Curso de Consolidación de morteros pictóricos impartido por la Fundación Santa María de Albarracín
La Fundación Santa María profesionaliza la restauración gracias a la ayuda del INAEM
La colaboración abierta permite la formación de 1.650 personas desde el año 2000
La Fundación Santa María de Albarracín organiza anualmente el ciclo formativo de Cursos superiores en conservación y restauración de bienes culturales para especialistas gracias al patrocinio brindado por el Gobierno de Aragón a través del Instituto Aragonés de Empleo (INAEM), que incluye estos cursos en su Plan de Formación para el Empleo de Aragón.
El director gerente de la Fundación, Antonio Jiménez, asegura que este organismo les ha acompañado en el proceso de consolidación de la entidad y, sobre todo, les ha permitido profesionalizar su labor hasta llegar a la creación del Centro de Restauración, cuyas actuaciones se han extendido a varias provincias españolas.
La vigésimo sexta edición del ciclo formativo que acaba de concluir ha tenido como novedad la inclusión de dos cursos, que incluyen nuevas técnicas de restauración: Técnicas láser aplicadas a la conservación y restauración del patrimonio y Consolidación de morteros pictóricos: de las técnicas tradicionales a los nanomateriales. Estos se han sumado a los habituales de conservación y restauración de materiales metálicos, encuadernaciones, fotografía, pintura de caballete, tejidos y retablos.
Gracias a esta colaboración del Gobierno de Aragón, la Fundación Santa María de Albarracín ha impartido desde el año 2000 un total de 165 acciones formativas, con un número aproximado de 1.650 alumnos y alumnas, y el presupuesto destinado por el INAEM a la formación ha sido de 1.589.550 euros. El director gerente explicó que en estos 26 años de cursos se han intervenido en unas 1.700 piezas.
La directora provincial del INAEM en Teruel, Patricia Utrillas, explicó que el objeto de la subvención es la realización de estas acciones con la finalidad de potenciar la formación de posgrados para personas licenciadas y diplomadas universitarias; facilitar la realización de prácticas aplicadas sobre obras y piezas reales; promover la especialización en diferentes áreas de restauración de bienes muebles, así como poner en alza el valor de los bienes del patrimonio cultural.
En el año 2023 se celebró el 25 aniversario de los Cursos de la Fundación Santa María de Albarracín, dentro de la programación formativa de INAEM.
Antonio Jiménez comenta al respecto que el INAEM “se ha convertido en un organismo imprescindible, que nos ha acompañado en todo el proceso de consolidación de la entidad desde las primeras escuelas taller y diferentes empresas hasta la colaboración permanente y continua”. En su opinión, dicha colaboración ha permitido la profesionalización de la fundación y el reconocimiento que conlleva en los ámbitos de la conservación y restauración del patrimonio, sobre todo.
Esta colaboración ha desembocado en la creación del Centro de Restauración, que ha permitido que la labor de la fundación salga fuera del marco de Albarracín. Jiménez puso como ejemplo los trabajos realizados en el Maestrazgo, Zaragoza o las localidades de Molina de Aragón y Peralejos de las Truchas, en Guadalajara. Y ahora mismo, la fundación está pendiente de que se concreten unas intervenciones en Jerez de la Frontera.
“El reconocimiento de nuestra labor para poner en solfa el patrimonio a través de la restauración ha generado, además de empleo, un gran prestigio”, continuó Jiménez.
Esto les ha permitido que los cursos de restauración que ofrecen sean reconocidos en todo el territorio español y que muchos superen los 60 inscritos para la decena de plazas ofertadas. Su trabajo también ha despertado el interés de varias universidades, que se refieren a esta formación como un ejemplo de buenas prácticas.
Para el director gerente, el ciclo formativo es también una muestra del “trabajo de regeneración de la España Vaciada”. “Nuestro proyecto de desarrollo en torno al patrimonio es un ejemplo de que, desde la España más degradada, somos capaces de hacer estas cosas”, concluyó.
El director gerente de la Fundación, Antonio Jiménez, asegura que este organismo les ha acompañado en el proceso de consolidación de la entidad y, sobre todo, les ha permitido profesionalizar su labor hasta llegar a la creación del Centro de Restauración, cuyas actuaciones se han extendido a varias provincias españolas.
La vigésimo sexta edición del ciclo formativo que acaba de concluir ha tenido como novedad la inclusión de dos cursos, que incluyen nuevas técnicas de restauración: Técnicas láser aplicadas a la conservación y restauración del patrimonio y Consolidación de morteros pictóricos: de las técnicas tradicionales a los nanomateriales. Estos se han sumado a los habituales de conservación y restauración de materiales metálicos, encuadernaciones, fotografía, pintura de caballete, tejidos y retablos.
Gracias a esta colaboración del Gobierno de Aragón, la Fundación Santa María de Albarracín ha impartido desde el año 2000 un total de 165 acciones formativas, con un número aproximado de 1.650 alumnos y alumnas, y el presupuesto destinado por el INAEM a la formación ha sido de 1.589.550 euros. El director gerente explicó que en estos 26 años de cursos se han intervenido en unas 1.700 piezas.
La directora provincial del INAEM en Teruel, Patricia Utrillas, explicó que el objeto de la subvención es la realización de estas acciones con la finalidad de potenciar la formación de posgrados para personas licenciadas y diplomadas universitarias; facilitar la realización de prácticas aplicadas sobre obras y piezas reales; promover la especialización en diferentes áreas de restauración de bienes muebles, así como poner en alza el valor de los bienes del patrimonio cultural.
En el año 2023 se celebró el 25 aniversario de los Cursos de la Fundación Santa María de Albarracín, dentro de la programación formativa de INAEM.
Antonio Jiménez comenta al respecto que el INAEM “se ha convertido en un organismo imprescindible, que nos ha acompañado en todo el proceso de consolidación de la entidad desde las primeras escuelas taller y diferentes empresas hasta la colaboración permanente y continua”. En su opinión, dicha colaboración ha permitido la profesionalización de la fundación y el reconocimiento que conlleva en los ámbitos de la conservación y restauración del patrimonio, sobre todo.
Esta colaboración ha desembocado en la creación del Centro de Restauración, que ha permitido que la labor de la fundación salga fuera del marco de Albarracín. Jiménez puso como ejemplo los trabajos realizados en el Maestrazgo, Zaragoza o las localidades de Molina de Aragón y Peralejos de las Truchas, en Guadalajara. Y ahora mismo, la fundación está pendiente de que se concreten unas intervenciones en Jerez de la Frontera.
“El reconocimiento de nuestra labor para poner en solfa el patrimonio a través de la restauración ha generado, además de empleo, un gran prestigio”, continuó Jiménez.
Esto les ha permitido que los cursos de restauración que ofrecen sean reconocidos en todo el territorio español y que muchos superen los 60 inscritos para la decena de plazas ofertadas. Su trabajo también ha despertado el interés de varias universidades, que se refieren a esta formación como un ejemplo de buenas prácticas.
Para el director gerente, el ciclo formativo es también una muestra del “trabajo de regeneración de la España Vaciada”. “Nuestro proyecto de desarrollo en torno al patrimonio es un ejemplo de que, desde la España más degradada, somos capaces de hacer estas cosas”, concluyó.
