Cuando ya se tienen unos años cumplidos, lo de por ser la Virgen de la Paloma un mantón de la China te voy a regalar, no suena ajeno. También es muy probable que en los espacios tecnológicos que nos toca vivir, y de los que parecen ser dueños y señores personicas con menos edad, esto suene raro, alguno se atreva a decir que rancio o por el contrario directamente no suene.
De Tomás Bretón confieso mi admiración. En este 2023 se cumplen 100 años de su muerte. Muchas son las actividades previstas en nuestro país, de entrada estos días el Teatro de la Zarzuela tiene en cartel La Dolores estrenada en 1895, la ópera que Bretón ambientó en Calatayud, pieza de señales veristas sobre el libreto escrito por Feliu y Codina; nueva reposición madrileña ya que en 2004 fue en esta ocasión el Teatro Real bajo la solvente dirección musical de Atoni Ros Marbá quien la puso en escena.
Mucho antes Bretón había estrenado en el Teatro Real de Madrid, allá por 1889, Los Amantes de Teruel, concretamente el día 12 de febrero -fecha más oportuna imposible-; el propio compositor había escrito el libreto tomando como fuente la obra de Juan Eugenio Hartzenbusch, hasta hoy es la ópera española más representada en la historia del Teatro Real de Madrid; a lo largo de la historia, teatros como el Liceo, el Estatal de Praga o la famosa Ópera de Viena acogieron representaciones de esta obra de Bretón, curiosamente las representaciones de Praga y Viena se hicieron traduciendo el libreto al alemán.
Cuenta Carlos Hernández, que una comisión del Ayuntamiento encabezada por su alcalde José Hernández, acudió a Valencia en 1890 a presenciar el estreno de la obra en el Teatro Principal valenciano. La ciudad de Teruel honró al compositor con una plaza de todos conocida, y cuya placa es de una hermosa factura, cuyo importe fue de 700 pesetas pagadas por el Ayuntamiento además de los Casinos Turolense y Mercantil. El compositor salmantino agradeció el honor a la ciudad componiendo el Himno a Teruel; ostenta Tomás Bretón además el título de hijo adoptivo de Teruel, cosa que las y los adictos al estampado desconocen.
Este centenario se nos presenta pues como una nueva oportunidad de reivindicar ese pasado en el que Teruel tenía una presencia en el mundo. Tiempos que pese a la dificultad de las comunicaciones, había hombres que sabían perfectamente que más allá de Javalambre hay vida inteligente y culta. La ingente obra de Tomás Bretón Hernández es hoy valorada y respetada por el mundo de la música tanto en la esfera nacional como la internacional; quizás es una oportunidad de dar a conocer a muchos turolenses la figura de este gran compositor tan relacionado con Teruel; más allá de su bella obra más popular La Verbena de la Paloma, estamos ante un creador de inspiradas piezas de un sinfonismo indiscutible, considerado como el padre de la ópera española y cuya delicadeza podemos apreciar en sus pentagramas, desde sus sinfonías a su concierto para violín y orquesta o en sus poemas sinfónicos, hasta compuso un oratorio titulado el Apocalipsis; sin duda uno de los compositores más importantes de la clásica española.
Del maestro Bretón hablaba Manuel de Falla con un inmaculado respeto, considerándolo uno de los músicos más importantes de entre siglos. Pienso que Teruel merece recordar una figura que legó una obra importante para la historia de la ciudad. Que el mundo conozca la vinculación del maestro Bretón con Teruel sería altamente recomendable, aunque para “algunas” no pasen de... aquí se halló la Virgen y aquí se canta la jota.