No soporto el Mundial de Qatar, ni los diez millones de pases de la selección española, tampoco a los comentaristas de las televisiones sudamericanas y mucho menos a Jorge D’Alessandro -quiero dejar claro que no veo El Chiringuito- pero a veces se me cuela Pedrerol y su santa iglesia de la polémica y el fanatismo (antes de encontrar el mando) con el quien fuera portero del Salamanca, y hoy consumado boca trueno de la citada iglesia.
Analizo el histerismo al que nos someten los teóricos informadores deportivos, de informadores tienen lo que yo de top model; gritos, caras encendidas, deseos mal sanos, lloriqueos porque a Cristiano Ronaldo lo han dejado en banquillo, juramentos y venganzas eternas contra el seleccionador de Portugal, justificación injustificable del balonazo de Argentina contra el banquillo de los Países Bajos, en fin una cantidad de expresiones propias de barra de fiestas de Carillones de los Monuños que no sé si hay algún pueblo que se llame así, pero situaremos las acciones de estos bocazas allí mismamente.
Y ninguno de estos ligeros de cascos mentan una palabra de este mundial bajo sospecha de corrupción; analicen la prensa informativa y vean registros hasta en el Parlamento Europeo. Ni qué decir tiene que les resbala las condiciones laborales e infrahumanas en las que han trabajado miles de personas para construir los estadios, sin olvidar la falta de libertad. Nada, aquí prima más que a Messi le apriete el gayumbo, llame bobo a un rival o le pique un huevo, pues nada, que se rasque que eso no debería ser noticia. En estas llegó Luis Enrique -que tío el gijonés- debería dedicarse a la política; siendo del Madrid era más merengue que Bernabeu, siendo del Barça era el que más odiaba al Madrid, incluso más que Gaspar; siendo como es él con sus cosas, a su lado los segundos entrenadores son la leña que puede arder en cualquier momento.
Mundial de Qatar, como en tantas cosas del fútbol mediático, un total de veintidós millonarios corriendo detrás de un balón, con la posibilidad de cambiar cinco millonarios más por equipo; ahora eso sí, con una serie de millonarios de antaño que ven cómodamente el partido desde un sofá en el estadio y un número no conocido de vividores que pertenecen a la FIFA. A todo esto Messi dice que el arbitraje de Mateo Lahoz no le ha gustado y la congregación de vividores de las siglas mencionadas se limpian al valenciano; uno entre Borges y los macarras se queda con Borges, los macarras además no leen esas cosas.
Y en esto el Teruel empató con el Valencia Mestalla y ganó al Peña Deportiva. Es curioso, la prensa valenciana siempre se refiere al filial solo Mestalla, alias de una acequia que da nombre al estadio Choto. Me dicen que el Mestalla tiene un equipazo, pero que el Teruel fue capaz y que Emaná está en sintonía; no puedo ser más feliz, después del día de Ebro mucho más. Los sentimientos no entienden de talonario, las emociones son imágenes que te hacen feliz; es verdad que si tienes alguna solvencia pues no padeces, esto lo digo pensando más en la directiva del Teruel que en otra cosa, pero en imágenes emocionantes el club va sobrado. La grada instalada del gol norte el día del partido de Copa frente a la Unión Deportiva Las Palmas, es de esas cosas que emocionan y mucho; ver a todos los niños que ahí se concentraron repartiendo una alegría que todos necesitamos para entender que el fútbol es un conjunto de emociones, no de exabruptos y audiencias vacías con gritos y vendettas.
Mayor emoción que llegado el final de cada partido, una marea de niños llene el césped de Pinilla para abrazar a Taliby es algo que no veremos en el Mundial de Qatar; el mundo se lo pierde, nosotros somos afortunados al vivirlo tan cerca; la televisión nos acerca mundos lejanos en ocasiones teatralizados. La vista, los afectos y porqué no la ternura, la tenemos tan cerca que si no la vemos es que algo falla. Pongamos atención a las cosas que conmueven, esas son tan importantes como un gol. Pienso como esa gente menuda del Teruel y sin ninguna duda ¡Taliby Balón de Oro!
