntarios y, aunque no para el operativo ordinario, para las urgencias pueden venir muy bien. Tenemos que ser capaces de tener un ordinario de 23 vehículos y en un momento determinado poder llegar a los 30 con empresas y convenios con otras administraciones, porque cuando nieva con intensidad o duplicas los equipos o las carreteras no se pueden quedar limpias.
-Hay zonas donde tradicionalmente apenas nevaba pero llevamos dos años en los que ha habido espesores importantes, ¿esto complica el operativo?
-Pues mucho, pese a que estaba previsto y sabíamos dónde tendríamos que llegar. La ruta de limpieza en algunas zonas del Bajo Aragón es muy extensa, porque no suele nevar, y cuando nieva no podemos hacer la ruta al completo. En este temporal lo que hicimos fue ubicar allí a la UME (Unidad Militar de Emergencia), porque es donde tenemos más carencias. Es cierto que la UME no se tiene que convertir en un recurso habitual, ya que tenemos que ser capaces de articular los medios mediante la compra de vehículos y contratos con empresas privadas para que en la zona del Bajo Aragón, donde ahora mismo hay 3 vehículos, tener 6, no habitualmente, pero sí tener la herramienta para disponer de ellos cuando haya que limpiar el Bajo Aragón, que en el último año se ha tenido que realizar dos veces.
-Existe un acuerdo con el Gobierno de Aragón para la limpieza de las carreteras, ¿en qué consiste?
-Es un acuerdo de sentido común, que es algo que deberíamos aplicar más en la vida política de este país. La buena colaboración ha demostrado en este operativo que hemos sido la provincia más eficaz porque no miramos la titularidad. Hemos repartido la provincia en zonas y cada administración limpia todas las carreteras de esa zona. En la Sierra de Albarracín actúa la DPT y en Gúdar-Javalambre prácticamente todas las carreteras las limpia el Gobierno de Aragón. El Matarraña lo hemos partido por la mitad y nos queda una zona en la que seguimos haciendo cada uno nuestras carreteras, pero en la que vamos a trabajar para hacerlo en común, porque de otra forma el operativo pierde mucha eficacia, tienes que hacer 80 kilómetros para limpiar 3. Esa colaboración total nos ha dado una capacidad de respuesta muy buena, que siempre es mejorable, por supuesto. Hemos ido durante todos los días de la nevada a todos los núcleos de población, otra cosa son las masías. Con la colaboración de todos hemos multiplicado los medios por dos.
-Las máquinas de Fomento se ocupan exclusivamente de las vías de titularidad del Estado, ¿no es así?
-Yo creo, y no es una crítica, que esa colaboración que tenemos con el Gobierno de Aragón, que hemos trabajado como un equipo, tenemos que ser capaces de extenderla al Ministerio de Fomento. Ellos tienen sus protocolos, porque la A-23 es un eje internacional de comunicación y tiene unos protocolos muy marcados y complejos, pero es cierto que Fomento tiene que ser capaz de bajar a la tierra y participar de estos operativos y, si hay un municipio con un problema determinado que está a 2 kilómetros de la autovía y ahí hay una máquina parada, tenemos que buscar la fórmula de que pueda ayudarnos en un momento determinado, como nosotros limpiamos si pasamos por una nacional y está sucia.
-¿Qué criterios se siguen a la hora de priorizar la limpieza de una carretera sobre otra?
-Nosotros tenemos un criterio único, similar al del Gobierno de Aragón. Las rutas que marcamos tienen dos prioridades absolutas, la primera son los centros de salud, es decir, que cualquier municipio de la provincia tenga una salida a su centro sanitario o a la población más grande más cercana. La otra prioridad son las rutas escolares, por eso es tan importante ubicar las máquinas arriba, porque si la ruta sale de Mosqueruela a las 7 de la mañana, la máquina tiene que salir de Mosqueruela a esa hora, pero si sale de Teruel a las 7 no llega a Mosqueruela hasta las 9. Ya en la fase 2 se abren rutas entre municipios y carreteras secundarias.
-¿Cuánta sal gasta la Diputación en un año normal y cuánta han usado con Filomena?
