La pasión por los deportes puede llevarnos a cometer imprudencias online. Descubre lo que debes evitar y cómo protegerte al disfrutar de tu deporte favorito.
La gran afición por los deportes que tenemos en España no solo es capaz de mover masas para llenar los estadios de la Liga o el circuito de Montmeló, sino que también supone una herramienta utilizada por los ciberatacantes para tratar de hacer su agosto. Siempre que los hackers descubren algo que nos apasiona buscan la manera de emplearlo en su beneficio, así que debemos ser conscientes de sus estrategias para no caer en sus trampas.
Hay una gran cantidad de actividades online que podemos llevar a cabo en torno a nuestros deportes favoritos, y muchas de ellas implican además el procesamiento de pagos digitales. Un hackeo en cualquiera de estas instancias puede costarnos muy caro, así que más vale prevenir. Optar solo por plataformas legítimas, proteger nuestros sistemas de pago digitales o instalar software para ocultar IP puede mantenernos a salvo. Lo vemos:
Este tipo de plataformas no solo son perjudiciales para el deporte en sí, sino que también son peligrosas para sus usuarios. Los ingresos publicitarios que obtienen a través de los banners y los pop-ups que aparecen en sus plataformas web no suelen ser suficientes para financiar sus operaciones, así que resulta habitual que sirvan como un medio para infectar con malware los dispositivos de sus usuarios.
Entre las formas de malware más extendidas en las webs de streaming pirata se encuentran los keyloggers, que pueden registrar las contraseñas o la información bancaria de las víctimas y trasladarla a los hackers. También son frecuentes las infecciones con troyanos –que abren puertos en tu dispositivo para su acceso remoto– y, más recientemente, los ataques de ransomware, que cifra tus archivos críticos para pedir un rescate a cambio de liberarlos.
En algunas ocasiones, estas webs son simples estafas que no llegan a operar en ningún momento como casas de apuestas legítimas: lo único que hacen es robar los depósitos de las víctimas hasta que terminan desapareciendo de la red. En otras ocasiones pueden ser casas de apuestas reales y legales que operan desde paraísos fiscales donde pueden imponer unos términos y condiciones tan estrictos que las retiradas de fondos son casi imposibles.
En ambos casos es necesario ir con prudencia por delante a la hora de apostar online. Solo debemos optar por plataformas verificadas que estén reguladas por la DGOJ, no solo porque las que no lo están tienen prohibido operar en España, sino además porque las plataformas desreguladas suponen un riesgo que no merece la pena correr.
Estas técnicas consisten en estafas elaboradas donde los hackers aprovechan toda la información que pueden obtener de sus víctimas potenciales para crear timos a medida. Por ejemplo, pueden hacerte llegar ofertas de entradas ‘con descuento’ para un partido de tu equipo favorito cuando visita tu ciudad, u ofrecerte falsas promociones similares con la intención de robar tus datos bancarios.
Limitar la información que compartimos en la red y proteger nuestra IP con una VPN puede impedir a los ciberatacantes identificar nuestra ubicación o nuestras preferencias deportivas, de modo que no dispondrán de datos con los que elaborar una estafa personalizada contra nosotros. Estas medidas de prevención, sumadas a una actitud prudente a la hora de ver deportes en streaming y apostar online, reducirán mucho el riesgo de sufrir un hackeo.
La gran afición por los deportes que tenemos en España no solo es capaz de mover masas para llenar los estadios de la Liga o el circuito de Montmeló, sino que también supone una herramienta utilizada por los ciberatacantes para tratar de hacer su agosto. Siempre que los hackers descubren algo que nos apasiona buscan la manera de emplearlo en su beneficio, así que debemos ser conscientes de sus estrategias para no caer en sus trampas.
