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En recuerdo de Carlos Luis de la Vega En recuerdo de Carlos Luis de la Vega
Franco inaugura la Casa de Cultura. 1953

En recuerdo de Carlos Luis de la Vega

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Serafín Aldecoa
La memoria es muy frágil por estas tierras del Sur de Aragón desde hace décadas y el olvido está ahí, a la vuelta de la esquina. Hubo gentes que en los años de la Dictadura franquista laboraron por Teruel porque esta ciudad y provincia progresaran en diferentes ámbitos de la cultura como Julián García Flaquer, director de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos o Carlos Luis de la Vega y Luque, director de la Casa de Cultura/Biblioteca Pública. Fueron gente valiosa pero al llegar la democracia, ambos volaron de una ciudad conservadora que no les correspondió.   

Hoy nos referiremos a este último nacido en Madrid en 1934 aunque durante la Guerra Civil permaneció en Valencia. Estudió Filosofía y Letras, sección Historia,  en la Universidad Complutense y en 1965 ingresó por oposición en el Cuerpo Facultativo de Archiveros pasando a ocupar un puesto de trabajo en el Archivo General de Indias en la ciudad de Sevilla hasta 1969. En esta fecha fue trasladado a Teruel como archivero, además de ocupar el puesto de jefe de la Casa de Cultura que hacía entonces las funciones de biblioteca y archivo en un inmueble construido por Regiones Devastadas e inaugurado por Franco en 1953.
 
Abajo derecha: Carlos Luis de la Vega y Nacho Navarro


De la Vega había estudiado cuatro cursos de lengua china en la Escuela de Idiomas de Madrid por lo que no es de extrañar que su tesis doctoral en la Universidad de Sevilla llevase este título: “Un proyecto utópico: la conquista de China por España”, además de pertenecer a la Asociación Española de orientalistas.

Durante su estancia en Teruel realizó una serie de reformas en la Casa de Cultura al dotarla de una nueva sala de lectura, otra sala infantil, hemeroteca, sección de mapas además de proveerla de un piano para la realización de conciertos en lo que fue en su día salón de actos.

Su trabajo como investigador de la Edad Media en Teruel fue constante ya que publicó un gran número de artículos en torno a temas relacionados con los Amantes o con la presencia de los judíos y musulmanes en la ciudad.    
 
Un volumen de las Memorias de Eloy Fernández Clemente



En las extensas “Memorias” publicadas por Eloy Fernández Clemente en un par de volúmenes, ocupa un amplio espacio su paso por la ciudad de Teruel entre 1966 y 1972, pero sobre todo, ha retenido en su memoria el nombre de un buen número turolenses con los que tuvo relación más o menos estrecha.

Eloy  habla de los directores de la Biblioteca Pública de la que era “visitante asiduo” y  se refiere especialmente a De la Vega con estas palabras: “Bien diferente a Caruana [el anterior director] erudito y culto, gran conversador, poeta quevedesco, estudioso de asuntos rarísimos como la actividad española en China en la Edad Moderna. Hicimos buenas migas y nuestras familias. Carlos era un lujo de ciudadano, planeando ciclos musicales, la creación de un Instituto Francés [la Alianza Francesa], el Conservatorio de Música o realizar ediciones de novelas policíacas francesas de éxito…”.
 
Casa de Cultura. Foto Coyne


Mariano Esteban, periodista y director del Lucha-Diario de Teruel, se refería a él como un “amante de la ciudad” que publicó “cientos de escritos” y subrayaba algunos de los temas concretos en los que trabajó: La Casa de la Comunidad, la fecha de la muerte de Yagüe de Salas, la invención de la imprenta y su desarrollo en la provincia, la vida de Gil Sánchez Muñoz y un largo etcétera con los que contribuyó al prestigio de la revista “Teruel” del Instituto de Estudios Turolenses.

Pero la “anécdota” que cuenta Esteban tiene que ver con su “sorprendente” militancia política: “En un sencillo acto celebrado en el bar de Maruja en la calle de San Francisco, donde ante nuestro asombro como periodistas para realizar la crónica histórica, el primer carnet que se entregó por el PCE de Teruel fue el dé Carlos Luis de la Vega”.

 
Carlos Luis de la Vega y Luque. Archivo Fernando Hernández


El 10 de mayo de 1977, recién estrenada la democracia tras la muerte de Franco, se daban a conocer las candidaturas para las elecciones generales a Cortes por los diferentes partidos políticos. La cosa no hubiera sido llamativa porque en ella aparecieran, entre otros, Enrique Curiel y Nacho Navarro como candidatos a diputados, pero la presencia de Carlos Luis de la Vega como número uno al Senado causó asombro puesto que todos ellos se presentaban por el Partido Comunista de España.

A partir de ese momento, mucha “gente de orden” de Teruel, hasta entonces amigos, le dieron la espalda y le negaron el saludo, salvo alguna excepción como Carlos Hernández o Fernando Hernández Trigo. La verdad es que a partir de ese momento fue ninguneado y De la Vega se planteó la posibilidad de marcharse de Teruel como así fue al trasladarse a la biblioteca pública de Huelva. Gente que tuvo contactos con él posteriormente, comentaba que se lamentaba porque la ciudad no le respondió y del escaso reconocimiento por parte de las autoridades turolenses.

Creemos que su fallecimiento se produjo en el mes de septiembre de 2007. Toni Losantos le dedicó por esas fechas unas líneas en su faldón habitual en las que afirmaba: “Confío en que se haga justicia para este desterrado, con su extenso saber, su vago malditismo, su talante peculiar, más peculiar aún en los setenta cuando esto era un erial y De la Vega cuadraba sus sonetos clásicos mientras que soñaba con la revolución. Alguien tendrá que montarle también un homenaje”. Pero este nunca llegó.