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Javier Silvestre
La lluvia ha evitado la polémica. Y es que la peña taurina El Ruedo había cometido la osadía de programar unas jornadas para niños en la plaza de toros con el 8M. Y claro, las asociaciones feministas han puesto el grito en el cielo acusándolos de “contraprogramar”... como si este día tuviese que paralizarse cualquier actividad que pueda hacer sombra a las manifestaciones de estas organizaciones. No sé por qué no prohíben la proyección de películas en cines, obligan al cierre de los teatros o incluso legislan para que haya apagones generalizados en las televisiones. 

Eldiario.es corría a publicar un artículo atacando al Ayuntamiento del PP por “autorizar” el evento taurino, que iba a contar con talleres, visita a los corrales y suelta de becerros para los menores de 16 años en la plaza de Toros. Y daba voz a las portavoces de algunas oenegés feministas (que se nutren en buena medida de las subvenciones municipales) y que criticaban duramente la celebración de unas jornadas taurinas para niños en el día en que tenían prevista su gran manifestación anual.

Sonia García Calvo, portavoz de la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Teruel, aseguraba que “contraprogramar esta actividad que nos parece inadecuada es una banalización de la lucha de las mujeres en una fecha para seguir reivindicando una sociedad más justa”. Supongo que Sonia no hará otra cosa que manifestarse durante las 24 horas que dura el 8M para no incurrir en contradicciones, porque hacer algo fuera de eso sería, a su entender, no estar luchando por una sociedad más justa para las mujeres.

La peña taurina anunciaba este Día del Niño con una frase final que ha generado polémica también: “En honor a nuestras mujeres, cerraremos el día con la embolada de un animal realizada por nuestras socias más valientes”.
 
Sonia consideraba que es una frase “sexista” porque “traslada la idea de que la mujer no es valiente de por sí y que sólo las valientes lo van a hacer, dando por hecho que en este mundo tan masculinizado los hombres tienen la valentía de serie”. 

Estoy de acuerdo con la portavoz feminista. ¿Qué necesidad hay de imponer una cuota de chicas para que embolen una vaquilla? Ninguna. Afortunadamente las mujeres, si quieren, pueden hacer exactamente lo mismo que un hombre en un festejo taurino. Pero Sonia cree que es una “barbaridad” usar el término “valientes” porque es un valor que en nuestra sociedad sólo se le confiere a los hombres.

En fin. Yo tengo amigas mucho más valientes que yo, tanto a la hora de correr el ensogado en la Vaquilla, como para plantarle cara al primer baboso que trate de ponerle una mano encima, pongamos por caso, dando clases en la facultad. Ustedes ya me entienden… El problema no es de las asociaciones feministas, que hacen lo que se espera de ellas, si no de los organizadores de unas jornadas taurinas infantiles que, por intentar quedar bien, también se suman al discurso del 8M y tratan de imponer cuotas para evidenciar que a muchas niñas los toros les importan un bledo. 

A mí lo que me preocupa son las acusaciones de “contraprogramación” hechas desde estas asociaciones y desde algunos medios de comunicación. 

Porque da la sensación de que buscar una sociedad más justa pasa por imponer lo que se puede hacer y lo que no en una jornada como la de ayer. No sea que alguien se despiste y prefiera pasar el día en una becerrada que gritando ciertas consignas con escaso sustento real como el ahora ultrajado “hermana, yo sí te creo”. 

Quien haya decidido ir al 8M, que lo haga con total libertad. Y quien quiera montar unas jornadas gastronómicas, que tenga también la libertad de hacerlo. 

Bendita lluvia que nos ha ahorrado otra polémica de calado para el ciudadano. Aunque el 26 de marzo, nueva fecha elegida por la peña taurina para sus talleres infantiles, es el Día Mundial del Clima. Que Dios nos pille confesados…