75 aniversario de la liberación de Mauthausen: los nazis asesinaron a 178 deportados procedentes de Teruel
La Amical conmemora el evento, pero sin viajeEl 5 de mayo de 1945, a las puertas del campo de concentración de Mauthausen (Austria) podía leerse una gran pancarta: “Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas libertadoras”. El ejército norteamericano combatiente en la II Guerra Mundial entraba en el lugar del horror para 7.532 españoles, de los que –como otros centenares de miles de personas– 4.759 hallaron allí la muerte por métodos de exterminio a manos de los nazis. Setenta y cinco años después, ayer la Amical de Mauthausen renovó “el compromiso de recuerdo, reconocimiento y lucha de quienes vivieron directamente aquella cruel experiencia”.
Entre los planes anteriores a la pandemia de la Amical estatal ante el 75 aniversario de la liberación estaba la visita ayer de más de 200 personas, con representación del Gobierno de España incluida, al campo de concentración austríaco para conmemorar esta efeméride. Además de la emblemática fecha, Mauthausen adquiría este año un significado especial, ya que “los centenares de personas que teníamos que participar en los homenajes hubiéramos podido rendirlo ante el monumento erigido en el memorial (español) del campo, restaurado en los últimos meses gracias a una suscripción abierta para su financiación”, explicó ayer la Amical en un comunicado.
El memorial fue inaugurado en 1962 por el empeño de deportados sobrevivientes y sus familiares, “los mismos que unos meses después desafiaron a la dictadura franquista, fundando la Amical de Mauthausen y otros campos, con la complicidad de su homónima francesa y del Comité Internacional de Mauthausen”, prosigue la asociación memorialista.
“Como España no tenía espacio propio, los franceses permitieron que se pudiese levantar este monumento en terreno francés”, dijo el coordinador de investigación y difusión de Amical de Mauthausen, el ejulvino Juan Manuel Calvo.
En la organización confluyeron supervivientes que habían regresado en los años anteriores, otros que seguían en el exilio y numerosas viudas de quienes habían sido “masacrados y asesinados durante su deportación, la mayor parte de ellos en el campo de Gusen (satélite de Mauthausen)”, explica la Amical.
“Desde entonces, supervivientes de todos los campos, de diversas ideologías y adscripciones políticas no cejaron en establecer lazos afectivos y solidarios con compañeros, viudas y familiares de toda la geografía española, tal como les unía un pasado común y una voluntad de compromiso hacia la memoria de los fallecidos en los campos, a la par que emprendían arduas batallas para recabar las indemnizaciones de la República Federal de Alemania y divulgaban en todos los medios a su alcance el pasado ignominioso del nacionalsocialismo y la lucha de los republicanos antifascistas, desde la Guerra de España hasta todos los escenarios de la II Guerra Mundial”, continua el comunicado. Hasta el momento de su legalización en 1978, se sucedieron “años difíciles y a menudo peligrosos, porque la lucha por sus derechos aparejaba la denuncia de la dictadura franquista y se desarrollaba en soledad cuando no existían asociaciones de memoria, por el veto a la libertad de expresión y asociación”.
“Al cumplirse el 75 aniversario de la liberación de Mauthausen, renovamos el compromiso de recuerdo, reconocimiento y lucha, de quienes vivieron directamente aquella cruel experiencia, potenciando los proyectos consolidados, con presencia en numerosas Comunidades Autónomas, junto al trabajo de carácter internacional coordinado con asociaciones hermanas como la Amicale de Mauthausen de Francia, o con los Comités Internacionales de Buchenwald, Mauthausen, y Sachsenhausen”, prosigue la Amical española. “Mantenemos, así, el legado de los republicanos antifascistas deportados a los campos nazis difundiendo su memoria, denunciando las causas que les llevaron a los campos, defendiendo los derechos de las víctimas de nazismo y de su merecido reconocimiento público e institucional, tejiendo, para ello, las complicidades necesarias para la creación de redes comprometidas con la consecución de un mundo más justo y solidario”, concluye el comunicado.
Calvo lamentó que debido al Covid-19 no se pueda celebrar el acto presencial, aunque la Amical sí pudo participar en enero en la conmemoración de la liberación de Auschwitz. También estaban previstos actos institucionales en Alcañiz o Caspe (Zaragoza).
Teruel no esquivó la barbarie
Calvo ha hecho posible algunos proyectos de la Amical, como las páginas web fallecidosenloscamposnazis.org o aragonesesdeportados.org, en las que se da cuenta del número total de españoles y aragoneses fallecidos en los distintos campos de concentración, sus fichas y biografías.
De esta forma, podemos saber que en Mauthausen-Gusen fueron asesinados 645 aragoneses, de los cuales 178 eran turolenses. En total, de los 9.050 deportados republicanos (1.018 eran aragoneses), hasta 7.532 fueron trasladados a este campo entre 1940 y 1941. En total, fallecieron 5.260 compatriotas entre todos los lugares de exterminio. “La mayor parte murieron en el invierno de 1941-1942 por las condiciones de trabajo e higiénicas, así como la dureza del invierno austríaco, con más de 20 grados bajo cero. Enfermedades, palizas y una alimentación incorrecta, sin ningún tipo de sanidad, acabaron con ellos”, explicó.
Entre los supervivientes aragoneses que fueron a parar a este campo de concentración están Fermín Casorrán, de Albalate del Arzobispo, Julio Comín (Obón) y Pascual Castejón (Calanda). Sus historias, junto a las de ocho aragoneses más, forman parte del libro Dentro de poco os podré abrazar, escrito por el propio Calvo y editado por el Centro de Estudios Locales de Andorra (Celan).