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¿Qué le pasa a mi cicatriz? ¿Qué le pasa a mi cicatriz?

¿Qué le pasa a mi cicatriz?

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Joan Izquierdo

El otro día mi amiga Marta me preguntó por enésima vez por qué aquella cicatriz en su rodilla seguía allí, desafiando al tiempo y a todas las cremas milagrosas que había estado probando. "Si mi amiga Ana se hizo la misma herida y ni rastro, ¿por qué yo sigo pareciendo una guerrera medieval?".

Podemos ver las cicatrices como las firmas que la vida nos deja en la piel. Algunas desaparecen con el tiempo, otras se quedan como recuerdos permanentes de aventuras que hemos vivido, he incluso alguna con mucha historia que contar. Pero, ¿por qué unas se curan mejor que otras? La respuesta está en la predisposición de cada uno y en todos los factores que influyen en su evolución.

Primero, tenemos que hablar de los tipos de cicatrices. Están las cicatrices normales, que con el tiempo se van difuminando. Luego están las hipertróficas, que son gruesas y con un tono rojizo, pero no van más allá de los bordes de la herida. Y finalmente, los queloides, los rebeldes de la cicatrización, que crecen más allá de la herida original y pueden volverse un problema estético y funcional.

Los factores que influyen en la cicatrización son varios: la genética (porque siempre es culpa de la familia), la ubicación de la herida (las articulaciones y zonas de tensión curan peor), la edad (los jóvenes cicatrizan mejor) y hasta la exposición al sol.

¿Qué podemos hacer para mejorar la apariencia de una cicatriz? Hay opciones: desde hidratación y masajes, hasta láser y otros tratamientos dermatológicos. Pero lo más importante es cuidar bien la herida desde el principio: mantenerla limpia, hidratada con una buena crema reparadora y sobre todo lo más importante, que la cicatriz este bien protegida del sol es clave para que no se produzcan hiperpigmentaciones y que el recuerdo no sea tan visible. También debemos tener en cuenta la alimentación ya que juega un papel importante en la cicatrización. Consumir suficientes proteínas, vitamina C y zinc ayuda a la producción de colágeno, que es la base para la regeneración de la piel. Por otro lado, hábitos como fumar o una mala hidratación pueden retrasar el proceso y hacer que la cicatriz sea más evidente. Así que, si quieres que tu piel sane bien, empieza desde dentro con una dieta equilibrada y buenos hábitos.

Al final, todos tenemos alguna cicatriz con historia. Un corte de infancia, una caída tonta o incluso una herida de cirugía que nos recuerda algo importante... Y si no te gusta, hay maneras para ayudar a que pase más desapercibida.