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Suicidio Suicidio
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Elena Gómez

El suicidio es un tema que, aunque silencioso, tiene un impacto ensordecedor. Hablar de él no es sencillo; confronta nuestras emociones más profundas, nos obliga a mirar de frente un dolor que muchas veces ignoramos y a reconocer la fragilidad que habita en cada uno de nosotros.

Cuando alguien toma la decisión de terminar con su vida, deja un vacío que parece imposible de llenar. Los que quedan atrás no solo enfrentan la pérdida de un ser querido, sino también una ola de preguntas sin respuesta, una lucha contra el sentimiento de culpa y una tristeza que no se parece a ninguna otra.

Hablar de suicidio implica reconocer que detrás de cada historia hay un ser humano que se sintió atrapado en una tormenta que no podía compartir. Implica también reconocer que, como sociedad, hemos fallado en crear espacios donde la vulnerabilidad sea aceptada, donde pedir ayuda no sea visto como un acto de debilidad.

El duelo por un suicidio es diferente al de otros quebrantos, está lleno de complejidades que muchos no alcanzamos a comprender. Quienes han perdido a un ser querido por esta causa cargan con un dolor que a menudo lleva un manto de estigma, un dolor que necesita ser validado y acompañado, no juzgado.

La única manera de combatir el silencio que rodea al suicidio es a través de la empatía y la conversación abierta. Escuchar sin prejuicios, estar atentos a las señales, brindar apoyo sin esperar a que nos la pidan. Porque, aunque no siempre podamos salvar a alguien de sus propios demonios, el simple acto de estar presentes puede ser un recordatorio de que no están solos.

Al final, lo que queda de una vida no es el acto final que la interrumpió, sino los momentos compartidos, el amor que dieron y recibieron, las memorias que dejaron atrás. Es nuestra responsabilidad honrar esas memorias construyendo una comunidad donde cada vida sea valiosa y donde el silencio sea reemplazado por la comprensión y la esperanza.

Por favor, si se encuentran ante semejante abismo, recuerden que siempre hay alguien dispuesto a tenderles la mano.