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Las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en comunidades de vecinos: lo que hay que saber Las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en comunidades de vecinos: lo que hay que saber

Las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en comunidades de vecinos: lo que hay que saber

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En los últimos años, el autoconsumo fotovoltaico ha experimentado un auge significativo en España y las instalaciones en comunidades de vecinos, aunque aún escasas, ya se están realizando y serán cada vez más comunes en el futuro inmediato. La instalación de placas solares en edificios residenciales ofrece numerosas ventajas, desde el ahorro económico hasta la reducción de la huella de carbono. Sin embargo, emprender un proyecto de este tipo en una comunidad de propietarios conlleva una serie de consideraciones legales, técnicas y económicas que es fundamental conocer antes de dar el paso.

Marco legal y normativa aplicable

La legislación española ha evolucionado para facilitar la implementación de sistemas de autoconsumo en comunidades de vecinos. El Real Decreto 244/2019 marcó un antes y un después al permitir el autoconsumo colectivo, abriendo la puerta a que los propietarios de viviendas en edificios pudieran beneficiarse de la energía solar.
La Ley de Propiedad Horizontal, tras su última modificación, establece los requisitos para la aprobación de estas instalaciones en las comunidades. Según el artículo 17 de esta ley, se requiere el voto favorable de la mayoría simple de los propietarios, que a su vez representen la mayoría simple de las cuotas de participación, para aprobar la instalación de sistemas de aprovechamiento de energías renovables de uso comunitario.
Para instalaciones de uso privativo, como placas solares en terrazas o balcones particulares, se necesita la aprobación de al menos un tercio de los propietarios que representen un tercio de las cuotas de participación. Es importante destacar que los propietarios que no hayan votado a favor no estarán obligados a sufragar los costes de la instalación.

Tipos de instalaciones en comunidades de vecinos

Existen principalmente dos modalidades de autoconsumo fotovoltaico en comunidades de vecinos:
1. Autoconsumo colectivo para zonas comunes: en este caso, la energía generada se utiliza exclusivamente para cubrir el consumo de las áreas comunes del edificio, como la iluminación de pasillos, ascensores o garajes. Esta opción permite reducir significativamente los gastos comunitarios.
2. Autoconsumo colectivo integral: aquí, la instalación abastece tanto las zonas comunes como las viviendas particulares. La energía se distribuye entre los participantes según coeficientes de reparto acordados previamente.
Además, existe la posibilidad de realizar instalaciones de uso privativo, donde un propietario instala paneles solares para su propio consumo, utilizando espacios comunes como la cubierta del edificio.

Proceso de implementación

El camino hacia la instalación de placas solares en una comunidad de vecinos implica varios pasos:
1. Estudio de viabilidad: un técnico especializado debe evaluar las condiciones del edificio, el espacio disponible y el potencial de generación solar.
2. Propuesta a la comunidad: se debe presentar el proyecto en una junta de propietarios, explicando los beneficios, costes y detalles técnicos.
3. Votación: como se mencionó anteriormente, se requiere la aprobación de la mayoría simple o un tercio de los propietarios, dependiendo del tipo de instalación.
4. Diseño detallado: una vez aprobado, se procede al diseño técnico específico de la instalación.
5. Tramitación de permisos: se deben obtener las licencias y autorizaciones necesarias, que pueden variar según la comunidad autónoma y el municipio.
6. Instalación: realizada por profesionales cualificados, siguiendo todas las normativas de seguridad y calidad. Por ejemplo, en la ciudad de Valencia, por profesionales en instalación de placas solares Valencia con experiencia en proyectos de autoconsumo colectivo.
7. Legalización y puesta en marcha: incluye la inspección por parte de un organismo de control autorizado y la tramitación con la compañía distribuidora.

