44 entidades muestran su apoyo a la manifestación ¡Salvemos Teruel! del 6 de mayo en Zaragoza
La marcha aglutinará todas las reivindicaciones de la provinciaLa provincia llevará el próximo 6 de mayo a Zaragoza sus reivindicaciones históricas con una manifestación que recuperará el espíritu de ‘¡Salvemos Teruel!’, el movimiento turolense surgido al comienzo de la Transición y que fue recuperado a finales del siglo pasado por Teruel Existe, convocante de esta nueva movilización a la que se han sumado ya 44 entidades.
La fecha se anunció en una asamblea informativa celebrada el jueves por la noche en la capital turolense, donde portavoces de las distintas plataformas reivindicativas que han surgido recientemente, junto con otras que llevan tiempo, explicaron la situación en la que se encuentra la provincia en cuestiones como las infraestructuras, la minería, la sanidad y la agricultura, entre otras, y constataron que es el momento para que los turolenses vuelvan a alzar la voz como ya lo han hecho en ocasiones anteriores.
Esta vez el espíritu de las jornadas de Miravete de la Sierra celebradas en 1977 estará especialmente presente, puesto que el lema de aquellos encuentros, ‘¡Salvemos Teruel!’, será el que encabece la manifestación de Zaragoza del próximo 6 de mayo, que está previsto que comience a las once de la mañana y cuyo recorrido está pendiente de conseguir las autorizaciones.
La elección de la fecha no ha sido fácil por el interés mostrado por diferentes colectivos para participar, y la dificultad de encontrar un día que fuera adecuado para todos, ya que los comerciantes tenían interés en ir y no podían hacerlo en sábado, mientras que el segundo fin de semana de mayo coincide con las celebraciones de San Isidro, y los agricultores quieren movilizarse también bajo el grito común de ‘¡Salvemos Teruel!’.
Callados no se recibe nada
En la asamblea informativa celebrada anoche en el edificio de Sindicatos se constató, según la coordinadora ciudadana Teruel Existe que convocaba el acto, que hay motivos suficientes para volver a salir a la calle, porque como aseguró uno de sus portavoces, Paco Juárez, “si estamos callados, no recibimos absolutamente nada”.
Así se ha puesto de manifiesto a lo largo de esta década, tras las promesas y compromisos adquiridos en la pasada, que no solo no se han visto plasmados en inversiones sino que han llegado a desaparecer “silenciosamente”, como ha sucedido con variantes de carreteras o con proyectos como el de la alta velocidad ferroviaria.
Así lo aseguró Juárez, que advirtió que “nos están cambiando autovías por arreglos de la carretera nacional”, en relación al parón que sufre la A-68 y la próxima terminación, a cambio, de la carretera de Monroyo. Una situación que está agravando el problema de la despoblación, puesto que como constató recientemente una tesis doctoral premiada por el Consejo Económico y Social de Aragón (CESA), está demostrado científicamente la relación entre desarrollo y la accesibilidad de los territorios a través de infraestructuras de comunicación.
A ese factor hay que sumar ahora los fondos europeos en un momento crucial de la negociación en Europa para que sea tenido en cuenta el factor de la despoblación en el próximo programa operativo de la UE a partir de 2020. “Si no conseguimos que Teruel sea la llama de los territorios despoblados y se levanten, no conseguiremos ni un euro”, afirmó Juárez, para advertir que “por eso es tan importante” la movilización del 6 de mayo.
Juárez fue una de las muchas personas que intervinieron en la asamblea para explicar, con datos, cuál es la situación de las infraestructuras y servicios hoy día en la provincia para hacer ver a la sociedad que callados no se consigue nada y que hay que alzar la voz de nuevo.
Una movilización que no pretende ir contra nadie, sino pedir que lo que está publicado en los boletines oficiales se haga, como el corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo de doble vía y electrificado, que se ha sustituido ahora por un arreglo de la infraestructura equivalente a lo que supondría su mantenimiento.
Será una movilización además en la que toda la provincia tendrá una sola voz, al haber reunido Teruel Existe, como ya lo hizo a finales del siglo pasado, a las diferentes plataformas reivindicativas que han surgido en los últimos tiempos. Ayer, aunque no se pudieron desplazar desde Alcañiz, estuvo presente también la Plataforma en Defensa de los Servicios Públicos y Derechos Sociales del Bajo Aragón, que envió un comunicado que leyó José Carlos Torralba.
En el mismo, la plataforma cívica hizo un repaso de las acciones realizadas desde su creación y su demanda de unos servicios adaptados a la realidad del territorio teniendo en cuenta factores como el envejecimiento y la dispersión. Este colectivo, que ha estado movilizándose por la transparencia, en contra de la privatización de servicios públicos y por el Hospital comarcal de Alcañiz, aseguró en la misiva leída en la asamblea de Teruel que estaban “cansados de incumplimientos”.
Un cansancio que pusieron de manifiesto también otros colectivos y plataformas que intervinieron en el acto como los mineros, los agricultores o los profesores, además de la plataformas del ferrocarril, entre otros.
Todos coincidieron en sus intervenciones que es el momento de ir unidos a reivindicar lo que le corresponde a la provincia, después de las promesas incumplidas por parte de las instituciones y los partidos políticos. Incumplimientos que están haciendo mella en el problema de la despoblación, tan en boca de todos hoy día sin que eso se plasme en medidas eficaces para combatirla.
En este sentido hubo también unanimidad a la hora de defender los puestos de trabajo en la provincia en sectores como la térmica de Andorra o la residencia de maquinistas de Renfe en Teruel, además de favorecer la reindustrialización y que los agricultores tengan la misma PAC en lugar de sufrir un agravio comparativo por los estratos, e incentivar económicamente la llegada de profesionales para atender servicios públicos y asentar la población.
