

En ocasiones, sobre todo si una noticia nos parece disparatada, es útil esperar unos días reflexionando y escuchando opiniones diversas de quienes nos rodean. El bote pronto en el periodismo es comprensible, y todos recurrimos más de una vez a ese recurso de la jerga tenística, pero es bueno llevar cada uno la iniciativa y no ser dominado.
Ante el consejo de la Unión Europea de que tengamos en casa un kit de supervivencia para 72 horas, por prever una guerra o una catástrofe, por supuesto que respeto todo tipo de opiniones y decisiones, pero dentro de unos meses me referiré en esta columna a cómo hemos reaccionado los españoles, porque pienso que no vamos a hacer mucho caso a Ursula von der Leyen.
Es evidente que no estamos exentos de sufrir una catástrofe o una guerra. Putin lleva ya más de tres años invadiendo Ucrania, y contaba con hacerse en una semana con Ucrania y eliminar a Zelenski. Daba por hecha esa conquista. Con razón, Polonia y los países bálticos han redoblado su defensa.
Llevamos más de tres años viendo imágenes de la guerra en Ucrania. Ciudades enteras, edificios reducidos a ceniza, puentes bombardeados y carreteras intransitables. Muerte y destrucción.
La ocurrencia de aconsejarnos que tengamos en casa un kit para sobrevivir 72 horas tiene una única finalidad: crear un clima en Europa de miedo ante una guerra y que no pongamos reparos ningún país europeo en un aumento del gasto militar. Un kit para asustarnos, un kit más que sospechoso.
Una empresa turolense, en concreto de Castelserás, ha enviado a Ursula un kit consistente en un jamón de Teruel de siete kilos, un bote de melocotón de Calanda de tres kilos y cinco litros de aceite de oliva de la zona.
Original respuesta a la petición de la Unión Europea, con humor, y de paso sirve para promocionar productos de calidad, que desde luego viene bien tener con frecuencia y más en caso de confinamiento, de lo que algo ya sabemos por el confinamiento de la pandemia. El carácter aragonés se ha caracterizado siempre por una buena dosis de realismo y sentido común, junto a un humor socarrón.
Hay noticias que pretenden distraernos o justificar otro tipo de decisiones. Hay un calendario mundial, una agenda -la famosa Agenda 2030 es un ejemplo- que se reviste de emergencias y sensibilidades, casi como aplicación imprescindible de los derechos humanos y la seguridad de nuestras familias. coches eléctricos, zonas de bajas emisiones…, muy en discusión, al menos por mi parte. Una orquesta.
Salir de casa es un peligro diario, porque el viento puede hacer que nos golpee un ladrillo o una valla, nos puede atropellar una moto-patinete-coche, o asaltarnos un ladrón. Mejor es tener en casa jamón de Teruel, melocotón de Calanda y aceite del Bajo Aragón, y procurar vivir, respirar y disfrutar de la vida, fruto de nuestro trabajo diario, con teletrabajo o en la calle. Viva la libertad y el sentido crítico.