-Nuestra previsión para un operativo invernal habitual son 2.500 toneladas, en los 15 días de 2021 llevamos 1.400. Hay que contar que los Ayuntamientos de Teruel y Alcañiz han usado la sal de la Diputación, como es normal, porque tenían su previsión pero esto se nos ha escapado a todos de las manos y hemos servido sal a quien lo ha necesitado. Ya servimos antes de la tormenta 50 toneladas y ahora unas 300 en estos días. Creo que este año nos iremos a más de las 3.000 toneladas, aunque dependerá de lo que haga a partir de ahora. Cuando empezó la tormenta teníamos nuestros acopios llenos y el lunes volvimos a llenarlos hasta arriba. Esto es importantísimo porque si viene una tormenta y te pilla con los silos a medias, a los 3 días no hay sal y eso es un gran problema.
-La sal se usa también para un tratamiento previo?
-Sí, eso es muy importante, el propio lunes antes de la tormenta ya empezamos a tirar sal por las rutas, porque cuando empieza a nevar, si lo hace poco a poco y tienen sal, un 20% o un 30% de esa nieve se va y además a la mañana siguiente, al pasar la cuchilla para limpiar, no encontramos hielo, la capa de abajo está deshecha por la sal, lo que permite dejar la carretera limpia y volverla a salar.
-Esto tiene un coste a medio plazo en el asfalto, ¿no?
-A corto plazo. Si la duración media de un tramo de aglomerado son 20 o 25 años, en la provincia de Teruel no pasan de 15, y menos que van a pasar porque al final garantizar la seguridad significa tirar más sal y hacer más frecuencias de las que se hacían antes.
-¿Ha resultado más fácil limpiar Filomena que Gloria debido a la ausencia de ventiscas?
-Ha resultado más fácil limpiar la nieve y más difícil eliminar el hielo, han sido tormentas diferentes. Cuando en 12 horas cae un metro de nieve, como ocurrió con Gloria, es muy complicado sacarla. Además al día siguiente volvió a nevar y a hacer viento por lo que la frecuencia de las máquinas fue menor, al haber tanto espesor tardaban mucho más en realizar las rutas. En el primer día no fuimos capaces de hacer todas y al día siguiente estaban cubiertas de nieve otra vez por el propio viento. La diferencia con Filomena es que ha nevado de forma más progresiva y nos ha dejado hacer las rutas y las frecuencias, aunque también es cierto que con la tormenta Gloria aprendimos que teníamos que meter más medios y partir las rutas, todo eso ha funcionado mejor. Lo más difícil de Filomena ha sido el hielo, paró de nevar y nos metimos a 20 bajo cero, si hubiéramos tardado en limpiar 2 días no se hubieran podido limpiar por la capa de hielo.
-¿El hielo se limpia igual que la nieve?
-Si en una carretera se forma un bloque de hielo de 15 centímetros, la quitanieves no lo arranca, hay que recurrir a palas cargadoras con cadenas, con un coste y un tiempo de limpieza absolutamente mayor. Por eso es tan importante aumentar la frecuencia en el paso de las quitanieves, porque así no se hace hielo.
-El hecho de que no haya movilidad interprovincial debido al Covid-19 también ha evitado situaciones de riesgo, ¿no?
-Quiero pensar que es una cuestión de que, después de lo que vivimos el año pasado, la gente ya ha entendido lo que es la nieve, han sido muy responsables y solo han salido los que de verdad tenían que hacerlo, como ganaderos o médicos. Hemos notado que no había vehículos atascados, gente poniendo cadenas en mitad de la carretera… Eso nos ha permitido ser más eficaces, no hemos perdido ni un solo minuto en sacar a nadie. Acertamos plenamente, estoy convencido, suspendiendo el viernes las rutas escolares, porque hubiera sido un día muy complicado, era un riesgo innecesario. Luego el lunes y martes también acertamos, es mejor decir que nos excedimos cerrando el martes que hablar de un accidente por estar abiertos.
-Uno de las quejas habituales en los pueblos es que tienen la carretera limpia pero las quitanieves no entran a los pueblos y, sus vecinos no pueden salir, ¿cómo se ha solucionado o se intenta arreglar esto?