Deseo de vivir en la provincia
Todos los que intervinieron en el acto fueron unánimes al afirmar que quieren vivir en la provincia y que sus hijos tengan la oportunidad de seguir haciéndolo, algo que no se está facilitando hoy día desde las administraciones públicas no solo por el incumplimiento de las inversiones comprometidas, sino por la permanente centralización de servicios y deslocalizaciones como sucede por ejemplo con la residencia de maquinistas de Renfe.
Antonio Montoyo, responsable del sector de la Minería de CCOO en Teruel, dijo que hay que “hacer todo lo posible para que la térmica siga abierta”, ya que más de 4.000 personas están viviendo en la comarca de Andorra-Sierra de Arcos del sector energético. Plantean que pueda seguir quemándose carbón mientras se hace una reindustrialización en la zona, que no ha sido posible hasta ahora por la “incompetencia” de los políticos.
Montoyo aseguró que este es un año crucial y manifestó que “si hemos de morir, moriremos luchando”, máxime cuando en otras partes de Europa se está salvando el carbón. Precisó que lo único que quieren es “seguir viviendo en nuestra tierra”.
Una situación que será difícil si cierra la térmica en 2020, y que no afectará solo a la comarca de Andorra-Sierra de Arcos sino a toda la provincia, puesto que como hizo observar Alejo Galve, secretario general de UGT en Teruel, la térmica da un 40% del PIB de la provincia y si desaparece, toda ella se va a resentir.
Galve lamentó que el Gobierno central prometa pero no haga, como ha sucedido con la elevación de aguas del Ebro a Andorra, tan necesaria para la implantación de empresas que favorezcan la reindustrialización. “Todos tenemos que luchar por nuestra provincia”, dijo, para concluir que “nadie nos va a traer nada si no lo conseguimos en la calle”.
El sector agrícola se expresó en términos similares, como verbalizó Ricardo Plumed, presidente de Agrigate, quien explicó la situación de la PAC y del agravio comparativo que sufre la provincia debido a los estratos. “Teruel no quiere ser menos que el resto de nuestros compañeros de viaje”, cuando ahora sí lo es al sufrir el agravio de los estratos, para lo que les han ofrecido compensaciones y buenas intenciones que no se han plasmado en nada.
Plumed aseguró que lo único que están pidiendo es una PAC “justa e igualitaria que acabe con las desigualdades históricas” y que permita a los hijos seguir viviendo del campo, un sector vital además para el mantenimiento de la población. “Si en Teruel no tenemos la misma oportunidad, la despoblación va a ser mucho más evidente porque nuestro sector está ligado al campo”, dijo el presidente de Agrigate, quien se refirió también a la inseguridad que se vive en el medio rural y recordó el triple crimen de Andorra tras lo sucedido en Albalate del Arzobispo. “Vivimos la inseguridad e incertidumbre en el medio rural de una manera muy clamorosa”, concluyó.
Hospital y ferrocarril
En la asamblea intervino también Manuel Gimeno para tratar el tema del hospital de Teruel, quien hizo un repaso de la letanía que ha supuesto esta infraestructura desde que en los 80 se colocó la primera primera de un edificio que nunca se hizo, y que el proyecto anunciado en 2005 sigue sin saler adelante. Gimeno pidió a los turolenses que asuman la culpa que tienen por consentir estas cosas.
Carlos Muñoz, de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril, hizo un repaso de esta infraestructura y puso énfasis en que los 335 millones anunciados por Fomento son veinte veces menos de la inversión por kilómetro que se hará desde Zaragoza hacia el País Vasco, reivindicando lo comprometido y anunciado en el BOE de doble línea electrificada y de alta capacidad para tráfico mixto de viajeros y mercancías.
Blanca Villarroya expuso las demandas en materia de enseñanza y Universidad, mientras que el acto lo cerró Miguel Ángel Fortea dibujando la situación actual por la que atraviesa la provincia debido a la despoblación.
Recuperar el espíritu de las jornadas de Miravete del 77
La movilización del próximo 6 de mayo recuperará el espíritu de las jornadas de Miravete de la Sierra de 1977 que se celebraron bajo el lema ‘¡Salvemos Teruel!’, el mismo que se va a emplear ahora. El jueves, el que fuera primer alcalde de Miravete en la democracia, cargo que ostentó después durante años, Aquilino Ariño, hizo un recordatorio de lo que fueron aquellas jornadas y consideró que había que seguir luchando 40 años después.
Aquel ‘¡Salvemos Teruel!’ de 1977, que tuvo después continuidad en Escucha y Alcañiz, nació como un festival de cantautores pero se convirtió en un grito por la supervivencia de la provincia al que asistieron más de 2.500 personas, entre ellas Emilio Gastón, y cuyas conclusiones quedaron plasmadas en el llamado Manifiesto de Miravete.
En dicho manifiesto ya se advertía de la degradante situación que padecía la provincia, del éxodo continuo de su población, de la escasez de servicios sociales y de la preocupante situación del Colegio Universitario de Teruel.
Aquilino Ariño dijo que hoy Teruel sigue estando en una “situación precaria”, a pesar de haber mejorado las infraestructuras “pero no ser suficiente”, y consideró que “nunca es demasiado tarde” para dar soluciones y aplicarlas.
Ariño se mostró satisfecho por que la nueva movilización haya recuperado el espíritu de aquellas jornadas del 77, aunque reconoció que hubiera preferido que no hubiera sido necesario “por haberse alcanzado los objetivos”. Concluyó afirmando que “la reivindicación y la lucha siempre será necesaria”.