El implante dental es un pequeño dispositivo de titanio que se une al hueso maxilar para actuar como soporte de dientes artificiales. La utilización de esta técnica se ha popularizado en los últimos años hasta convertirse en la mejor solución médica para sustituir la raíz que falta de un diente y mantener, de la forma más natural posible, una pieza bucal artificial en su sitio.
Este tipo de intervención puede ser individual, sobre una única pieza dental, o puede afectar a varios dientes de la boca de una persona. En función de las necesidades de una persona se llevará a cabo intervenciones específicas que, ante todo, deben ser supervisadas por expertos médicos odontólogos especializados en implantología y cirujía oral o maxilofacial.
Serán estos profesionales quienes se van a encargar de estudiar cada caso concreto y asesorar en todo momento a sus pacientes sobre el tipo de implante más adecuado y el tipo de intervención más recomendable en función de sus características, según explican los profesionales especializados en implantes Zaragoza de la Clínica Dehesa de Zaragoza.
Independientemente del tipo de implante que se practique (pueden ser subperiósticos o endoóseos, los más habituales), todo proceso de implante dental tiene unas fases o etapas en común que los profesionales siguen para conseguir los mejores resultados en sus pacientes. Tener en cuenta estas fases va a ayudar, además, a los pacientes a valorar la profesionalidad médica de los expertos.
Por ello, vamos a relatar cuáles son las etapas por las que cualquier persona que tenga que someterse a un implante dental tiene que pasar:
1. Estudio y exploración del profesional odontólogo. La rehabilitación y sustitución de piezas dentarias comienza con el estudio de cada caso por parte de un odontólogo o cirujano oral. Este experto será el encargado de conocer cuáles son las necesidades del paciente, sus expectativas y conocer si el paciente dispone de todo lo necesario en su morfología para poder proceder a un implante dental. Esta fase suele incluir una serie de procedimientos como, por ejemplo, la práctica de radiografías o tomografías para conocer la zona afectada. Una vez realizados todos estos estudios habrá que analizar qué tipo de intervención realizar: sustituir un único diente, cubrir un hueco grande entre varios dientes o realizar una intervención sobre pacientes desdentadas. Cada intervención es diferente y el profesional debe cerciorarse de cuál es la intervención más adecuada en cada caso.
2. Preparar al paciente. Una vez estudiado el caso concreto y analizadas las posibilidades de intervención, el odontólogo suele mandar una serie de recomendaciones a sus pacientes con el objetivo de preparar la zona de actuación: la boca. Así, por ejemplo, en esta fase se suele mandar a los pacientes la utilización de enjuague bucal, antibióticos o que deje de fumar antes de la intervención para garantizar el éxito de la actuación.
3. Llegamos al quirófano: colocación de los implantes dentales. Según explican desde Clínica Dehesa de Zaragoza, en esta fase tiene lugar el procedimiento quirúrgico realizado con anestesia local. La intervención tiene una tasa de éxito del 94%. En esta etapa se procede a preparar la zona en la que estará el implante mediante la práctica de un agujero en el hueso donde irá colocado el implante.
4. Cicatrización de la encía. Después de la intervención anterior hay que dejar que el hueso y el tejido blando se cicatricen antes de poner las piezas dentales. Este periodo suele durar varias semanas y permite la integración perfecta entre el hueso y el tejido con los implantes.
5. Fabricación de las piezas dentales y colocación. Después de la fase anterior llega el momento de fabricar las nuevas piezas dentales que vamos a colocar en la boca, para ello, los profesionales realizan varias impresiones y pruebas de los dientes para dar con las piezas que mejor se adapten a la boca del paciente y mejorar su funcionalidad.
Después de la intervención y de la operación habrá que tener en cuenta una serie de consejos para evitar dañar el proceso de rehabilitación y cicatrización. Entre estos consejos se recomienda no beber bebidas calientes, evitar esfuerzos físicos, reducir la movilidad de la boca y no beber café o fumar. Después de la sutura, por su parte, es importante no jugar con los implantes dentales y no utilizar cepillos eléctricos ni irrigadores orales. Durante este periodo es clave seguir acudiendo a las sesiones de revisión propuestas por los expertos, ya que permitirán conocer si todo va correcto tras la intervención.