Desde hace unos años atrás la despoblación de la Comunidad Autónoma de Aragón, en particular de su capital, Teruel, preocupa a organismos oficiales como el propio ayuntamiento de la ciudad, que ha podido ver como los niveles de población descendían en la última década. Muchas son ya las zonas despobladas, por lo que asociaciones como la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA), han solicitado al Gobierno que preste atención al despoblamiento que ha sufrido la provincia de Teruel, que ha sufrido una pérdida del 8 % de su población en los últimos 10 años.
Teniendo en cuenta el crecimiento medio del resto de España, Teruel debería de contar con unos 600 000 habitantes en la actualidad, aunque la realidad es que, en estos momentos, no sobrepasa los 135 000. A diferencia de otras regiones, ha sufrido un receso de vital importancia en su población y en el propio turismo, siendo una de las provincias menos habitadas en España, por lo que organismos de la zona han decidido poner el foco en estos dos temas e intentar conseguir un aumento en ambos aprovechando factores como los cambios de valores y/o la evolución del euro frente al dólar, o la transformación que ha sufrido el sector turístico, en el que ya no solo se buscan lugares exóticos o con playa, sino el contacto con la naturaleza.
Para ello, han optado por diversas medidas como la celebración de unas jornadas en el Aula Móvil de Mora de Rubielos durante los pasados 11 y 12 de febrero. En ellas se han propuesto medidas como reforzar la promoción turística en patrimonios históricos de la región como es el arte mudéjar aragonés, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); Dinópolis: el parque de ocio dedicado a la paleontología; o aquellas zonas de la región en las que se realizan excavaciones arqueológicas, entre otras alternativas turísticas.
Por otra parte, el turismo que se busca atraer no es solo nacional, sino internacional. Este puede verse impulsado por, por ejemplo, los cambios de moneda, que podrían atraer a más turistas estadounidenses a zonas europeas utilizando los recursos adecuados: marketing y publicidad de los lugares más emblemáticos de la región, así como el trabajo conjunto de los ayuntamientos de toda la Comunidad Autónoma de Aragón para reforzar la promoción turística.
En cuanto al despoblamiento, se ha hablado de la generación de empleo en zonas turísticas creando un turismo rural sostenible, así como un proceso de transición ecológica que abra oportunidades de desarrollo en la zona, que ha sido recientemente aprobado en el Senado, y que permitirá luchar contra la despoblación que sufren las zonas rurales. Otros de los cambios a considerar han sido la subida del salario de los trabajadores, la formación en áreas como el turismo ecológico en el que se explote el patrimonio y los recursos de los que dispone la región, la digitalización, y los cambios tecnológicos de las estructuras.
Basándonos en los temas tratados durante las jornadas podemos decir que la región se prepara para experimentar una serie de cambios que pueden ser beneficiosos a largo plazo para la zona y que ayudarán a superar los problemas de despoblamiento que lleva sufriendo en los últimos años creando nuevas oportunidades tanto para sus habitantes actuales y como para aquellos que están por venir.