-Los alcaldes también han aprendido, igual que nosotros. Muchos ayuntamientos tienen sus propias cuñas adaptadas a tractores y luego está el sector primario colaborando. Los pueblos de la provincia de Teruel han sido limpiados, casi en su totalidad, por agricultores y ganaderos. Es responsabilidad de los ayuntamientos limpiar las calles, a partir de donde acaba la carretera provincial es casco urbano, y sacar a una quitanieves de su ruta puede significar un accidente o un retraso. Los alcaldes son muy colaboradores, nos han ayudado mucho y al final creo que no ha habido quejas porque todos hemos entendido nuestro papel, hemos hecho lo que nos correspondía y un poco más, esa fue la clave.
-También hubo ayudas para comprar cuñas en algunos pueblos, ¿no es así?
-Se ayudó en la legislatura pasada a la compra de cuñas en 16 pueblos, en los más altos de la provincia, donde más nevaba. Nos hemos dado cuenta de que la eficacia de esas cuñas es muy grande porque se dan servicio a sí mismos y a los ganaderos y agricultores. Este año a través del plan de Vías y Obras y servicios, que en muchos pueblos triplicará la cantidad, creo que es buen momento de pensar en la compra de una cuña, que vale 12.000 o 14.000 euros que puede dar un servicio enorme.
-¿Se preparan las carreteras, aparte de la sal, de alguna forma?
-Antes de empezar la temporada, en septiembre, el personal de Vías y Obras recorre todas las rutas, baliza las zonas peligrosas y marca los lugares donde puede haber un problema.
-En Madrid quieren la declaración de zona catastrófica, ¿han llegado a Teruel las ayudas de Gloria por ser zona catastrófica?
-Hace poco salió un decreto en el que se anunciaba la financiación de las ayudas de Gloria y ahora mismo está en trámite. La Administración del Estado es excesivamente lenta, pero al final llegan las ayudas. Que Madrid pida ser zona catastrófica me da un poco de risa, porque, entonces, ¿qué somos nosotros? ¿zona catastrófica permanente?
-Hablábamos antes de dos grandes temporales en menos de dos años, pero es que además han tenido que hacer frente a una pandemia, Este tipo de situaciones potencia la cercanía de la DPT a los ciudadanos.
-Durante estos años la Diputación se ha acercado más si cabe a los Ayuntamientos, hemos tratado de estar con ellos. Hemos intentado adaptar nuestros presupuesto durante todo el año 2020 a la situación, para este año 21 hemos construido un presupuesto capaz de generar inversiones, obra y vida en los pueblos.
-¿Cómo acabarán esas tensiones que cada día son más evidentes en el Partido Aragonés?
-En este momento nos toca trabajar y no estoy ahora para jugar al juego de la silla con nadie, es que no me preocupa. Ahora estamos viviendo un momento tan histórico y tan delicado que nos tenemos que olvidar de todo que no sea ayudar a la gente. Cuando llegue el momento cada militante de cada rincón de Aragón tendrá oportunidad de hablar, como lo tienen ahora, porque todos están representados en los órganos del partido por personas que no asisten a ellos. Si yo tengo una queja con la estructura de mi partido debo hacerlo ante los órganos del partido, no en los medios de comunicación. Invito a todo aquel que no esté en este momento cómodo a utilizar los cauces que existen para expresarse, todo lo demás es música, fiesta y coreografía.
-En las instituciones esa tensión sí puede tener alguna incidencia porque en la Diputación los 3 votos de los críticos son necesarios para lograr la mayoría, ¿no cree?
-¿Cuántos votos tuvo el presupuesto? Cuando las cosas se hacen con sentido común jugar a pistoleros no tiene sentido. Yo no voy a hacer un presupuesto para que lo vote el equipo de gobierno, sino para la provincia de Teruel, en el que se sienta cómoda Izquierda Unida y también el Partido Popular, porque todos los habitantes de la provincia han votado a alguien y todos se merecen un presupuesto que más o menos les ilusione.
-¿Entonces no cree que esta crisis del PAR vaya a afectar a la DPT?
-Es que no es una crisis del PAR, es una crisis de personas. Y no hablamos de un problema ideológico ni de método o de forma de trabajo sino de problemas personales, y si una persona cree que su problema personal puede afectar a una institución, que mida la capacidad que tiene de hacerlo, pero un presupuesto no se aprueba por partidos, se aprueba por diputados que representan a personas.