Hay una gran cantidad de actividades online que podemos llevar a cabo en torno a nuestros deportes favoritos, y muchas de ellas implican además el procesamiento de pagos digitales. Un hackeo en cualquiera de estas instancias puede costarnos muy caro, así que más vale prevenir. Optar solo por plataformas legítimas, proteger nuestros sistemas de pago digitales o instalar software para ocultar IP puede mantenernos a salvo. Lo vemos:
Las plataformas de streaming piratas
Uno de los comportamientos peligrosos más habituales en los que incurrimos cuando queremos disfrutar de un partido de fútbol o una carrera de motos pasa por recurrir a plataformas de streaming piratas para no pagar de más. Tanto los partidos de la Liga como muchas otras competiciones deportivas cuestan mucho dinero en España, así que hay un extenso mercado de plataformas piratas que las ofrecen en streaming.Este tipo de plataformas no solo son perjudiciales para el deporte en sí, sino que también son peligrosas para sus usuarios. Los ingresos publicitarios que obtienen a través de los banners y los pop-ups que aparecen en sus plataformas web no suelen ser suficientes para financiar sus operaciones, así que resulta habitual que sirvan como un medio para infectar con malware los dispositivos de sus usuarios.
Entre las formas de malware más extendidas en las webs de streaming pirata se encuentran los keyloggers, que pueden registrar las contraseñas o la información bancaria de las víctimas y trasladarla a los hackers. También son frecuentes las infecciones con troyanos –que abren puertos en tu dispositivo para su acceso remoto– y, más recientemente, los ataques de ransomware, que cifra tus archivos críticos para pedir un rescate a cambio de liberarlos.
Los sitios de apuestas fraudulentos
El auge de las webs de apuestas en España también supone un punto de riesgo para los aficionados a los deportes. Aunque la mayoría de estas plataformas son legítimas y operan bajo la supervisión de la DGOJ, sigue habiendo casas de apuestas ilegítimas accesibles en nuestro país que incurren en prácticas fraudulentas. Este tipo de webs tratan de atraer a nuevos apostadores para que hagan un primer depósito que nunca podrán recuperar.En algunas ocasiones, estas webs son simples estafas que no llegan a operar en ningún momento como casas de apuestas legítimas: lo único que hacen es robar los depósitos de las víctimas hasta que terminan desapareciendo de la red. En otras ocasiones pueden ser casas de apuestas reales y legales que operan desde paraísos fiscales donde pueden imponer unos términos y condiciones tan estrictos que las retiradas de fondos son casi imposibles.
En ambos casos es necesario ir con prudencia por delante a la hora de apostar online. Solo debemos optar por plataformas verificadas que estén reguladas por la DGOJ, no solo porque las que no lo están tienen prohibido operar en España, sino además porque las plataformas desreguladas suponen un riesgo que no merece la pena correr.
Los ataques de phishing
Asimismo, hacer pública nuestra afición por un equipo de fútbol o un deportista en particular también presenta algunos riesgos, sobre todo si lo hacemos en las redes sociales. Muchos ciberatacantes exploran las redes sociales en busca de usuarios que compartan su afición de manera pública para elaborar perfiles de víctimas que luego tratarán de atacar mediante técnicas de phishing dirigido.Estas técnicas consisten en estafas elaboradas donde los hackers aprovechan toda la información que pueden obtener de sus víctimas potenciales para crear timos a medida. Por ejemplo, pueden hacerte llegar ofertas de entradas ‘con descuento’ para un partido de tu equipo favorito cuando visita tu ciudad, u ofrecerte falsas promociones similares con la intención de robar tus datos bancarios.
Limitar la información que compartimos en la red y proteger nuestra IP con una VPN puede impedir a los ciberatacantes identificar nuestra ubicación o nuestras preferencias deportivas, de modo que no dispondrán de datos con los que elaborar una estafa personalizada contra nosotros. Estas medidas de prevención, sumadas a una actitud prudente a la hora de ver deportes en streaming y apostar online, reducirán mucho el riesgo de sufrir un hackeo.