Faustino Archilaga, alcalde de Tormón: “En invierno la cosa cambia y hay días en los que quedan solo diez personas”

Faustino Archilaga es alcalde de Tormón desde hace relativamente poco. Llegó hace dos legislaturas, con lo que acumula ocho años de experiencia en el cargo. El hecho de que haya repetido tras su primera experiencia revela que lo hace con gusto. Ahora, ya jubilado reside en Teruel, por lo que se mantiene a medio camino entre ambas localidades para estar al día con sus responsabilidades como alcalde.

-¿Cómo vive esta labor que desempeña desde hace años?

-Cuando decidí serlo fue porque no estaba conforme con lo que antes se hacía y entré para cambiar lo que pudiera. Todo ello cambio de nada, porque en los ayuntamientos pequeños no se tiene ningún tipo de sueldo. Haces muchos viajes y se te agarra bastante, hay que tener voluntad de hacer cosas para el pueblo, porque si no, no se puede estar. Tienes que dedicar todo lo que puedas hacer a ello.

-¿Como valora el nivel de servicios del que dispone actualmente Tormón?

-Procuramos mantener los servicios, tanto los sociales como los propios del pueblo. Aquí la gente está bine y casi nadie se queja de como están. Puede haber, como en todos, desperfectos, pero es lo normal. Se podría mejorar pero no está del todo mal.

-¿Y en cuanto a infraestructuras?

-El pueblo lo tenemos bastante bien a nivel de edificios, pero luego no tenemos internet apenas,  que está más cortado que funcionando. No tenemos cobertura, solo funciona una compañía y desde puntos concretos. Después, la carretera... Está muy bien porque vamos por sitios pintorescos, pero luego en cuanto al suelo, todas las curvas, etcétera... Necesita un arreglo urgente, pero ahí está. Pedimos y no nos dan, entonces no podemos hacer nada.

-A nivel de población, ¿cómo está la situación actual de Tormón?

-Ahora en verano muy bien, pero luego en invierno la cosa cambia. Habrá días en los que solo quedan diez personas. Como mucho algún otro habrá veinte, pero en esas cifras anda la cosa. Luego hay una pequeña empresa de construcción, pero todo lo demás son jubilados, personas viudas o en todo caso gente que se ha cansado de la ciudad.

- ¿Qué medidas cree que podrían a atraer a más gente a vivir en el pueblo?

-Esto es muy difícil, lo están intentando de muchas maneras y es complicado. Se ha llegado a un nivel de deterioro tal que con las políticas que se hacen hoy en día es imposible de solucionar, yo creo. No es fácil y con este tipo de políticas desde luego que no se hace nada.

-¿Cómo valora el apoyo recibido desde las instituciones públicas?

-La Diputación nos ayuda en algunas cosas puntuales como la recogida de basuras. En cuanto a  grandes proyectos no se hace nada. Necesitamos mucho más y todos los pueblos igual. Se debería entregar el dinero a los ayuntamientos y que ellos directamente hicieran el uso que creyeran conveniente, no tener que depender de trámites y estar pendiente de si te lo dan o no.