Aspectos económicos

La inversión inicial para una instalación de autoconsumo colectivo puede parecer elevada, pero es importante considerar el retorno a largo plazo. El coste puede variar significativamente dependiendo del tamaño de la instalación y las características del edificio, pero suele oscilar entre los 10.000 y 50.000 euros para comunidades de tamaño medio.
El periodo de amortización típico se sitúa entre 5 y 8 años, aunque puede ser menor gracias a las subvenciones disponibles. Después de este periodo, el ahorro en la factura eléctrica se convierte en beneficio neto para la comunidad.
Es fundamental tener en cuenta que, según la Ley de Propiedad Horizontal, el coste anual de la instalación, descontando subvenciones y aplicando la financiación, no debe superar las doce mensualidades ordinarias de gastos comunes.

Financiación y ayudas

Existen diversas opciones de financiación para hacer más accesible la inversión inicial:
1. Préstamos bancarios específicos para eficiencia energética.
2. Leasing o renting solar.
3. Modelos de "Energía como Servicio", donde una empresa instala y mantiene el sistema a cambio de una cuota mensual.
Además, tanto el gobierno central como las comunidades autónomas ofrecen subvenciones y deducciones fiscales para fomentar el autoconsumo. Es recomendable consultar las ayudas vigentes, ya que pueden cubrir hasta el 40% del coste de la instalación en algunos casos.

Beneficios del autoconsumo en comunidades

La implementación de sistemas fotovoltaicos en comunidades de vecinos ofrece múltiples ventajas:
1. Ahorro económico: reducción significativa en la factura eléctrica, que puede llegar hasta el 70% en algunos casos.
2. Sostenibilidad: disminución de la huella de carbono y contribución a la lucha contra el cambio climático.
3. Independencia energética: menor dependencia de la red eléctrica y protección frente a la volatilidad de los precios de la energía.
4. Revalorización del inmueble: los edificios con sistemas de energía renovable suelen tener un mayor valor en el mercado inmobiliario.
5. Fomento de la comunidad: promueve la colaboración entre vecinos y la conciencia ambiental colectiva.

Desafíos y consideraciones

A pesar de sus numerosos beneficios, la implementación de autoconsumo en comunidades de vecinos también presenta algunos desafíos:
1. Consenso: lograr el acuerdo necesario entre los propietarios puede ser complicado, especialmente en comunidades grandes o con diversidad de opiniones.
2. Espacio: no todos los edificios cuentan con suficiente superficie útil en la cubierta o fachadas para una instalación óptima.
3. Sombras y orientación: la eficiencia de la instalación puede verse afectada por edificios cercanos o una orientación desfavorable.
4. Mantenimiento: es necesario establecer un plan de mantenimiento y prever los costes asociados a largo plazo.
5. Distribución justa: en instalaciones de uso compartido, es crucial acordar un sistema equitativo de reparto de la energía generada.

El futuro del autoconsumo en comunidades

El autoconsumo fotovoltaico en comunidades de vecinos está llamado a desempeñar un papel crucial en la transición energética de España. Las previsiones apuntan a un crecimiento sostenido en los próximos años, impulsado por la reducción de costes de la tecnología solar, el aumento de la conciencia ambiental y el apoyo institucional.
Se espera que las normativas evolucionen para simplificar aún más los trámites y fomentar estas instalaciones. Además, la integración de sistemas de almacenamiento con baterías y la implementación de redes inteligentes permitirán optimizar el aprovechamiento de la energía solar en las comunidades.

Conclusión

La instalación de sistemas de autoconsumo fotovoltaico en comunidades de vecinos representa una oportunidad única para avanzar hacia un modelo energético más sostenible y económico. Aunque el proceso puede parecer complejo, los beneficios a largo plazo son indudables, tanto para los propietarios como para el medio ambiente.
Es fundamental que las comunidades interesadas se asesoren adecuadamente, tanto en aspectos técnicos como legales, para garantizar el éxito del proyecto. Con la información correcta y una planificación cuidadosa, el autoconsumo colectivo puede convertirse en una realidad beneficiosa para todos los implicados, marcando el camino hacia un futuro energético más limpio y eficiente en nuestras ciudades.