Uno de los emblemas de nuestra ciudad recientemente ha cumplido 25 años, pueden parecer muchos años, pero eso no es nada para una obra de ingeniería destinada a sobrevivir muchísimo tiempo más, y para nosotros, los turolenses, ya es parte de nosotros, y de la historia reciente de Teruel. Me refiero como muchos sabéis al viaducto, el “Viaducto Nuevo”, por muchos años que pasen seguirá llevando ese apellido, su hermano mayor, mucho más vetusto, el “Viaducto Viejo”, le vigila y contempla unos metros más alejado. Ahora nos parece mentira, como una arteria principal de la ciudad, que une el centro y el ensanche, el norte y el sur, antes sólo se comunicaba por ese otro estrecho viaducto, donde apenas cabían un autobús y un camión en sentido contrario, y donde los peatones casi tenían que dejarse paso cuando se cruzaban por las aceras. Varios años estuvimos contemplando como poco a poco se iba levantando nuestro nuevo puente, un moderno viaducto que nos iba dejando a todos boquiabiertos. En todo ese tiempo había todo tipo de opiniones y pensamientos, ilusionados con la nueva obra y su diseño, escépticos que dudaban que su estructura iba a aguantar, a otros no les gustaba la forma o los colores, pero para todos, como digo, es una parte nuestra y de nuestra ciudad.
Uno que ya va teniendo años, recuerda que cuando se inauguró, todo eran expectativas y todos queríamos cruzarlo, andando y con el coche, hacia un lado y hacia otro. ¿Que pasará ahora con el otro viaducto?, decíamos, ya nadie lo va a utilizar teniendo este… y la verdad es que actualmente nuestro Viaducto Viejo sigue teniendo su encanto y es utilizado por muchos más peatones que el nuevo. ¿Alguien se acuerda cómo era la vida solo con un viaducto? ¿los más jóvenes se podrían imaginar la ciudad sin el Viaducto Nuevo? Siempre recordaré como uno de mis profesores del Colegio La Salle, nos decía que Teruel era la única provincia que no tenía ni un kilómetro de autovía, pero luego hacia una pausa y recordaba: “bueno ahora tenemos el viaducto que es lo más parecido a una autovía”, y que razón tenía. Así pues, el puente que modernizó y ayudó a crecer a la ciudad, la hizo más transitable y cómoda, va creciendo, y hemos celebrado juntos un cuarto de siglo. Es sólo un puente, pero yo creo que todos los turolenses tenemos un poquito de él.