

El nombre propio de la semana en Teruel está claro: Jhonny Depp. Su fugaz visita a la provincia para rodar un spot publicitario ha generado tal revuelo que incluso aquellos medios que sólo se preocupan de lo que sucede en Teruel cuando tiene que ver con el frío o con la despoblación se han hecho eco. No es para menos, el mismísimo capitán Jack Sparrow visitando un pueblo de 512 habitantes, según las cifras del INE de 2012, que permítanme tomarme la licencia de considerar desactualizadas.
El entusiasmo que se generó los días previos a la llegada del actor me llevaron a pensar en las posibilidades que Teruel puede ofrecer a la industria cinematográfica. Y todavía más después de pasar un par de días por las Islas Canarias, territorio convertido en plató por su inmensa oferta paisajística y por su catálogo de ventajas fiscales que promueven que cada vez más productoras apuesten por el archipiélago para sus films.
Y digo yo: ¿no se podría intentar hacer de Teruel las Canarias de la península? Es cierto que existen importantes diferencias a nivel climático, que quizás lo hagan algo menos suculento, pero no hay nada que unas buenas mantas y abrigos no puedan solucionar.
Si Dior, marca que ha traído a Jhonny Depp a Villaespesa, se ha decantado por el territorio turolense por algo será.
¿Qué sucedería si la administración, llámese Gobierno de Aragón, Diputación o Gobierno central, impulsasen el destino entre las productoras nacionales e internacionales? A bote pronto se me pasan un par de ideas por la cabeza: incremento del empleo y ralentización de la despoblación.
No pido construir una industria cinematográfica desde cero con enormes platós, piscinas enormes en las que se pueden simular tsunamis o ciudades artificiales, sino simplemente aprovechar los recursos que la provincia de Teruel tiene de por sí, ya que se les puede sacar mucho más partido del que se les saca.
El entusiasmo que se generó los días previos a la llegada del actor me llevaron a pensar en las posibilidades que Teruel puede ofrecer a la industria cinematográfica. Y todavía más después de pasar un par de días por las Islas Canarias, territorio convertido en plató por su inmensa oferta paisajística y por su catálogo de ventajas fiscales que promueven que cada vez más productoras apuesten por el archipiélago para sus films.
Y digo yo: ¿no se podría intentar hacer de Teruel las Canarias de la península? Es cierto que existen importantes diferencias a nivel climático, que quizás lo hagan algo menos suculento, pero no hay nada que unas buenas mantas y abrigos no puedan solucionar.
Si Dior, marca que ha traído a Jhonny Depp a Villaespesa, se ha decantado por el territorio turolense por algo será.
¿Qué sucedería si la administración, llámese Gobierno de Aragón, Diputación o Gobierno central, impulsasen el destino entre las productoras nacionales e internacionales? A bote pronto se me pasan un par de ideas por la cabeza: incremento del empleo y ralentización de la despoblación.
No pido construir una industria cinematográfica desde cero con enormes platós, piscinas enormes en las que se pueden simular tsunamis o ciudades artificiales, sino simplemente aprovechar los recursos que la provincia de Teruel tiene de por sí, ya que se les puede sacar mucho más partido del que se les saca.