Agustín Alegre, la mirada al exterior del mundo a través del interior del artista

El turolense Agustín Alegre (Santa Eulalia del Campo, 1936) es el protagonista de la próxima cita del Ciclo de Exposiciones Nacionales que se lleva a cabo en la sala Espai Mercat de Almassora. La exposición Viajes, una visión del artista, está formada por algo  más de medio centenar de lienzos, pintados en su mayor parte durante los últimos diez años. La muestra, que se inauguró este viernes sobre los acordes de Haydn y Mozart del Ensemble Medea, podrá visitarse hasta el próximo 27 de abril, de lunas a domingo entre las 19 y las 21.30 horas. 

El pintor Pepe Mingol, comisario de la exposición, forma parte de Arte Directo, la institución organizadora de la muestra con la que pretende que la sala de Almassora de un salto de calidad a “la gran pintura”, en referencia a la obra del turolense, “para tener la ocasión de disfrutar de cuadros nunca vistos y de otros que han cautivado al público de ciudades con mucha más tradición artística como Madrid o Milán”. 

El Espai Mercat de Almassora distribuye las 55 pinturas de Agustín Alegre a través de una serie de pasillos sin guardar un orden cronológico ni derivado de los lugares recreados en las pinturas. “Lo que hemos tratado es de combinar las mejores piezas, alternarlas y construir un paseo para el visitante en el que recree una especie de viaje a través de la pintura de Alegre, con algunas de las mejores pinturas al final del recorrido”, explica el comisario. 

La ultima retrospectiva de Agustín Alegre que pudo verse en Teruel, en septiembre de 2016, puso de manifiesto su sensibilidad con la Leyenda de los Amantes y la abundante producción que ha dedicado a ella. En esta ocasión, en Almassora se pone de relevancia sobre todo el paisaje aunque también la figura, las atmósferas y las luces que a diferentes horas del día confieren diferentes atmósferas a cada paisaje. “De Agustín Alegre hay que destacar sobre todo la personalidad como pintor”, explica el comisario de la exposición. “Son indudables las influencias de Rembrandt, de Pinazo, de Zuloaga en su pintura... pero ha sabido conseguir una expresión propia en sus pincelas muy reconocibles”, convirtiéndose en “uno de las grandes referencias de la pintura española del siglo XX”, en opinión de Pepe Mingol. 

Mingol, hijo del artista José Mingol Clausell (1933-2006), rememora las estancias en Albarracín de las que él mismo fue testigo, con su padre, Agustín Alegre, Vicente Armiñana y otros artistas. “Recuerdo el magnetismo que tenía y que sigue teniendo, porque a su gran pericia como pintor se unía una personalidad atrayente y cautivadora que después, en sus lienzos, era perfectamente reconocible”.

En los cuadros que se exponen en Almassora destaca la capacidad de expresión “en cada detalle, incluso en la figura más pequeña, con apenas unos trazos logra una expresión en cada rostro, en cada gesto que pinta”. 

Lo define como “rotundo”, con una vida pictórica “sin dudas ni recovecos, con soltura y claridad en sus pinceles”, en quien “el más singular de sus secretos está en la perseverancia, preparación talento innato, con un trazo en el dibujo tan personal y atractivo como en la mancha oleosa que a través de sus pinceles acaricia en sus lienzos de una manera brillante y única”. 

La profesora del grado de Bellas Artes en Teruel Marta Marco comisarió una exposición en la capital mudéjar sobre los dibujos a carboncillo de Agustín Alegre, de quien escribió, en el libro-catálogo de La obra gráfica de Agustín Alegre. El dibujo como principio, que así se titulo, que “Agustín Alegre es más Agustín Alegre dibujando que pintando”, aunque esa faceta de su obra “es más desconocida”. 

Aunque Mingol asegura que “su grafito es encantador”, opina que “en la pintura es donde el turolense alcanza su máxima expresión, porque el gran pintor debe ser un gran dibujante, pero no quedarse ahí”.

Viajero del pincel

Si la exposición que puede verse en Almassora se centra en la pintura de viaje, es porque Mingol entiende que esa ha sido una de las facetas que han hecho grande a Alegre. “Ha sido un viajero incansable, relatando a través de su obra sus vivencias y retos, con paisajes exóticos, gentes del día a día y elementos que son capaces de trasladar al observador al mismo lugar que ha ocupado el artista”. “Sombras, luces, veladuras, color y texturas se unen armónicamente” para construir una ventana que nos asoma al exterior del mundo, a través del interior del artista. 

Viajes, una visión del artista es, además de una oportunidad para conocer algunas de las mejores obras de Alegre, un homenaje a un pintor que, en opinión de Mingol, “aunque ha recibido numerosos premios y homenajes quizá no esté situado en el lugar que merece”, seguramente por cuestiones estéticas y de mercado, a pesar de que “Alegre tiene obras dignas de estar colgadas en el Museo del Prado”.

“En los años 60 y 70 el arte tenía muchísima fuerza. En Castellón había 16 galerías de arte, y hoy no queda ninguna”, explica. “Hay periodos en los que el arte tiene protagonismo en la sociedad, y los artistas son muy valorados, y otros en los que no”. Mingol opina que nos encontramos en uno de estos últimos. “Y además el arte contemporáneo ha hecho estragos contra la pintura figurativa, a pesar de que yo siempre he defendido que en el arte todo cabe, y ningún estilo o tendencia debería canibalizar a las demás, como está ocurriendo”. 

La exposición de Agustín Alegre puede visitarse en el Espai Mercat de Almassora, situado en la Plaza de España de la localidad castellonense, hasta el 27 de abril.