738 de los 893 fallecidos por Covid en Aragón proceden de residencias, lo que supone casi un 84% del total de las muertes

El Gobierno de Aragón asegura que en estos momentos 94 residencias que en algún momento estuvieron afectadas con focos de coronavirus están libres ya de la COVID-19, al haber pasado dos periodos de cuarentena (28 días) sin casos.

Hay por tanto "relativa tranquilidad", ha asegurado a los medios la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, Mariví Broto, después de firmar con el Justicia de Aragón, Angel Dolado, el convenio de creación del Observatorio Aragonés de la Soledad.

Casi tres meses después de la declaración del estado de alarma por la pandemia de coronavirus, la consejera ha insistido en que durante este tiempo no ha existido ningún protocolo en Aragón referente al tratamiento o derivación a los hospitales de los ancianos afectados residentes en estos centros y que se ha hecho "todo lo necesario", en coordinación "extrema" con la Dirección General de Salud Pública.

Según el último boletín de vigilancia epidemiológica de Aragón, un total de 738 fallecidos de los 893 totales proceden de residencias, lo que supone casi un 84 por ciento del total de muertes.

Son, sin embargo, solo el 3 % de las personas que viven en estos centros, ha dicho en respuesta a las declaraciones del portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, quien ayer citó específicamente a Aragón para afirmar que las comunidades autónomas gobernadas por socialistas las que tienen las "peores cifras" en cuanto al número de fallecidos.

"Maroto conoce muy poco la realidad de Aragón", le ha reprochado Broto, quien ha explicado que la Comunidad tiene la mitad de plazas residenciales que por ejemplo Madrid, con cinco veces menos población.

Mientras en Aragón han fallecido el 3 % de los ancianos que viven en residencias, en Madrid este porcentaje, según la consejera, se eleva al 13,5 %.

Todos los fallecimientos son "muy lamentables", ha agregado, pero hay que tener en cuenta a la hora de analizar las muertes el alto envejecimiento de la población aragonesa y el agrupamiento de los ancianos, colectivo especialmente vulnerable, en estos centros.

En Aragón hay 288 residencias de mayores, 15 de titularidad del IASS, 56 de otras instituciones como ayuntamientos o comarcas y el resto de titularidad privada, bien de empresas o bien de organizaciones sociales o no gubernamentales.

Aunque se trabajó "con mucho rigor", Broto ha reconocido que el sistema no estaba preparado para una pandemia de esta magnitud, y por eso ahora, en previsión de nuevos rebrotes, se están tomando precauciones, como posibilitar la alerta "inmediata" en cuanto hay un positivo en uno de estos centros, reforzar la coordinación con sus centros de salud de referencia, incrementar la prevención de riesgos laborales y trabajar en planes de contingencia.

Lo fundamental, ha agregado la consejera, sería que se cumpliera la ley de dependencia, que establece que la inversión en este concepto se asume al 50 % por el Gobierno de España y por el de Aragón.

No obstante, el Estado solo aporta a la comunidad el 16 %, es decir, 39 millones de los 232 gastados en este concepto por Aragón.

Y también es importante, ha agregado, tener unos profesionales mejor formados y mejor pagados.

El Gobierno de Aragón va a destinar 1,5 millones de euros para dar respuesta a los gastos extraordinarios que han tenido que asumir estos centros para hacer frente a la pandemia.