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Camino Santiago desde Sagunto Camino Santiago desde Sagunto

Camino Santiago desde Sagunto

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Javier Arnal

Como respuesta al interés suscitado sobre el Camino de Santiago Sagunto que traté en mi columna de la semana pasada, escribo estas líneas para precisar y ampliar.

Seguro que todos guardamos un gran recuerdo de iniciativas que hemos contribuido a impulsar en el ámbito cultural, social, deportivo o de otro tipo. Ser protagonistas de nuestro tiempo y dejar poso es algo que atrae a cualquier persona. Ser locomotora atrae; ser vagón, aburre. Aprovechemos esta iniciativa en la provincia de Teruel.

El Senado ya aprobó en 2022 por unanimidad una moción para potenciar el Camino de Sagunto. El Ayuntamiento de Sagunto aprobó en diciembre de 2024 una declaración institucional para impulsar este Camino. Es hora ya de invertir y aportar entre todos.

En el caso del Camino Santiago desde Sagunto se da la circunstancia de que favorece casi todos los ámbitos humanos. Se concentra el deporte, la naturaleza, la historia, el patrimonio, la religión, la solidaridad, la economía y el turismo.

Todos conocemos personas que han hecho el Camino de Santiago en alguno de sus trazados, o en algunas etapas muchos de ellos. Suelen repetir la experiencia -por lo que hay un cierto imán que atrae- y que es muy variada.

Es evidente la conexión deportiva con la naturaleza. Muchos aluden a la búsqueda del silencio como recurso para serenarse interiormente, en un mundo donde prolifera el bullicio y la prisa: buscan la paz interior y una espiritualidad casi abandonada, que a veces no es estrictamente religiosa, pero muy unida a la necesidad de Dios ¡y no hay que olvidar que es una peregrinación en torno a Santiago Apóstol!

Otros evocan la gran experiencia de conocer gente nueva, que comparte esos motivos o tiene otros, así como la solidaridad entre los que hacen el Camino.

La ruta se puede hacer a pie con 22 etapas; en bicicleta, con 12 etapas; o a caballo. Etapas muy asequibles, entre 20 y 25 kilómetros la mayoría. Pasan por los pueblos y tienen encuentros con vecinos y autoridades locales. Son muy bien acogidos.

Me cuentan que en Sarrión, por ejemplo, les han cedido lo que era la casa del maestro para el alojamiento y uso de los peregrinos. En pueblos y ciudades hay lugares de alojamiento, pensiones y hoteles que se pueden ceder o utilizar rebajando precios con esta finalidad. Un calamochino me sugiere que tal vez el Convento de las Monjas podría tener habilitado un espacio para estos peregrinos: parece un uso religioso coherente.

La asociación lleva dos años y medio de creciente actividad. Son admirables los socios, pues tienen que hacer todo, desde picar agujeros para poner los palos de señalización del Camino, hasta poner la cruceta de hierro en la base del palo, echar cemento y rellenarlo. Van cargados con todos los palos y material de construcción. Se entrevistan con los alcaldes.

Señalizaciones, albergues, publicaciones, ciclos culturales, conferencias: con muchos “pocos” se puede soñar con algo grande. Ya han llegado peregrinos de diversos países.