Ubicada al sur de Teruel y rodeado por el río Guadalaviar, se encuentra la comarca de la Sierra de Albarracín, uno de los emplazamientos más bonitos de España, lleno de encantos naturales y paisajes únicos de naturaleza virgen.
Un lugar ideal para desconectar de la rutina por unos días y disfrutar de un lugar único lleno de paz. Para ello una excelente opción es reservar alguno de los apartamentos en Bronchales en el corazón de la Sierra de Albarracín, desde donde podrás disfrutar de la paz que aporta la naturaleza, probar la gastronomía local y realizar diversas actividades tanto deportivas como culturales.
Puedes reservar tu alojamiento en cualquier época del año en apartamentos individuales en las afueras del pueblo, totalmente equipados con vista a los mejores paisajes de Bronchales.
Conociendo Bronchales
Sin duda, este pueblo es una excelente ubicación para recorrer las maravillas naturales y arquitectónicas de de la Sierra de Albarracín. Bronchales es una de las poblaciones más importantes de la comarca, con importantes atractivos turísticos como la Berrea del Ciervo o las Celadas, una espectacular formación calcárea con un impresionante valor geológico. Pero sin duda el mayor atgractivo de Bronchales lo encontramos en plena temporada micológica: es un auténtico paraíso para los amantes de las setas, que podremos encontrar en gran cantidad y con una variedad sin igual en toda la penínusla ibérica.
Otro de los grandes atractivos de Bronchales se produce en el inicio del verano con una acontecimiento deportivo joven, pero que ya se ha convertido en refernecia para atletas amateurs de todas España: el espectacular y emocionante Trail de Bronchales, una de las modalidades con mayor número de adeptos entre los amantes del deporte.
Recorriendo el poblado Albarracín
Este enclave de poco más de 1000 personas se encuentra en el medio de un paraje natural, donde confluyen la sierra, bosques y un río, es un lugar que combina historia con hermosos paisajes.
Su casco urbano histórico está compuesto por casa y edificios hechos con rodeno, una roca sedimentaria rojiza característica de la zona y que le da su particular color a toda la población.
Recorriendo sus calle podremos encontrar la Catedral de San Salvador del siglo XVI, campos arqueológicos medievales y la Casa Consistorial, así como la Casa de Julianeta. Además podemos encontrar el Alcázar de Albarracín. Todos ellos rodeados y protegidos por las Murallas de Albarracín.
Un poco más allá del casco histórico, en la zona conocida como Arrabal, podremos disfrutar de una visita por los diversos museos de la ciudad como el Museo Municipal, el Museo de la Forja y el Museo Fundación Eustaquio Castellano.
Las Sierras de Albarracín y sus maravillas naturales
Esta comarca es una de las más bellas de Aragón. Su belleza incomparable se refleja en los Pinares de Rodeo, el Guadalaviar, La Cascada en Griegos, Los Manantiales, y las increíbles vistas desde lo alto de la sierra de un paisaje rural único.
Estos paisajes ofrecen un lugar ideal para los amantes del trekking. Existen cientos de rutas para hacer senderismo, cross, o simplemente un paseo relajante por la naturaleza.
En el recorrido se pueden descubrir lugares como Sierra Alta, Peñas Agudas, Orihuela, o el Cerro de la Laguna. También puedes seguir la Ruta de los Miradores y contemplar majestuosos paisajes desde lugares excepcionales mientras recorres cañones, valles y bosques.
Para los amantes del cicloturismo, los espera un lugar con numerosas rutas con diferentes niveles de exigencia recorriendo las mejores zonas de la comarca.
Historia y Naturaleza
Albarracín ha sido parte de la historia de la civilización. En su parque cultural puedes encontrar pinturas rupestres que se remontan a miles de años de antigüedad y otros tantos atractivos.
Castillo de Peracense
Entre los emplazamientos más antiguos de esta sierra podemos encontrar el Castillo de Peracense, uno de los castillos mejor conservados de Aragón y paradójicamente uno de los más desconocidos. Su construcción data del siglo XII y fue hecha aprovechando la topografía del terreno, una prolongación rocosa y escarpada, lo que le permitió, en su época, ser un enclave defensivo de primer orden.
Esta increíble obra arquitectónica realizada en rodeno permite una vista excepcional de lugares como Monreal del Campo, Bueña, Aguatón, Singra y cerro de San Ginés.
Cella, el pueblo del agua
Otro de los lugares con encanto natural y arquitectónico únicos de Aragón que no puedes dejar de visitar, es la Villa Pluvial, con construcciones que datan del Imperio Romano como un acueducto que transporta agua del río Guadalaviar hasta Albarracín. Posteriormente durante la época medieval se construye el pozo artesiano, la iglesia, el castillo y la muralla que rodea la villa.
Gastronomía
La comida de Albarracín tiene mucha influencia musulmana que se mezcla con las comidas típicas de los pastores locales basada en la riqueza de flora y fauna de la región, lo que resulta en una combinación muy particular.
Una de las características de Albarracín es la de ser un paraíso micológico, con unas 58 variedades de setas catalogadas, de las cuales unas 39 son comestibles.
Las carnes procedentes de ciervos, jabalíes, liebres y codornices son las más populares y suelen servirse acompañadas de verduras cocidas o bien en guisos. El más popular de estos es el guiso de toro que se elabora durante la fiesta de los pueblos. Las migas, las legumbres y el coredro son otras de las especialidades que nadie debería dejar de degustar en su visita a esta comarca turolense.
La trucha es otro manjar autóctono y se sirve con ajo, perejil, almendra y abundante jamón. Por último no debemos dejar de mencionar los famosos embutidos regionales, cuyos quesos son conocidos por ser considerados entre los mejores del mundo, y los dulces de albarracín, elaborados en hornos de leña como la inigualable rosquilla árabe.