Analizo el histerismo al que nos someten los teóricos informadores deportivos, de informadores tienen lo que yo de top model; gritos, caras encendidas, deseos mal sanos, lloriqueos porque a Cristiano Ronaldo lo han dejado en banquillo, juramentos y venganzas eternas contra el seleccionador de Portugal, justificación injustificable del balonazo de Argentina contra el banquillo de los Países Bajos, en fin una cantidad de expresiones propias de barra de fiestas de Carillones de los Monuños que no sé si hay algún pueblo que se llame así, pero situaremos las acciones de estos bocazas allí mismamente.
Y ninguno de estos ligeros de cascos mentan una palabra de este mundial bajo sospecha de corrupción; analicen la prensa informativa y vean registros hasta en el Parlamento Europeo. Ni qué decir tiene que les resbala las condiciones laborales e infrahumanas en las que han trabajado miles de personas para construir los estadios, sin olvidar la falta de libertad. Nada, aquí prima más que a Messi le apriete el gayumbo, llame bobo a un rival o le pique un huevo, pues nada, que se rasque que eso no debería ser noticia. En estas llegó Luis Enrique -que tío el gijonés- debería dedicarse a la política; siendo del Madrid era más merengue que Bernabeu, siendo del Barça era el que más odiaba al Madrid, incluso más que Gaspar; siendo como es él con sus cosas, a su lado los segundos entrenadores son la leña que puede arder en cualquier momento.
Mundial de Qatar, como en tantas cosas del fútbol mediático, un total de veintidós millonarios corriendo detrás de un balón, con la posibilidad de cambiar cinco millonarios más por equipo; ahora eso sí, con una serie de millonarios de antaño que ven cómodamente el partido desde un sofá en el estadio y un número no conocido de vividores que pertenecen a la FIFA. A todo esto Messi dice que el arbitraje de Mateo Lahoz no le ha gustado y la congregación de vividores de las siglas mencionadas se limpian al valenciano; uno entre Borges y los macarras se queda con Borges, los macarras además no leen esas cosas.
Y en esto el Teruel empató con el Valencia Mestalla y ganó al Peña Deportiva. Es curioso, la prensa valenciana siempre se refiere al filial solo Mestalla, alias de una acequia que da nombre al estadio Choto. Me dicen que el Mestalla tiene un equipazo, pero que el Teruel fue capaz y que Emaná está en sintonía; no puedo ser más feliz, después del día de Ebro mucho más. Los sentimientos no entienden de talonario, las emociones son imágenes que te hacen feliz; es verdad que si tienes alguna solvencia pues no padeces, esto lo digo pensando más en la directiva del Teruel que en otra cosa, pero en imágenes emocionantes el club va sobrado. La grada instalada del gol norte el día del partido de Copa frente a la Unión Deportiva Las Palmas, es de esas cosas que emocionan y mucho; ver a todos los niños que ahí se concentraron repartiendo una alegría que todos necesitamos para entender que el fútbol es un conjunto de emociones, no de exabruptos y audiencias vacías con gritos y vendettas.
Mayor emoción que llegado el final de cada partido, una marea de niños llene el césped de Pinilla para abrazar a Taliby es algo que no veremos en el Mundial de Qatar; el mundo se lo pierde, nosotros somos afortunados al vivirlo tan cerca; la televisión nos acerca mundos lejanos en ocasiones teatralizados. La vista, los afectos y porqué no la ternura, la tenemos tan cerca que si no la vemos es que algo falla. Pongamos atención a las cosas que conmueven, esas son tan importantes como un gol. Pienso como esa gente menuda del Teruel y sin ninguna duda ¡Taliby Balón de Oro!