La pandemia del COVID-19 ha multiplicado la producción y el consumo de material plástico de un solo uso, con consecuencias nefastas para el medio ambiente. Buscar soluciones ecológicas se vuelve a cada día que pasa una necesidad de primer orden.
Actualmente, la mayor preocupación que se vive a nivel mundial es la de vencer la pandemia del coronavirus que ha llegado y golpeado bien fuerte a todos los componentes de la sociedad. La máxima prioridad es contener los contagios y evita muertes, pero esta situación ha puesto todavía más en jaque la problemática que sufre el medio ambiente debido a los residuos plásticos que se producen. Ya que se producen muchos más plásticos de usar y tirar.
La contaminación medioambiental es un problema que lleva padeciendo la sociedad actual desde hace décadas. Con el parón de las actividades económicas por la cuarentena mundial se obtuvo resultados positivos inesperados en la naturaleza. Se produjo el saneamiento de la capa de ozono y la mejora de la calidad del aire y de las aguas. Sin embargo, el incremento en la producción y consumo de material plástico ha sido espectacular, tanto en el uso hospitalario como en el uso doméstico, y ya tiene su eco en la enorme cantidad de residuos que se ven por las calles y que irán a parar al mar.
Cambio de hábitos en la ciudadanía
La crisis sanitaria ha obligado a cambiar mucho de los hábitos cotidianos. En lo referente al plástico se está cometiendo un tremendo error. Sabiendo que el covid-19 puede permanecer hasta tres días en él, ha hecho que la población decida tirarlo y no reutilizarlo.
Un ejemplo claro es el de las bolsas del supermercado. La ciudadanía prefiere ir a grandes superficies, un único lugar donde comprarlo todo empaquetado para evitar contagios. Pero esto conlleva que las bolsas de la compra donde se transportan los alimentos y demás productos no se guardan o reutilizan, sino que van directamente al contenedor amarillo, con suerte o directamente a la calle, en muchos casos.
Un informe de Ecoembes apunta que la recogida en estos contenedores ha aumentado en un 15 % desde que se iniciase el estado de alarma. Y eso por no hablar del aumento de productos desechables entre el personal sanitario, donde los residuos plásticos han aumentado exponencialmente.
Soluciones alternativas ecológicas
Se necesitan opciones alternativas ecológicas para no crear una crisis medioambiental mayor que la del propio coronavirus. En ShAlbaida.com, se ofrecen opciones ecológicas y biodegradables pare frenar la curva de aumento de plásticos, pues es imposible reciclarlos al nivel que se producen y acaban siendo incinerados (con problemas de contaminación atmosférica), en vertederos (con problemas de espacio y sanidad pública) o en el peor de los casos, en el mar (con problemas nefastos para la naturaleza y el medio ambiente).
SH Albaida es un distribuidor de hostelería que ofrece productos derivados de celulosa (biodegradables) para uso industrial y doméstico, necesarios más que nunca para evitar que este consumo desorbitado de plásticos siga aumentando. En su web, se encuentran cientos de productos ecológicos y biodegradables.
Un ejemplo son sus vasos compostables, una alternativa ecológica perfecta para los productos de un solo uso. Estos vasos son de cartón reciclado y están recubiertos por su cara interna con una lámina de almidón de maíz, cumpliendo con la normativa EN13432. Esto quiere decir que se descomponen en la naturaleza con facilidad o en una planta de compostaje. Todos los vasos que comercializa la web shalbaida.com están libres de plásticos, siendo seguros y ecológicos.
Hoy día, en cualquier reunión permitida por el estado de alarma con un límite de personas, se toman las medidas necesarias en cuanto a no compartir utensilios o vajilla. En el caso mencionado de los vasos, se recurre mucho al usar y tirar, pues en vez de plástico, con estos vasos compostables, se estará colaborando con el medio ambiente evitando más vertidos de plásticos en el mar.
Soluciones más ecológicas en la protección del covid
La protección frente al Covid ha aumentado el consumo de guantes desechables y mascarillas exponencialmente, pero estos productos dejan mucho que desear a nivel ecológico. En primer lugar, por el contenido plástico, en segundo lugar, pues incluso cuando no los tienen en su composición son tratados con productos químicos perjudiciales para el medio ambiente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya se ha pronunciado afirmando que lavarse regularmente las manos ofrece mayor protección para prevenir el contagio del COVID-19que el uso de guantes de goma cuando se está en zonas públicas. Esta solución es mucho más efectiva, ecológica y económica y está al alcance de todos.
Por otro lado, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. afirman que las mascarillas de tela lavables ofrecen la protección necesaria para la población y que el uso de material de protección EPI debe estar reservado para el personal sanitario. A día de hoy, los EPI empleados en el sector sanitario no son, en su mayoría, ni reciclables ni reutilizables, pero ya empiezan a aparecer innovaciones sostenibles.
Conclusiones de la pandemia
Esta pandemia ha puesto de manifiesto muchas cosas. La primera, que no se estaba preparado para una crisis de esta magnitud. La segunda, que la solución para vencer un virus no puede ser aumentar aún más el nivel de plástico en el mar, que ya venía siendo un problema acuciante de sostenibilidad medioambiental. Cabe prepararse para que, en el futuro, se esté más preparado para afrontar este tipo de situaciones con medidas sostenibles.
A nivel usuario, está en la mano de cada cual optar por producto sostenibles como los que vende la web sugerida en este artículo y echar, de este modo, una mano a la naturaleza.